El mismo día que Juan Román Riquelme volvió a entrenarse en Boca, el club pidió que también regresen a la cancha dos integrantes de la facción de la barra brava que comanda Mauro Martín.
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El mismo día que Juan Román Riquelme volvió a entrenarse en Boca, el club pidió que también regresen a la cancha dos integrantes de la facción de la barra brava que comanda Mauro Martín.
La dirigencia envió una nota al Ministerio del Interior para que las huellas de Cristian Fido Debaux y el Loco Luis Arrieta dejen de figurar en el sistema Sabed, el sistema que identifica a los hinchas prohibidos y les impide el ingreso al estadio.
Ante la ausencia en la tribuna de Mauro Martín, preso acusado de homicidio simple de un vecino del cuñado, y Maximiliano Mazzaro, prófugo en la misma causa, la barra brava xeneize quedó acéfala.
En los partidos de verano hubo algunos movimientos internos que llamaron la atención del líder detenido y, según publicó el diario Olé, fue éste quien le solicitó a los dirigentes que permitan a sus dos aliados volver a las canchas.
De acuerdo a lo consignado por el matutino, Cristian Debaux, alias Fido, tiene 38 años, es íntimo amigo de Martín y maneja al grupo que viene desde San Martín y el Palomar.
Mientras que Luis Arrieta, cercano a Mazzaro, manda en la tribuna de Estudiantes de Buenos Aires y también sobre la facción Caseros de La Doce, una de las más numerosas.
Los dos estaban incluidos en la lista de derecho de admisión presentada el 25 de agosto de 2012 y fueron protagonistas del enfrentamiento entre barras que se dio en la autopista Rosario-Santa Fe con el grupo que responde a Rafael Di Zeo en la previa del partido con Colón, también en agosto pasado.
Ambos fueron heridos en esa batalla, Debaux recibió un tiro en la garganta y Arrieta, en la mano. Como Boca debió prohibir el ingreso a los estadios de todos los heridos, los barras no pueden estar en la tribuna desde entonces.
Desde la cárcel Mauro Martín les habría solicitado a los dirigentes que les quiten el derecho a sus dos aliados para que manejen la 12. Ellos son de la confianza del ex líder y éste no sabe qué puede pasar sin gente de su confianza al frente de la barra brava.