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Julio Piumato: ?La próxima CGT será aún más conflictiva que esta con el Gobierno?

Sabado, 07 de julio de 2012 20:39

La interna de la CGT está que arde. El jueves el moyanismo hará las elecciones para renovar la conducción, pese a que el Gobierno declaró anteayer nula la convocatoria. “Las autoridades de Trabajo no están haciendo una pasantía en el Ministerio, tienen un largo conocimiento de este tema. Ellos saben bien que no pueden intervenir”, disparó Julio Piumato. El líder de los judiciales es un habitual vocero de Hugo Moyano y una de sus personas de mayor confianza. Picante a la hora de declarar, el sindicalista aseguró que el camionero es el “Messi” de los trabajadores y que a nadie se le ocurriría “dejarlo en el banco”, en relación con una eventual bajada de su candidatura en pos de un acuerdo. En una entrevista con El Tribuno, Piumato sostuvo que “será la nueva conducción” la que decida eventualmente un paro nacional y señaló que “si el Gobierno no respeta a la CGT, no va a estar respetando a los trabajadores”. “A Moyano no pueden endilgarle nada, pero a lo mejor a otros dirigentes le sacan carpetas del pasado y los convencen de que no sean tan entusiastas al defender a los trabajadores”, concluyó.

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La interna de la CGT está que arde. El jueves el moyanismo hará las elecciones para renovar la conducción, pese a que el Gobierno declaró anteayer nula la convocatoria. “Las autoridades de Trabajo no están haciendo una pasantía en el Ministerio, tienen un largo conocimiento de este tema. Ellos saben bien que no pueden intervenir”, disparó Julio Piumato. El líder de los judiciales es un habitual vocero de Hugo Moyano y una de sus personas de mayor confianza. Picante a la hora de declarar, el sindicalista aseguró que el camionero es el “Messi” de los trabajadores y que a nadie se le ocurriría “dejarlo en el banco”, en relación con una eventual bajada de su candidatura en pos de un acuerdo. En una entrevista con El Tribuno, Piumato sostuvo que “será la nueva conducción” la que decida eventualmente un paro nacional y señaló que “si el Gobierno no respeta a la CGT, no va a estar respetando a los trabajadores”. “A Moyano no pueden endilgarle nada, pero a lo mejor a otros dirigentes le sacan carpetas del pasado y los convencen de que no sean tan entusiastas al defender a los trabajadores”, concluyó.

¿Cómo evalúa la nulidad declarada por el Gobierno para las elecciones del jueves en la CGT?

Nosotros vamos a hacer igual las elecciones. El Ministerio de Trabajo no tiene autoridad para intervenir en esta instancia. Uno tiene que conocer la ley. Hay que respetar el principio de la autonomía sindical y de la libertad sindical. Esto quiere decir que los problemas que haya en las organizaciones deben resolverse en el seno de esas organizaciones. Y recién cuando están agotadas las instancias internas, el que se sienta perjudicado puede recurrir primero a la autoridad de aplicación y después a la Justicia. Las autoridades de Trabajo no están haciendo una pasantía en el Ministerio, tienen un largo conocimiento de este tema. Ellos saben bien que no pueden intervenir y si vamos al fondo de la cuestión es disparatada la impugnación. Formalmente, ellos debieron haber impugnado ante los órganos de la CGT. Al tomar conocimiento de esas impugnaciones, se amplió el temario del congreso extraordinario y esas impugnaciones se van a discutir en el seno de la CGT. Por eso invitamos a los impugnantes a que vengan a discutir. Y cuando el congreso se expida, si no les gusta la decisión, pueden acudir al Ministerio, pero no antes. El Gobierno se está inmiscuyendo peligrosamente en la vida interna de la CGT, lo que nos obliga a ir a la Justicia y a los organismos internacionales. Es un hecho gravísimo, violatorio de los principios de la autonomía sindical. El 27 de marzo, cuando se tomó la decisión de convocar al congreso, había 28 gremios de los 34 que componen el consejo directivo. Estuvo Caló, (Omar) Viviani, la Uocra, UPCN, Obras Sanitarias y otros.

Luego del fracaso en las negociaciones con el antimoyanismo, ¿existe alguna manera de evitar la ruptura en la CGT?

Lo lógico sería que vengan a dialogar al congreso. Hasta ahora, todos los que plantean críticas las plantean desde afuera. Todo lo que dijeron últimamente no lo hicieron en los órganos que determina la CGT ni en el congreso directivo ni en el Confederal. Ahora les queda la posibilidad de plantearlo en el congreso ordinario primero o en el extraordinario después. Hasta último momento, si hay voluntad de unidad, se puede discutir, pero este mandato vence el 14 de julio. No es una convocatoria que se hizo entre gallos y medianoches. Jamás se hizo una con tanta transparencia y con tanto tiempo de anticipación. La fecha del 12 de julio se tomó el 27 de marzo.

