Entre ocho jueces federales estará el reemplazante del magistrado Daniel Rafecas en la causa en la que se investiga al vicepresidente Amado Boudou por la ex Ciccone Calcográfica. El polémico Norberto Oyarbide, que actuó favorable al kirchnerismo en varias causas, es uno de los candidatos. En rigor, se sortea el juzgado que deberá intervenir y hay tres magistrados que tienen más chances de quedarse con la causa porque cada uno tiene a su cargo dos juzgados.
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Entre ocho jueces federales estará el reemplazante del magistrado Daniel Rafecas en la causa en la que se investiga al vicepresidente Amado Boudou por la ex Ciccone Calcográfica. El polémico Norberto Oyarbide, que actuó favorable al kirchnerismo en varias causas, es uno de los candidatos. En rigor, se sortea el juzgado que deberá intervenir y hay tres magistrados que tienen más chances de quedarse con la causa porque cada uno tiene a su cargo dos juzgados.
Ellos son Oyarbide, Sergio Torres y Marcelo Martínez de Giorgi, que tienen a su cargo dos dependencias cada uno, lo que ocurre por las vacantes que hay en el fuero federal. Los otros jueces que pueden quedarse con la causa son María Romilda Servini de Cubría, Ariel Lijo, Rodolfo Canicoba Corral, Julián Ercolini y Claudio Bonadío.
El favorito: Oyarbide
Algunos de ellos son más conocidos públicamente que otros, pero quien lidera la lista de “mediáticos” es Oyarbide, que tiene entre sus manos varias de las causas más sensibles para el Gobierno.
El magistrado tramita los expedientes de la “mafia de los medicamentos”, del posible desvío de fondos de las Madres de Plaza de Mayo -en la que citó a indagatoria a los hermanos Sergio y Pablo Schoklender- y del presunto espionaje de Gendarmería a través del “Proyecto X”.
Asimismo, maneja la causa de las escuchas telefónicas, en la que procesó a Mauricio Macri, jefe de Gobierno porteño.
Oyarbide también cerró en 2009 la causa por presunto enriquecimiento ilícito contra Néstor y Cristina Kirchner por su incremento patrimonial.
Por su parte, el cuestionado juez Bonadío investiga hoy la tragedia ferroviaria de Once en la que murieron 51 personas y 700 resultaron heridas, y en cuyo marco citó a indagatoria a los ex secretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime -a quien mandó a juicio por dádivas en otra causa- y a directivos de la empresa Trenes de Buenos Aires.
En tanto, Lijo tramita un desprendimiento de la causa Ciccone: la denuncia de Boudou contra el estudio de abogados del exprocurador Esteban Righi por supuesto tráfico de influencias, aunque en este caso el vicepresidente debe ratificar esa presentación.
Preocupa embestid a contra Rívolo
La diputada nacional Graciela Ocaña manifestó ayer su “preocupación” por el apartamiento del juez Daniel Rafecas de la causa Ciccone Calcográfica, al afirmar que “se intentará en un próximo paso para lograr la impunidad de (el vicepresidente Amado) Boudou, separar al fiscal Carlos Rívolo”.
Ocaña advirtió que “el segundo objetivo” del kirchnerismo “es separar al fiscal”, y añadió que “eso preocupa porque puede generarse impunidad respecto a la investigación que involucra al vicepresidente Boudou”.
La diputada defendió el accionar de Rafecas, a quien consideró “un juez independiente, que más allá de alguna desprolijidad respecto de las comunicaciones que mantuvo con este abogado Iturraspe, ninguna de esas comunicaciones perjudicaban al socio de Boudou”.
“Claramente, creo que Rafecas es castigado porque dio curso a las medidas pedidas por el fiscal respecto al allanamiento del departamento que Boudou alquila en Puerto Madero, donde se concretaron pruebas que vinculan al dueño de la ex Ciccone Calcográfica con el vicepresidente”, dijo.
La diputada se refirió así a la decisión de los integrantes de la Cámara Federal, que consideraron que “resulta obligado el apartamiento del Dr. Rafecas”.