El fiscal federal Carlos Rívolo cerró filas hoy con el juez Daniel Rafecas, al anunciar que no lo recusará por el intercambio de mensajes de texto que el magistrado mantuvo con un abogado, en el que dio su opinión y cruzaron información sobre la causa donde se investiga al vicepresidente Amado Boudou por el caso de la empresa Ciccone calcográfica.
"Vengo a manifestar expresamente, con el fin de evitar todo tipo de suspicacia o errónea interpretación sobre la actuación que, en lo sucesivo, llevará adelante esta representación fiscal a mi cargo, que esta Fiscalía no presentará ningún pedido de recusación contra Vuestra Señoría", dijo Rívolo a través de un escrito al que accedió DyN.
Sin nombrarlo, Rívolo también aludió en su manifiesto al saliente Procurador General de la Nación, Esteban Righi, sobre quien dijo que nunca se sintió "presionado ni influenciado" por el ex jefe de los fiscales.
"Respecto de mis superiores nunca me han contactado siquiera con relación a este caso y, por ende, jamás me he visto impedido, coartado, presionado ni influenciado, en el normal desarrollo de mi labor", sostuvo.
La postura de Rívolo se conoce luego que se difundieron mensajes sobre la causa entre Rafecas y el abogado Ignacio Danuzzo Iturraspe, del cual es amigo desde hace 20 años, según dijo el juez.
Se trata de contactos telefónicos al inicio de la causa sobre cómo estaba el expediente y las pruebas que había hasta el momento, además de intercambiar impresiones acerca de la postura del fiscal y la situación de Boudou, quien criticó públicamente en el Senado a Rívolo y Rafecas.
"Lo que sí interesa a este Ministerio Público para evaluar si corresponde o no una medida extrema como es el pedido de recusación que pudiera yo formular contra un magistrado, es cuál ha sido la conducta que concretamente ha demostrado en la causa", sostuvo Rívolo en su escrito elevado a Rafecas.
Al respecto consideró que nunca vio impedida su tarea "como Fiscal en el impulso de la acción penal" y que "ha trabajado con absoluta autonomía y con total respeto por su investidura pública".
"Insisto: jamás he tenido obstáculos que sortear en esta causa que fueron achacables a una actuación irregular o sospechable de Vuestro Señoría, más bien todo lo contrario", aseveró.
Además, consideró que el intercambio de mensajes de Rafecas e Iturraspe es "personal y propio de la esfera privada de las comunicaciones" que se dio en un momento que la investigación estaba "en una etapa realmente incipiente".
"En efecto, el intercambio ha sucedido en un momento en el que el expediente ya estaba en manos de esta Fiscalía, y se encontraba en una etapa realmente incipiente", explicó.
"Debo mencionar que surge claramente de la causa de referencia que, de momento, no se encuentra presentado en el expediente, ni como abogado ni como parte, ninguna persona que se llame Ignacio Danuzzo Iturraspe", sostuvo como otro argumento a favor de Rafecas.
Por otra parte, Rívolo rechazó las acusaciones de Boudou acerca de que hay en Tribunales una "agencia de noticias", por la presunta filtración de información. En ese sentido, negó que le haya adelantado a los medios de comunicación el allanamiento al departamento de Boudou y dijo que en cada procedimiento que se hizo en la causa siempre "ya había allí algún fotógrafo o una 'guardia periodística'".
"En algún caso, inclusive, las personas que recibieron a la comitiva, expresaron al respecto que tales guardias llevaban días y hasta semanas en el lugar", agregó.
En ese marco, consideró "tendencioso y pueril" culparlo a él y a Rafecas de la filtración del allanamiento, tal como hizo Boudou, "cuando es sabido que tales guardias periodísticas, especialmente de fotógrafos, son habituales en todos los lugares que están siendo objeto de una investigación de la envergadura y trascendencia similar a la que nos ocupa".
"Desconocer que los medios supieran la existencia de un departamento en el edificio de la calle Juana Manso, de Puerto Madero, que pudiera eventualmente ser objeto de una pesquisa judicial, es subestimar la inteligencia de cualquier ciudadano que ha seguido las publicaciones hechas por todos los diarios, de uno y otro signo ideológico editorial", opinó.
"Me sorprendió a mí primero que a nadie", dijo sobre la noticia del allanamiento, y explicó que tras el procedimiento, y levantado el secreto de la causa, le informó a Rafecas su "decisión de efectuar un comunicado a los medios de prensa que habitualmente venían cubriendo este caso" sobre los resultados de la medida.
"Considero que la innegable importancia institucional que este caso tiene y la necesidad de aclarar lo mejor posible la información dada a publicidad, merecía y justificaba, por supuesto, mi intervención para ese fin", explicó Rívolo. Y resaltó que "la necesidad republicana de dar a publicidad la información del caso, a la opinión pública con la mayor corrección posible, debe ser prioritaria".
