La actividad de la construcción en junio bajó 1,5 por ciento en forma interanual y sumó el tercer período consecutivo con caída, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
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La actividad de la construcción en junio bajó 1,5 por ciento en forma interanual y sumó el tercer período consecutivo con caída, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Con este resultado en el primer semestre el sector mostró una contracción de 0,8 por ciento comparado con el mismo período del año pasado.
Como apunte positivo, el Indec reveló que con relación a mayo, la construcción tuvo una suba de 2,4 por ciento y revertió dos meses consecutivos con números negativos.
La caída interanual de 1,5 por ciento se suma a las bajas de 3,9 por ciento de abril y de 8,8 por ciento de mayo, que se convirtió en la debacle más pronunciada de la serie histórica.
A esta situación hay que añadirle el escepticismo de los empresarios, ya que la mitad de los hombres de negocios cree que la actividad continuará cayendo en los próximos tres meses.
Según la encuesta cualitativa, el 50 por ciento de las firmas dedicada a la obra pública espera una nueva baja de la actividad entre julio y septiembre, mientras que el 20 por ciento cree que no cambiará y el 30 por ciento que crecerá.
Entre los que se dedican a obras privadas la mitad aguarda una baja, el 30 por ciento no espera cambios y el 20 por ciento confía en un avance.
Por su parte, la superficie a construir registrada por los permisos de edificación para obras privadas en 42 municipios mostró en junio una baja de 14,1 por ciento frente a junio de 2011.
Frente a este escenario la venta de insumos también dio cuenta de una escenario negativo con bajas en todos los productos: asfalto cayó 28,9 por ciento, pisos y revestimientos 20,2 por ciento, pinturas para la construcción 14 por ciento, 6,4 por ciento en hierro redondo para hormigón y 0,3 por ciento en cemento. Sólo hubo un alza de 6,4 por ciento en ladrillos huecos.
La pendiente en el sector de la construcción va en paralelo con la decisión del gobierno de restringir la compra de dólares a particulares, dado que las operaciones están pactadas históricamente en esta moneda.