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Israel pidió armas potentes contra Irán

Miércoles, 07 de marzo de 2012 19:55
Benjamín Netanyahu no recibió luz roja para un ataque militar a Irán pero tampoco luz verde. “No fuimos a la reunión de Washington para imponer líneas rojas o pedir luz verde a un ataque”, añadió sobre la cumbre Amidror.

Tras la decisiva reunión -llamada Cumbre Irán- con el presidente norteamericano, Barack Obama en Washington, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, regresa a Israel en un mar de filtraciones y declaraciones sobre un posible ataque contra el proyecto nuclear iraní.

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Benjamín Netanyahu no recibió luz roja para un ataque militar a Irán pero tampoco luz verde. “No fuimos a la reunión de Washington para imponer líneas rojas o pedir luz verde a un ataque”, añadió sobre la cumbre Amidror.

Tras la decisiva reunión -llamada Cumbre Irán- con el presidente norteamericano, Barack Obama en Washington, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, regresa a Israel en un mar de filtraciones y declaraciones sobre un posible ataque contra el proyecto nuclear iraní.

“Ahora es el momento de reunirse, digerir y estudiar concienzudamente lo que nos ha dicho Estados Unidos. Después decidiremos”, afirmó el asesor de Seguridad Nacional israelí, Yaacov Amidror, quien no desmintió ni confirmó una petición muy significativa de Netanyahu a su máximo aliado: la venta de las poderosas bombas antibúnker GBU-28 y de modernos aviones de suministro de combustible.

Según una fuente de la Casa Blanca citada por varios medios israelíes, Obama “estudiará de forma positiva la petición”. La sensación es que accederá a la venta del arsenal deseado, cuestión que está siendo tratada por el secretario de Defensa, Leon Panetta y su homólogo israelí, Ehud Barak. “Nosotros no solemos hablar de nuestras armas, ni, por supuesto, de lo que pedimos o no a EEUU”, responde Amidror. Se trata de dos instrumentos básicos para que la Fuerza Aérea israelí golpee de forma significativa las instalaciones nucleares iraníes. En primer lugar, debido a la distancia entre ambos países. “La recarga de combustible en el aire será crítica. Los cazas israelíes no necesitan solamente entrar y salir del espacio aéreo iraní. Necesitan tener suficiente combustible para disponer de tiempo sobre sus objetivos y cubrir cualquier contingencia que pueda surgir en la misión”, afirmó el experto militar Douglas Barrie en un reciente informe.

Israel posee varios aviones cisterna basados en la estructura del Boeing 707, pero teóricamente no son suficientes ante una operación de esta envergadura en tiempo, distancia y oposición. Respecto a la ya vieja demanda israelí de las bombas GBU-

28, los servicios secretos de varios países creen que Irán está acelerando el enriquecimiento de uranio en plantas ultraprotegidas y subterráneas, como por ejemplo Fordow, cerca de la ciudad de Qom. Según Teherán, el plan tiene fines pacíficos. Cabe destacar que el expresidente George W. Bush se negó a la venta de estas bombas, propuesta hecha por el entonces primer ministro Ehud Olmert. Durante el mandato de Obama, el suministro de las GBU-28 fue tratado en más de una ocasión y ahora será completado. Aunque parezca una paradoja, es un “caramelo” presidencial más para que Netanyahu no lance un ataque en los próximos meses. Uno compra bombas antibúnker y el otro, tiempo. El jefe de Gobierno israelí ha arrancado un mayor compromiso de EEUU ante el programa nuclear iraní.

Tras las advertencias de Obama ante las consecuencias (humanas, militares, políticas, económicas) de un ataque que desembocaría quizá en una guerra regional, los portavoces de Netanyahu citan las palabras de Obama: “Se debe tratar el enorme precio que significa que Irán tenga la bomba atómica”.

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