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El fiscal federal Carlos Rívolo cerró filas hoy con el juez Daniel Rafecas, al anunciar que no lo recusará por el intercambio de mensajes de texto que el magistrado mantuvo con un abogado, en el que dio su opinión y cruzaron información sobre la causa donde se investiga al vicepresidente Amado Boudou por el caso de la empresa Ciccone calcográfica.
"Vengo a manifestar expresamente, con el fin de evitar todo tipo de suspicacia o errónea interpretación sobre la actuación que, en lo sucesivo, llevará adelante esta representación fiscal a mi cargo, que esta Fiscalía no presentará ningún pedido de recusación contra Vuestra Señoría", dijo Rívolo a través de un escrito al que accedió DyN.
Sin nombrarlo, Rívolo también aludió en su manifiesto al saliente Procurador General de la Nación, Esteban Righi, sobre quien dijo que nunca se sintió "presionado ni influenciado" por el ex jefe de los fiscales.
"Respecto de mis superiores nunca me han contactado siquiera con relación a este caso y, por ende, jamás me he visto impedido, coartado, presionado ni influenciado, en el normal desarrollo de mi labor", sostuvo.
La postura de Rívolo se conoce luego que se difundieron mensajes sobre la causa entre Rafecas y el abogado Ignacio Danuzzo Iturraspe, del cual es amigo desde hace 20 años, según dijo el juez.
Se trata de contactos telefónicos al inicio de la causa sobre cómo estaba el expediente y las pruebas que había hasta el momento, además de intercambiar impresiones acerca de la postura del fiscal y la situación de Boudou, quien criticó públicamente en el Senado a Rívolo y Rafecas.
"Lo que sí interesa a este Ministerio Público para evaluar si corresponde o no una medida extrema como es el pedido de recusación que pudiera yo formular contra un magistrado, es cuál ha sido la conducta que concretamente ha demostrado en la causa", sostuvo Rívolo en su escrito elevado a Rafecas.
Al respecto consideró que nunca vio impedida su tarea "como Fiscal en el impulso de la acción penal" y que "ha trabajado con absoluta autonomía y con total respeto por su investidura pública".
"Insisto: jamás he tenido obstáculos que sortear en esta causa que fueron achacables a una actuación irregular o sospechable de Vuestro Señoría, más bien todo lo contrario", aseveró.
Además, consideró que el intercambio de mensajes de Rafecas e Iturraspe es "personal y propio de la esfera privada de las comunicaciones" que se dio en un momento que la investigación estaba "en una etapa realmente incipiente".
"En efecto, el intercambio ha sucedido en un momento en el que el expediente ya estaba en manos de esta Fiscalía, y se encontraba en una etapa realmente incipiente", explicó.
"Debo mencionar que surge claramente de la causa de referencia que, de momento, no se encuentra presentado en el expediente, ni como abogado ni como parte, ninguna persona que se llame Ignacio Danuzzo Iturraspe", sostuvo como otro argumento a favor de Rafecas.
Por otra parte, Rívolo rechazó las acusaciones de Boudou acerca de que hay en Tribunales una "agencia de noticias", por la presunta filtración de información. En ese sentido, negó que le haya adelantado a los medios de comunicación el allanamiento al departamento de Boudou y dijo que en cada procedimiento que se hizo en la causa siempre "ya había allí algún fotógrafo o una 'guardia periodística'".
"En algún caso, inclusive, las personas que recibieron a la comitiva, expresaron al respecto que tales guardias llevaban días y hasta semanas en el lugar", agregó.
En ese marco, consideró "tendencioso y pueril" culparlo a él y a Rafecas de la filtración del allanamiento, tal como hizo Boudou, "cuando es sabido que tales guardias periodísticas, especialmente de fotógrafos, son habituales en todos los lugares que están siendo objeto de una investigación de la envergadura y trascendencia similar a la que nos ocupa".
"Desconocer que los medios supieran la existencia de un departamento en el edificio de la calle Juana Manso, de Puerto Madero, que pudiera eventualmente ser objeto de una pesquisa judicial, es subestimar la inteligencia de cualquier ciudadano que ha seguido las publicaciones hechas por todos los diarios, de uno y otro signo ideológico editorial", opinó.
"Me sorprendió a mí primero que a nadie", dijo sobre la noticia del allanamiento, y explicó que tras el procedimiento, y levantado el secreto de la causa, le informó a Rafecas su "decisión de efectuar un comunicado a los medios de prensa que habitualmente venían cubriendo este caso" sobre los resultados de la medida.
"Considero que la innegable importancia institucional que este caso tiene y la necesidad de aclarar lo mejor posible la información dada a publicidad, merecía y justificaba, por supuesto, mi intervención para ese fin", explicó Rívolo. Y resaltó que "la necesidad republicana de dar a publicidad la información del caso, a la opinión pública con la mayor corrección posible, debe ser prioritaria".