Ya no hay tiempo ni margen. Gimnasia y Tiro jugará el domingo ante Rivadavia de Lincoln, en el noroeste bonaerense, los noventa minutos vitales que determinarán el curso de su futuro. Mantener el “respirador artificial” de sus esperanzas de promoción, o rifar tres meses sin sueldos, sin trabajo y sin competencia, parece ser la cuestión.
inicia sesión o regístrate.
Ya no hay tiempo ni margen. Gimnasia y Tiro jugará el domingo ante Rivadavia de Lincoln, en el noroeste bonaerense, los noventa minutos vitales que determinarán el curso de su futuro. Mantener el “respirador artificial” de sus esperanzas de promoción, o rifar tres meses sin sueldos, sin trabajo y sin competencia, parece ser la cuestión.
El albo está obligado a salir a la caza de un rival que supo amargarlo en el Gigante del Norte más allá de sus limitaciones. Y es por eso que el DT Víctor Riggio preparó un once para salir a matar en territorio del rojo. El Tano rompió de un borrón con todos los pizarrones y realizó una modificación radical del esquema: esta vez ensayó un 3-5-2 con Sergio Plaza, César Albornoz y Federico Rodríguez en la última línea, un superpoblado mediocampo con la novedosa inclusión de Esteban Burgos como lateral con despliegue ofensivo y el retorno de Leonardo Pérez, ya recuperado de su contractura. El Gallo le ganó la pulseada a un Emanuel Lazzarini, quien fue víctima de sus flojos rendimientos individuales en los últimos partidos.
El once millonario terminó siendo prácticamente ratificado para la batalla del domingo tras la práctica de fútbol vespertina llevada a cabo ayer en el Gigante del Norte.
Al Tano solo le resta observar al resto de sus valores para decidir sobre los componentes que se subirán al micro hoy después del mediodía rumbo a Lincoln, donde deberá hacer su último intento.