Se desató la polémica. El Vaticano criticó ayer el libro “Just love. A framework for christian sexual ethics” de Sor Margaret A. Farley, por sus opiniones acerca de la masturbación, los actos homosexuales, las uniones homosexuales, la indisolubilidad del matrimonio y el divorcio.
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Se desató la polémica. El Vaticano criticó ayer el libro “Just love. A framework for christian sexual ethics” de Sor Margaret A. Farley, por sus opiniones acerca de la masturbación, los actos homosexuales, las uniones homosexuales, la indisolubilidad del matrimonio y el divorcio.
La Congregación para la Doctrina de la Fe examinó el texto de la monja americana y en una nota distribuida ayer aseguró que “el libro en cuestión contenía proposiciones erróneas cuya divulgación podía causar grave daño a los fieles”, por lo que invitó a la autora a “corregir las tesis inaceptables presentes en su libro”. La respuesta de Sor Farley no satisfizo a la congregación, que consideró que no clarificaba adecuadamente los problemas contenidos en el libro, por lo que sus miembros decidieron proceder a la publicación de una notificación, lo que se concretó ayer. “Entre los numerosos errores y ambigedades del libro se encuentran sus opiniones acerca de la masturbación, los actos homosexuales, las uniones homosexuales, la indisolubilidad del matrimonio y el problema del divorcio seguido de nuevas nupcias”, asegura la nota. Sor Farley opina en su libro que “la masturbación generalmente no implica ningún problema de carácter moral”, pero, según las autoridades eclesiásticas “es un acto intrínseca y gravemente desordenado”. El libro opina que “las relaciones y los actos homosexuales pueden ser justificados de acuerdo a la misma ética sexual de las relaciones y los actos heterosexuales”, posición que el Vaticano consideró ayer que “no es aceptable”.
Legislaciones injustas
Sor Farley señala en su libro que son injustas “las legislaciones contra la discriminación de los homosexuales, así como de las parejas de hecho, las uniones civiles y los matrimonios gays”. La congregación acepta “el respeto hacia las personas homosexuales”, que “no puede en modo alguno llevar a la aprobación del comportamiento homosexual”, dice.