Ir a pescar al dique Cabra Corral no es tan barato como se cree. Una salida de quince horas, con el viaje de ida y vuelta, muy “gasolero” (económico) sale por arriba de los $200, por persona.
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Ir a pescar al dique Cabra Corral no es tan barato como se cree. Una salida de quince horas, con el viaje de ida y vuelta, muy “gasolero” (económico) sale por arriba de los $200, por persona.
Este cálculo comienza a formarse con el pago de 60 a 70 pesos por el catamarán que lo llevará al lugar del pique, soltando amarras a las 19 y regresando a las 7, del día siguiente.
Generalmente, las salidas se hacen en grupo. Viajando en auto y con cuatro personas a bordo, hay que cargar $36 de gas o $80 de nafta.
Siga metiéndole pluma, ahora nos toca hacer las compras (que cuando se trata para que cocine “la bruja” estiramos la “trompa”, pero para ir de pesca las hacemos felices). El primer lugar que visitamos es la carnicería, en la que un kilito de asado suma a la cuenta $40 a 45, siempre por persona. No compramos carbón, porque el asadito lo prepara el capitán del catamarán, quien, además, a las cinco de la mañana nos sirve un cafecito sin cargo.
Seguimos con la bolsa de compra por la verdulería, allí hay que sacar un billete de $10 por persona, para lechuga, tomate y papa. Y ya que hablamos de verde, desembolsamos $20 en coquita y bica, y otro tanto en “puchos”. ¿Y con qué maceramos la cocarda? ¿Un tinto o blanco? Entonces, poniendo otros 10 pesitos. Y si es seguidor del fernet, vaya pensando en $20 por pera, más la gaseosa.
Ojo, esta es una salida gasolera, en la que las provisiones son las mínimas y no se hacen escalas para tomar una cervecita en el camino o comerse a la vuelta unos tamales en La Merced, como lo hace el mayuato Marcelo “Manteca” Gauna.
Ahhh... me olvidaba, cierto que hablábamos de ir a pescar, hay que tener unos pesitos para comprar carnada fresca, reponer algunos elementos del equipo y $5 para el permiso diario de pesca, para ir por derecha y para que no lo amargue un control reglamentario.
Si no tiene los fondos necesarios es muy posible que en el catamarán se declare jugador de tenis: “Tenís coca, tenís bica, tenís cigarros, tenís fernet...”. También pueden llamarlo guiso de arroz: “Siempre sale seco”; o gallina vieja: “Come y no pone”. Puede correr el riesgo de que lo cataloguen de “gendarme malo”, porque le saca al amigo la coca, el cigarro y la bebida...”. También entraría en el rubro de “ekeko”, porque hay que darle de fumar, coquear y encima ponerle plata.
Como observara, para salir a pescar hacen falta 200 manguitos, como mínimo, para volver feliz a la casa pensando en la próxima salida, que ya se organizó en el viaje de vuelta.