¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La danza suele bailar en el peligro

Domingo, 04 de marzo de 2012 03:15

No es erróneo decir que muchas más bailarinas clásicas que las imaginables podrían hacer el papel de Natalie Portman en “El cisne negro”, la película de Darren Aronofsky, que sin dejar dudas muestra el lado más oscuro del mundo de la danza. En el filme, la protagonista, sometida a una enorme presión, cae en la más absoluta de las paranoias por la competitividad, que impera entre las jóvenes aspirantes a convertirse en bailarinas de primer nivel.
Es un problema real y se confirmó en la semana que termina, cuando se conoció el despido de María Francesca Garritano, bailarina del teatro Scala de Milán, por revelar que algunas de sus compañeras son anoréxicas.
Con ello volvió a correr el velo de un problema que existe, que es real, aunque otros asuntos mundanos intenten cubrirlo o ponerle otros rótulos, con el solo fin de ocultar una realidad que a nadie escapa.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

No es erróneo decir que muchas más bailarinas clásicas que las imaginables podrían hacer el papel de Natalie Portman en “El cisne negro”, la película de Darren Aronofsky, que sin dejar dudas muestra el lado más oscuro del mundo de la danza. En el filme, la protagonista, sometida a una enorme presión, cae en la más absoluta de las paranoias por la competitividad, que impera entre las jóvenes aspirantes a convertirse en bailarinas de primer nivel.
Es un problema real y se confirmó en la semana que termina, cuando se conoció el despido de María Francesca Garritano, bailarina del teatro Scala de Milán, por revelar que algunas de sus compañeras son anoréxicas.
Con ello volvió a correr el velo de un problema que existe, que es real, aunque otros asuntos mundanos intenten cubrirlo o ponerle otros rótulos, con el solo fin de ocultar una realidad que a nadie escapa.

"La Scala llegó al límite”
 

Liliana Ivanoff, subdirectora del Ballet Oficial de Salta, explicó que la danza, como las modelos y las gimnastas, sufre lo que es “la imagen ideal”, del mismo modo como sufren las mujeres comunes cuando encuentran que la mayoría de los talles son “small”.
“En las escuelas de baile, lo que debe exigirse -remarcó la maestra de baile- es control médico y análisis dos veces por año. Las chicas deben tener una dieta sana, no morirse de hambre, eso es una locura total”, puntualizó.
Agregó que también tiene que ver la contextura física, su genética. “Yo conozco bailarines vegetarianos, otros que viven con dietas hipocalóricas, depende de cada cuerpo, de la conciencia de cada uno sobre su propio cuerpo, de la altura, del peso”, sostuvo Ivanoff.
Sobre la dinámica de trabajo que aplican en el ballet, junto a su esposo y director del cuerpo, Leandro Regueiro, dijo que la actividad se desarrolla de 10 a 17, con un descanso de 15 minutos al mediodía, lapso en el cual los jóvenes comen diferentes alimentos, desde yogures con fruta y batidos proteicos hasta ensaladas varias con distintos nutrientes. “Depende de cada cuerpo sobre el que debe hacerse un estricto seguimiento médico”, sintetizó.
El ballet de Salta no tiene asistencia de nutricionistas. Cada integrante, según su edad, se va concientizando de la importancia de los límites de la alimentación.

“Al límite”

En cuanto al despido de la solista de la Scala de Milán por revelar la existencia de compañeras anoréxicas, Liliana Ivanoff cree que con esta medida la Scala llegó al límite. Aunque desconoce en profundidad lo sucedido, cree que “es una barbaridad” haber separado a la bailarina por sus revelaciones.
“Habría que ver qué pasó antes, si hubo algo que desconocemos por lo que el ballet llegó a tomar esa medida extrema de separar a esa profesional”, reconoció.
“Ellas, las bailarinas, y todas las personas tienen que estar fuertes para poder responder saludablemente con las exigencias de las actividades”, consignó. Y añadió: “Nunca es recomendable y menos saludable obligar a alguien, cualquier persona a no comer o a comer menos de lo que su físico y su actividad requieren”.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD