Después de un año de ausencia de “pitos” locales en los duelos populares de la provincia, el clásico más importante de Salta volverá a tener un árbitro salteño y, por consiguiente, el referato de “estos lares” gana nuevamente la consideración desde hace un tiempo perdida. Federico Guaymás Tornero fue finalmente el designado para impartir justicia en el clásico entre Central Norte y Juventud Antoniana que se jugará el domingo, a las 17.15, en el estadio Martearena.
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Después de un año de ausencia de “pitos” locales en los duelos populares de la provincia, el clásico más importante de Salta volverá a tener un árbitro salteño y, por consiguiente, el referato de “estos lares” gana nuevamente la consideración desde hace un tiempo perdida. Federico Guaymás Tornero fue finalmente el designado para impartir justicia en el clásico entre Central Norte y Juventud Antoniana que se jugará el domingo, a las 17.15, en el estadio Martearena.
La determinación del Consejo Federal de ayer avaló al gremio local, que hace un tiempo no muy lejano era bastante cuestionado, a tal punto que los mismos dirigentes de los clubes salteños se mostraron reacios a que los dirija un comprovinciano.
Guaymás Tornero, quien dirigirá su tercer clásico entre cuervos y santos, le comentó sus sensaciones a El Tribuno: “Más que un reconocimiento, para mí es una prueba la del domingo. Que nos tengan en cuenta habla bien de Salta. Esto ratifica un crecimiento y en lo personal me da mucha fuerza para seguir trabajando. Físicamente, me preparo como si fuese un partido más. Pero para un clásico tan importante tengo que enfocarme más en la atención y en la concentración, porque voy a estar mucho más expuesto”, reconoció el árbitro salteño de apellido “ilustre” en el referato de la provincia.
Guaymás dijo no sufrir las presiones previas ni durante un clásico de tal envergadura, por el contrario, dice “disfrutarlo al máximo. No los sufro, lo disfruto porque soy un privilegiado en poder dirigirlo. Gracias a Dios, nunca tuve grandes problemas en estos partidos. Es impagable para un árbitro dirigir el clásico de tu provincia. Con los años me voy acostumbrando a la presión de la gente, me preparo para que no me afecte demasiado el entorno y el clima caldeado que pueda llegar a haber”, explicó el juez, para luego ahondar en un “paño” que ya se le hace conocido. “Hay de todo. Jugadores que colaboran y otros rebeldes, que te hablan todo el partido. El jugador siempre quiere ganar y en 90 minutos pasa por distintos estados de ánimo. Trato de prepararme para todo”, reconoció, para inmediatamente dejar una conclusión sobre lo que él espera de su desempeño.
“Espero pasar desapercibido y que el lunes nadie hable de mi, sino del partido. Yo no soy ni debo ser el protagonista, el protagonista es el jugador. Estoy tranquilo y preparado”.