En caso de que el Gobierno siga sin subir el mínimo imponible de Ganancias y las asignaciones familiares, ¿evalúan un paro nacional de la CGT?

Eso va a decidirlo la nueva conducción. Todavía no sabemos quién va a conducir la CGT. Si los que hablan por afuera dicen que son mayoría y van el jueves al congreso seguro van a ganar ellos. Así que la conducción que salga triunfante el jueves decidirá cuál es la estrategia que propone al movimiento obrero.

¿Imagina un próximo período de la CGT aún más conflictivo que este con el Gobierno?

 

Sí, desafortunadamente sí. Pasamos de estar discutiendo el año pasado el reparto de ganancias de las empresas, a hoy estar discutiendo que los trabajadores no llegan al salario mínimo vital y móvil, que con 5.700 pesos ya sos un hombre rico que tenés que pagar el impuesto al trabajo, que con 5.000 pesos ya no merecés cobrar la asignación que te corresponde por hijo o que hay tantos trabajadores precarizados. Nadie hizo hincapié en eso, pero el conflicto de los “dragones” es un conflicto de la tercerización, como fue el año pasado el del puerto de Rosario. La tercerización genera explotación en los trabajadores, frente a lo que debería ser un trato igualitario a igual labor.

 Antonio Caló dijo el jueves que estaría dispuesto a dar de baja su candidatura si Hugo Moyano hace lo mismo, ¿podría ocurrir?

No, ¿por qué? Yo no estoy de acuerdo con que Moyano se baje, para mí es el mejor dirigente de los trabajadores, no es dirigente de un Gobierno. Yo lo respeto a Caló, secretario general de un gremio hermano. Si él no quiere integrar una CGT donde esté Moyano, tiene todo el derecho. Pero si nosotros tenemos al mejor jugador, al que mejor representa a los trabajadores, yo no lo voy a esconder. En una final del mundo no lo vas a dejar a (Lionel) Messi en el banco.

Usted dice que Moyano no es un representante del Gobierno, pero durante mucho tiempo sí lo fue...

No, nunca. Siempre representó a los trabajadores. Que tenga relación con el Gobierno es otra cosa. Una CGT tiene que tener relaciones con el Gobierno. Uno de los problemas que tenemos ahora es que el Gobierno no convoca al diálogo a la CGT. El Gobierno debe respetar a los legítimos representantes de los trabajadores, pero si el Gobierno corta el diálogo se hace más difícil resolver la agenda de los trabajadores. Son muy profundos los problemas de los trabajadores. Jamás Moyano escondió los reclamos, será por eso que les incomoda, porque a Moyano no le pueden endilgar nada. Moyano no tiene en su espalda despidos masivos en los ‘90, no tiene en sus espaldas haber firmado acuerdos que significaban precarización laboral. Nada de eso se le debe imputar. Cuando Moyano plantea las cosas hay que hablar de lo que plantea Moyano, porque son los planteos de los trabajadores. A lo mejor a otros dirigentes le sacan carpetas del pasado y los convencen de que no sean tan entusiastas en defender a los trabajadores.

Si Moyano sigue en la CGT todo indica que se profundizará la falta de diálogo con el Gobierno, ¿no es esa una desventaja para su grupo político?

Es el Gobierno el que tiene que hacerlo. Es una conducta antidemocrática. La CGT representa a los trabajadores y son los trabajadores quienes eligen la conducción de la CGT, no el Gobierno. Si el Gobierno no respeta a la CGT no va a estar respetando a los trabajadores.

El Gobierno los chicaneó por la presencia de Cecilia Pando en la movilización a Plaza de Mayo...

Yo no la vi a Cecilia Pando, no vi fotos no vi nada. Cuando uno hace una manifestación masiva, uno no hace derecho de admisión. Nosotros no invitamos ni a Cecilia Pando ni a nadie, era una invitación a los trabajadores. Los trabajadores estaban y a pesar de sacar a la Policía los trabajadores demostraron la conciencia cívica que tienen. No hubo ni el más mínimo incidente. Cuando salías a la ruta se te pegan un montón mosquitos, y no te vas a parar cada cinco minutos a sacar a los mosquitos. Esa chicana es berreta. Nos acusaron de golpistas y unían la marcha con el golpe en Paraguay, y a los días los mismos paraguayos dijeron que los que llevaron adelante el golpe fueron las multinacionales y fundamentalmente Monsanto. Dos días antes de eso la Presidenta anunciaba muy contenta que Monsanto iba a invertir en la Argentina y hablaba de ellos como si fuesen estrechos amigos del país. Más relación con el golpe en Paraguay tienen los que son amigos de los golpistas. No se puede jugar graciosamente con un tema tan delicado como el golpe de Estado. Yo fui secuestrado, torturado y pasé seis años y ocho meses preso. Ninguno de los que hablaron de eso tuvieron el más mínimo percance durante la dictadura militar. Yo creo que hay que ser más responsable cuando se habla de determinadas cuestiones.
 

 

 

 

 

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