El seleccionado argentino de vóleibol masculino buscará hoy dar otro paso para seguir creciendo cuando enfrente a Brasil, por los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El encuentro se jugará a partir de las 10 de nuestro país en el estadio Earls Court.
Los otros encuentros de cuartos serán Estados Unidos vs. Italia (12), Polonia vs. Rusia (15.30) y Bulgaria vs. Alemania (17.30). El equipo de Javier Weber se aseguró el pasaje a cuartos, tras haber conseguido la tercera posición del grupo A, con tres triunfos y dos derrotas.
Con un plantel promedio de 22 años, todos debutantes en competencias olímpicas, el equipo albiceleste se metió entre los ocho principales y ya mejoró la actual colocación de la última Liga Mundial (décimo).
Ahora Argentina, que ya consiguió diploma, tiene la posibilidad de alcanzar una semifinal, tal como ocurrió en Sydney 2000, cuando obtuvo la cuarta colocación.
Enfrente estará Brasil, que logró la segunda ubicación en la zona B y que asoma, en teoría, por debajo de sus previsiones históricas. Lo cierto es que el conjunto brasileño, ganador de las medallas de oro en los Juegos Barcelona 1992 y Atenas 2004, goza de una amplia ventaja en los enfrentamientos oficiales ante la Argentina: 31 victorias y apenas 3 derrotas.
Una de las victorias albicelestes a lo largo de la historia se dio en Seúl 1988, cuando el fantástico conjunto que tenía en sus filas al mismo Weber, Hugo Conte, Jon Uriarte, Daniel Castellani, Raúl Quiroga y Waldo Kantor, entre otros, ganó por 3 a 2, para alzarse con la presea de bronce.
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El seleccionado argentino de vóleibol masculino buscará hoy dar otro paso para seguir creciendo cuando enfrente a Brasil, por los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El encuentro se jugará a partir de las 10 de nuestro país en el estadio Earls Court.
Los otros encuentros de cuartos serán Estados Unidos vs. Italia (12), Polonia vs. Rusia (15.30) y Bulgaria vs. Alemania (17.30). El equipo de Javier Weber se aseguró el pasaje a cuartos, tras haber conseguido la tercera posición del grupo A, con tres triunfos y dos derrotas.
Con un plantel promedio de 22 años, todos debutantes en competencias olímpicas, el equipo albiceleste se metió entre los ocho principales y ya mejoró la actual colocación de la última Liga Mundial (décimo).
Ahora Argentina, que ya consiguió diploma, tiene la posibilidad de alcanzar una semifinal, tal como ocurrió en Sydney 2000, cuando obtuvo la cuarta colocación.
Enfrente estará Brasil, que logró la segunda ubicación en la zona B y que asoma, en teoría, por debajo de sus previsiones históricas. Lo cierto es que el conjunto brasileño, ganador de las medallas de oro en los Juegos Barcelona 1992 y Atenas 2004, goza de una amplia ventaja en los enfrentamientos oficiales ante la Argentina: 31 victorias y apenas 3 derrotas.
Una de las victorias albicelestes a lo largo de la historia se dio en Seúl 1988, cuando el fantástico conjunto que tenía en sus filas al mismo Weber, Hugo Conte, Jon Uriarte, Daniel Castellani, Raúl Quiroga y Waldo Kantor, entre otros, ganó por 3 a 2, para alzarse con la presea de bronce.
“Necesitamos superarnos a nosotros mismos”
El capitán del seleccionado argentino de vóley anticipó el duelo que hoy sostendrán con Brasil, que tiene en juego la clasificación a las semifinales de la competencia.
“Ahora debemos ir por más... Y nos tocó Brasil con un sistema de sorteo que se aplica para evitar especulaciones”, señaló Quiroga, uno de los jugadores con mayor regularidad en los cinco encuentros disputados por Argentina. “Me preguntaban antes del sorteo qué nos convenía y la verdad es que lo que más necesitamos es superarnos nosotros mismos, jugar a lo que sabemos y podemos jugar, ser precisos, veloces, atrevidos, pacientes. Y, sobre todo, no cometer muchos errores. Pero que sea Brasil no deja de agregarle condimentos”, sostuvo el capitán.
Argentina opondrá, casi con seguridad, la mano de Luciano de Cecco en el armado, el poder en ataque de Facundo Conte y Rodrigo Quiroga, más la contribución de Federico Pereyra y los demás, todas armas que buscan legitimar la convicción de que se está en el camino correcto, independientemente de que se llegue o no al objetivo de ingresar a las semifinales de los Juegos Olímpicos.