La Orquesta Sinfónica de Salta volvió a los clásicos anoche, y lo hizo con el brillo habitual en la apertura de la temporada 2013. Con la batuta de Jorge Lhez, los músicos interpretaron dos estrenos: Sinfonía concertante en Mi menor, para violonchelo y orquesta, op. 125, de Sergei Prokofiev y Rituales amerindios, de Esteban Benzecry. “El tarco en flor”, de Luis Gianneo completó el repertorio. Como solista en cello se destacó José Araujo. Aunque el concierto de anoche fue el primero del ciclo, es la segunda vez en el año que se presenta la orquesta; la primera fue para la vigilia del bicentenario de la Batalla de Salta.
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La Orquesta Sinfónica de Salta volvió a los clásicos anoche, y lo hizo con el brillo habitual en la apertura de la temporada 2013. Con la batuta de Jorge Lhez, los músicos interpretaron dos estrenos: Sinfonía concertante en Mi menor, para violonchelo y orquesta, op. 125, de Sergei Prokofiev y Rituales amerindios, de Esteban Benzecry. “El tarco en flor”, de Luis Gianneo completó el repertorio. Como solista en cello se destacó José Araujo. Aunque el concierto de anoche fue el primero del ciclo, es la segunda vez en el año que se presenta la orquesta; la primera fue para la vigilia del bicentenario de la Batalla de Salta.