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Doña Paula sopló ayer 100 velitas

Sabado, 19 de enero de 2013 06:14
Descendientes. Los Villena tuvieron 8 hijos y 23 nietos. A la fecha suman ya 24 bisnietos y 3 tataranietos.

“Hábitos sanos de vida”, resumió el doctor Domingo Villena (63), director del hospital de San Carlos, el secreto de longevidad de su madre, Paula Valderrama de Villena, que ayer festejó cien años de edad, junto a su esposo Bartolomé Villena (98).

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Descendientes. Los Villena tuvieron 8 hijos y 23 nietos. A la fecha suman ya 24 bisnietos y 3 tataranietos.

“Hábitos sanos de vida”, resumió el doctor Domingo Villena (63), director del hospital de San Carlos, el secreto de longevidad de su madre, Paula Valderrama de Villena, que ayer festejó cien años de edad, junto a su esposo Bartolomé Villena (98).

En realidad, su cumpleaños fue el pasado martes, pero ella pidió celebrarlo este fin de semana para que pudiera participar la mayor cantidad de descendientes. La reunión fue en la vivienda familiar del barrio 20 de Febrero.

Paula, hija de Damián y Petrona, nació el 15 de enero de 1913 en Carahuasi, departamento de Guachipas. En tanto que Bartolomé, hijo de Domingo y Dionisia, vino al mundo el 24 de agosto de 1914, en Talapampa, departamento de La Viña.

Llevan juntos 82 años

La cumpleañera, que luce una extraordinaria lucidez mental y agudeza auditiva, contó que conoció a su esposo en esta capital, “más o menos por esta época, pero hace 82 años”. Su hijo mayor, Damián, que ya cumplió 81 años, llegó ayer a la fiesta con su mejor traje de gaucho.

Con Bartolomé se conocieron una tarde de verano. Ella hacía poco había cumplido 18 años “y había ido de paseo con una amiga al parque San Martín. El me habló, se veía mayor que yo, y le contesté. Y así, conversando, se fueron dando las cosas”. En ese entonces, él ya era taxista y Paula trabajaba de doméstica “para la familia del doctor García, un dentista, que vivía en Sarmiento con Necochea”. Al poco tiempo los novios acordaron “sirviñaco” (matrimonio a prueba), una centenaria costumbre. Fue así que tras Damián llegaron María Ester, Dora Lisa, Elvira, Lilia (fallecida hace un año), Lorenzo, Domingo y María Dionisia.

La pareja se dedicó a trabajar y a criar los hijos, dejando para después la formalidad del casamiento. Lo concretaron el 2 de enero de 1952, “por el civil, y el mismo día por iglesia en la parroquia de La Candelaria”.

Mientras él “chofereaba” y criaba gallinas, ella en su casa lavaba ropa ajena y vendía leche. “Empecé con una vaca y llegué a tener 15, aquí mismo, en el patio de mi casa. También vendía flores” cuenta. De hecho hoy aún su jardín produce rosas, jazmines, malvones, calas, crisantemos y azucenas.

El esfuerzo familiar permitió a Bartolomé, por fin, tener su propio taxi; “el primero lo compramos usadito. El segundo ya fue cero”.

Paula hoy solo tiene problemas en la vista. Camina con ayuda de un bastón, cocina todos los días, no permite que nadie acomode su cama. “y más no hago, porque no me dejan”.

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