Alegría. El norte provincial recibió una gran noticia ayer a la tarde, aproximadamente a las 16, cuando el pastorcito Agustín Valdera de 13 años, fue hallado por empleados de una empresa petrolera en el paraje Reducción, tras haber estado perdido durante dos días.
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Alegría. El norte provincial recibió una gran noticia ayer a la tarde, aproximadamente a las 16, cuando el pastorcito Agustín Valdera de 13 años, fue hallado por empleados de una empresa petrolera en el paraje Reducción, tras haber estado perdido durante dos días.
De inmediato, el joven fue llevado al hospital Juan Domingo Perón, de Tartagal, donde arribó a las 19.30 y dialogó con El Tribuno.
“Ahora me siento bien, pero me duele la garganta y me lastimé la columna”.
Más tranquila, su madre Ramona, también habló con este matutino y contó detalles de la desaparición del niño que mantuvo en vilo a toda la provincia.
“El miércoles a las 12, Agustín salió de nuestra casa (ubicada en el paraje río Seco), a buscar las cabras junto a sus dos cachorritos. Después uno de los perros empezó a ladrar y se fue para el monte, donde pensó que había uno de los animales”.
“Ahí se cayó al arroyo que estaba seco y se golpeó la columna. Intentó volver a la casa bordeando el río, de rodillas, pero se perdió y yo me di cuenta que había desaparecido cuando volvieron las cabras solas. Fue en ese momento que di aviso”, agregó.
El operativo
Efectivos de Gendarmería Nacional, Ejército, la División Canes de la Policía de la Provincia, además de policías de la zona, Bomberos Voluntarios de General Mosconi y Tartagal y vecinos y familiares encabezados por Juan Rogelio Valdera buscaron sin cesar al pastorcito, quien fue encontrado por los trabajadores a 17 kilómetros de su humilde hogar, por un camino que lo conducía a su casa.
“Al parecer ya se había guiado”, contó su entorno.
El joven le dijo a sus familiares que no comió ni bebió nada durante más de 48 horas y que por las noches se tapó con las ramas y abrazado a sus cachorros.
Pese a la satisfacción de haberlo encontrado con vida, la madre de Agustín comentó a El Tribuno que “aún siguen personas internadas en el monte, ya que no hay señal y no sabemos cómo avisarles”.
Al cierre de esta edición, entre las personas que todavía estaban en la zona de la desaparición del pastorcito, se encontraba su padre, Juan.
El temor sobre el estado de salud del joven era porque esa es una zona de serranías de características selváticas en donde sobran los peligros, desde la presencia de animales como pumas, víboras y otros, además de la influencia del factor climático, ya que anoche la temperatura bajó mucho.
“Llegó a hacer -6 grados por las noches y afortunadamente pudo resistir”, cerró Ramona, quien se encontraba en el centro médico de Tartagal, esperando el alta de su hijo.