Las plazas, espacios propios para el paseo, el reposo y la recreación infantil, también son motivo de discordia y de lucha por intereses dispares. Es el caso, por ejemplo, de la Martín Fierro, ubicada en la Leguizamón al 1700. Allí un grupo de hinchas de Central Norte, identificado como “Los Pibes”, resolvió -sin consulta previa a los vecinos- que bancos, postes de luz, señalizaciones de las vías del tren e incluso los cordones de las veredas lucieran en composé negriblanco. “Es una forma de tomar el poder por el descuido del intendente”, define María Victoria Lladós Arias, una vecina del pasaje. Agrega que el Viernes Santo, cuando vieron a los hinchas vistiendo la plaza con esos colores, los residentes del lugar salieron a reclamarles por esta acción y recibieron a cambio agresiones y apremios contra quienes filmaban”.
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Las plazas, espacios propios para el paseo, el reposo y la recreación infantil, también son motivo de discordia y de lucha por intereses dispares. Es el caso, por ejemplo, de la Martín Fierro, ubicada en la Leguizamón al 1700. Allí un grupo de hinchas de Central Norte, identificado como “Los Pibes”, resolvió -sin consulta previa a los vecinos- que bancos, postes de luz, señalizaciones de las vías del tren e incluso los cordones de las veredas lucieran en composé negriblanco. “Es una forma de tomar el poder por el descuido del intendente”, define María Victoria Lladós Arias, una vecina del pasaje. Agrega que el Viernes Santo, cuando vieron a los hinchas vistiendo la plaza con esos colores, los residentes del lugar salieron a reclamarles por esta acción y recibieron a cambio agresiones y apremios contra quienes filmaban”.
El asunto no pasó a mayores y solo quedó en la toma de declaraciones en la Comisaría Quinta a partidarios de ambos sectores. “Ellos y los efectivos del 911 están cansados de venir a revisar a la gente sospechosa que se sienta largas horas aquí y observa todos nuestros movimientos. Pero solo los espantan como moscas”, añade María Victoria. Sin embargo, los desacuerdos entre esa barra y los vecinos no terminan allí. El proyecto de colocar un playón deportivo -que demandaría el cierre de un empalme que los residentes del pasaje Abregú al 1500 utilizan para pasar con sus vehículos hacia sus domicilios- también es motivo de discordia. “El otro día hablé con un técnico de la Municipalidad que estaba tomando medidas en el terreno para certificar si era viable o no la instalación de un playón deportivo. El me contó que el proyecto es del presidente del centro vecinal del barrio San Martín junto con los hinchas, pero ¿quién lo votó?”, pregunta Lidia, otra vecina.
Una a favor
“Los muchachos son tranquilos y por lo menos han limpiado. Festejan el Día de la Madre, el Día del Niño... para el Día de las Malvinas han tocado el Himno”, recuerda Rosario Ibáñez, quien atiende un almacén a la vuelta del pasaje Abregú. En ambas esquinas de ese pasaje y la calle Córdoba se pueden ver claros signos de territorialización cuerva. Un dibujo en aerosol de los cuatro puntos cardinales con las siglas CN en el centro y la pintada “Lo tuyo es un negocio... Lo nuestro es un sentimiento”, ambas firmadas por Los Pibes.
“A la plaza no tenemos que limpiarla sino usarla, y este abuso no se puede permitir”, insiste María Victoria.
Ceferino Velarde, “la 100% santa”
“CJA la plaza te acompaña”, reza un grafiti en frente de la plaza Ceferino Velarde -ubicada en la calle Córdoba al 1700- y nadie lo pondría en duda porque allí todos los elementos que componen ese espacio público tienen un perfil santo. Pero no se trata de un rasgo peculiar que caracteriza al barrio Ceferino, sino de una firma de autor. “La 1”, una barra de simpatizantes de Juventud y responsable de las pintadas, incluso llegó a colocar el nombre de PTE. Marcos, en la cruz del monumento central.
“No soy del club y me parece mal porque en una plaza no debiera haber clubes. Queremos que esté pintada, pero por la Municipalidad”, comentó Oscar, un residente de Ceferino.
“Aquí los grupos se juntan todos los domingos a beber y drogarse. Antes había banderas, una placa, pero ellos lo destrozaron todo”, lamentó Marcos, otro vecino.