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En el planeta de los cuerdos, el Loco Bielsa es rey

Sabado, 17 de marzo de 2012 22:15

Idolatrado o defenestrado por muchos en nuestro país, pero digno de admiración y respeto, el Loco Bielsa se ganó, en silencio, un lugar en la cúspide del fútbol mundial con el modesto Athletic de Bilbao.

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Idolatrado o defenestrado por muchos en nuestro país, pero digno de admiración y respeto, el Loco Bielsa se ganó, en silencio, un lugar en la cúspide del fútbol mundial con el modesto Athletic de Bilbao.

El pase a cuartos de final de la Europa League frente al poderoso Manchester United y la obtención del pase a la final de la Copa del Rey, que definirá ante el Barcelona, son éxitos que lo convirtieron nuevamante en ídolo en tierras lejanas, tal como ocurrió en Chile. Pero no solo sus triunfos son valorados, Bielsa también se ganó los corazones a base de trabajo, esfuerzo y, por supuesto, su particular forma de ser.

Responsable, serio, maniático, perfeccionista, obsesivo, un científico de la dirección técnica; disfruta como nadie de la soledad a la hora de compenetrarse en un proyecto. Nadie como él vive con locura extrema la pasión por el fútbol. “Un hombre con nuevas ideas es un loco, hasta que triunfa”, es una de sus frases de cabecera que convirtió en filosofía de vida.

En su nueva incursión por España no tuvo el mejor comienzo. Fue duramente criticado por la prensa de Bilbao, que hasta llegó a burlarse de sus singulares métodos de trabajo. Pero Bielsa, con perseverancia, fue capaz de convencer a sus jugadores de que los resultados llegarían y así sucedió.

Perfil intelectual

Nacido en Rosario, Bielsa surgió de un hogar sumamente intelectual, es hijo y hermano de especialistas en derecho y reconocidos jurisconsultos de la provincia de Santa Fe; descubrió casi a los 30 años que su talento era ser director técnico, porque como jugador había sido un mediocre defensor central del montón, pero amaba el fútbol sobre la vocación familiar de ejercer el derecho, como lo hicieron con éxito su abuelo, su padre y dos de sus hermanos.

En 1985 se gradúo de entrenador y se fue a Buenos Aires. Gracias a la intervención de su hermano (Rafael), el Loco consiguió su primer equipo para dirigir en la UBA (Universidad de Buenos Aires)

Después vendrían los ocho años en las inferiores de Newells, para luego dirigir la primera y salir campeón en la mismísima Bombonera con el equipo rosarino (1991). Con Newell's perdió la final de Libertadores ante San Pablo, y luego obtuvo el campeonato de 1998 con Vélez Sarsfield, lo que le dio chapa para dirigir la Selección argentina; en la que revolucionó todo con sus métodos de entrenamiento, su propuesta ultraofensiva con precisión en velocidad practicada hasta el cansancio. A pesar de todo, su paso por la Albiceleste tuvo luces y sombras.

Tras una humillante eliminación en primera ronda en el Mundial de Corea-Japón 2002, Bielsa nunca dejó de creer, siguió confiando en su proyecto, llevó a la Argentina a la final de la Copa América de Perú 2004 y en los Juegos de Atenas ganó la primera medalla de oro olímpica para el fútbol argentino en forma invicta.

Luego argumentó “pérdida de energía” para justificar sus ganas de no seguir y el autoexilio, que fue más que nada una salida elegante luego de descubrir tanta miseria humana en el entorno del fútbol.

En 2010 Chile lo cobijó, le dio todo lo que buscaba, confió en su trabajo, en su proyecto, en su capacidad. Y el Loco le respondió logrando la mejor campaña en una eliminatoria y en el Mundial de Sudáfrica con la Roja. Luego de cumplir el objetivo propuesto renunció a su cargo como seleccionador trasandino y rechazó varias ofertas que prometían cubrirlo de dólares pero que no lo seducían en absoluto a nivel futbolístico.

Ya en 2011, aceptó dirigir el Athletic y en poco tiempo revolucionó Bilbao con su idea de buscar siempre la victoria a partir de un esquema generoso y ofensivo. Los hinchas lo aman y el Loco retribuye ese amor con logros.

Como había pasado cuando era técnico de Chile, Bielsa volvió a adoptar la figura de ídolo de culto que traspasa los lineamientos futbolísticos.

La prensa, su rival

Una faceta única del estilo Bielsa es su trato con la prensa. “Todos los medios deben recibir la misma atención de mi parte: desde el canal más importante de la capital hasta el periódico más pequeño del interior”, dijo una vez. Tal vez por ello las conferencias de prensa sean la única posibilidad que existe de hablar con él, en las que no se lo puede malinterpretar. En ellas sus monólogos son una constante. Se muestra tímido, receloso, negando la mirada a las cámaras y en algunas se ha extendido por más de cuatro horas. Un Loco en serio, que no se mete en polémicas y prefiere hablar a través sus actos. “Prefiero que nadie me conozca a que me conozcan equivocadamente”, es una de sus frases preferidas que refleja su carácter excéntrico.

Así es Bielsa, un hombre con convicciones inquebrantables que cayó, y se puso de pie. Que fue menospreciado en su tierra y decidió buscar afuera el reconocimiento perdido. El tiempo le dio la razón y no se jacta de ello, porque en el planeta de los cuerdos... el Loco demostró ser rey.

 

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