El dique recibe las aguas principalmente de los ríos Arenales y Guachipas, que antes de desembocar en el espejo de agua de 13.160 hectáreas recogen su caudal de otros afluentes importantes. Es por eso que la salud de estos dos ríos repercute directamente en la vida del dique Cabra Corral, particularmente el estado del Arenales, el mayor receptor de agua de lluvia de la provincia y también el cauce más contaminado.
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El dique recibe las aguas principalmente de los ríos Arenales y Guachipas, que antes de desembocar en el espejo de agua de 13.160 hectáreas recogen su caudal de otros afluentes importantes. Es por eso que la salud de estos dos ríos repercute directamente en la vida del dique Cabra Corral, particularmente el estado del Arenales, el mayor receptor de agua de lluvia de la provincia y también el cauce más contaminado.
Según el Proyecto de Saneamiento del Río Arenales, presentado en 2010 por el Ministerio de Ambiente de la Provincia, además de agua, corren sobre el cauce los líquidos cloacales del municipio de Salta y los afluentes de distintos establecimientos industriales. También se encuentran sobre sus márgenes el antiguo basural de La Pedrera y el nuevo basural municipal San Javier, más decenas de micro basurales.
Además, por el río llegan al dique las aguas de origen doméstico de poblaciones grandes y pequeñas, que en su mayoría no cuentan con un sistema de tratamiento adecuado. Como si fuera poco, la corriente arrastra las sobras del riego de todos los emprendimientos agropecuarios del Valle de Lerma.
El año pasado la Defensoría del Pueblo de la Nación advirtió que los valores de bacterias en el dique se triplicaron en un lapso de tres meses. El impacto de esos residuos contaminantes transportados por el río también afectan las aguas subterráneas.