Estaban en un aguantadero. Dos primos tucumanos que tenían pedido de captura en su provincia natal, fueron detenidos en la capital salteña, luego de cometer numerosos ilícitos en el micro y macrocentro capitalino, bajo la modalidad de motochorros y portando armas tumberas. Tras una avalancha de denuncias y luego de que a principios del mes ocurriera el último robo, perpetuado en la intersección de las calles Ameghino y Zuviría, los efectivos lograron identificar a los ladrones.
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Estaban en un aguantadero. Dos primos tucumanos que tenían pedido de captura en su provincia natal, fueron detenidos en la capital salteña, luego de cometer numerosos ilícitos en el micro y macrocentro capitalino, bajo la modalidad de motochorros y portando armas tumberas. Tras una avalancha de denuncias y luego de que a principios del mes ocurriera el último robo, perpetuado en la intersección de las calles Ameghino y Zuviría, los efectivos lograron identificar a los ladrones.
Su modo de operar era el mismo y en aquella oportunidad, no fue la excepción. Ambos a bordo de una motocicleta destruyeron los vidrios de una camioneta Ford Ranger que estaba estacionada; de su interior sacaron varios elementos, como ser una notebook, un proyector, documentos, mochilas, prendas de vestir, celulares, etc.
Sergio de 21 años, mejor conocido como “Tintín” y su primo de 17 años, los culpables de numerosos ilícitos, estaban alojados en un aguantadero ubicado en el barrio Constitución. Los mismos querían pasar desapercibidos, al saber que la policía los estaba buscando intensamente.
Pero nada pudieron hacer cuando efectivos de la Brigada de Investigaciones, ingresaron a la vivienda ubicada en la calle Río Gallego, del mencionado barrio, con una orden de allanamiento.
Durante el operativo lograron secuestrar dos armas tumberas (de fabricación casera) y proyectiles, entre otros elementos de valoración para las investigaciones.
Tras detenerlos, lograron establecer que el mayor de los primos tenía un pedido de captura en Tucumán por un robo calificado agravado en grado de tentativa. Por lo cual la justicia salteña se puso en contacto con la vecina provincia.
Los pasos a seguir son un exhorto, por el cual Sergio será trasladado hacia su tierra natal, donde ambas causas serán adjuntadas.
Por otro lado, su primo, al ser menor de edad, quedó alojado en el instituto de jóvenes en conflicto con la ley, hasta que sea retirado por sus tutores.
Según se averiguó, ambos tienen un frondoso prontuario delictivo tanto en Tucumán como en Salta. Cabe desacatar que ninguno se resistió a la detención.