Como en todo enfrentamiento, las acusaciones son cruzadas. Las familias que están asentadas en la deno
minada “planchada” del predio del ferrocarril denunciaron que Néstor David Bravo, uno de los ocupantes
ilegales, desapareció luego de la represión, a las 2 de la mañana.
Fue su hermano, Oscar Bravo, quien se comunicó con El Tribuno para denunciar que durante “los violentos enfrentamientos la policía se lo habría llevado y nunca más apareció”. Y dijo: “Yo tengo miedo de que a la Policía se le haya pasado la mano. Pienso que puede aparecer tirado luego en cualquier descampado”, dijo preocupado Oscar.
Los violentos hechos comenzaron el domingo pasado a las 21. Una comisión policial integrada por 14 policías mujeres y al menos 30 varones llegaron hasta el predio usurpado al mando del comisario Córdoba.
Predio codiciado
En el lugar hay unas 70 familias y el terreno está sobre el costado de la ruta nacional 16 y la estación del ferro
carril, un sector muy codiciado por constituirse como el centro del pueblo. El comisario Córdoba intentó dia
logar con los usurpadores y negociar una permanencia más tranquila.
En el lugar hay muchos niños y mujeres y la orden impartida por la Justicia a la policía era que debía de
tener todo intento de construcción de alguna vivienda. Según explicó Córdoba, los más de 40 efectivos no estaban allí para un desalojo sino para detener una excavación que estaban realizando para levantar muros. En la madrugada, a las 2, se desató un violento enfrentamiento entre los dos grupos dejando 4 asentados y dos policías heridos.
El director del hospital de El Quebrachal, José Muñoz, dijo que fueron seis los heridos en total, que presen
taban en su mayoría politraumatis mos leves.
inicia sesión o regístrate.
Como en todo enfrentamiento, las acusaciones son cruzadas. Las familias que están asentadas en la deno
minada “planchada” del predio del ferrocarril denunciaron que Néstor David Bravo, uno de los ocupantes
ilegales, desapareció luego de la represión, a las 2 de la mañana.
Fue su hermano, Oscar Bravo, quien se comunicó con El Tribuno para denunciar que durante “los violentos enfrentamientos la policía se lo habría llevado y nunca más apareció”. Y dijo: “Yo tengo miedo de que a la Policía se le haya pasado la mano. Pienso que puede aparecer tirado luego en cualquier descampado”, dijo preocupado Oscar.
Los violentos hechos comenzaron el domingo pasado a las 21. Una comisión policial integrada por 14 policías mujeres y al menos 30 varones llegaron hasta el predio usurpado al mando del comisario Córdoba.
Predio codiciado
En el lugar hay unas 70 familias y el terreno está sobre el costado de la ruta nacional 16 y la estación del ferro
carril, un sector muy codiciado por constituirse como el centro del pueblo. El comisario Córdoba intentó dia
logar con los usurpadores y negociar una permanencia más tranquila.
En el lugar hay muchos niños y mujeres y la orden impartida por la Justicia a la policía era que debía de
tener todo intento de construcción de alguna vivienda. Según explicó Córdoba, los más de 40 efectivos no estaban allí para un desalojo sino para detener una excavación que estaban realizando para levantar muros. En la madrugada, a las 2, se desató un violento enfrentamiento entre los dos grupos dejando 4 asentados y dos policías heridos.
El director del hospital de El Quebrachal, José Muñoz, dijo que fueron seis los heridos en total, que presen
taban en su mayoría politraumatis mos leves.