A las 10.40, del 26 de junio, moría Virgilio Choque en un accidente vial en la ruta nacional 34.
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A las 10.40, del 26 de junio, moría Virgilio Choque en un accidente vial en la ruta nacional 34.
En ese momento comenzaron las especulaciones sobre cómo seguirían las relaciones entre los docentes y el Gobierno provincial.
El hombre había estado casi 20 años al frente de la Asociación Docente Provincial y su reemplazo disparaba suposiciones tan insólitas como las del regreso de los afiliados que se fueron tras el descontento con el gremialista por su amplia versatilidad con los gobiernos de turno.
Las disidencias fueron ocurriendo tras la serie de negociaciones salariales en donde varias fueron las acusaciones de haber entregado los derechos de los maestros.
En la última negociación paritaria había obtenido un aumento del 22%, escalonado con un 11% en febrero, un 6% en marzo y finalmente un 5% en julio.
El acuerdo había sido firmado en octubre de 2011 y regiría para los salarios de 2012.
El descontento de los trabajadores dejó de mantenerse latente y se hizo manifiesto cuando Ctera logró un 25%, a nivel nacional a fines de febrero.
Sin embargo todo siguió sin quejas y los maestros continuaron con el arreglo de octubre del año anterior.
Todos le apuntaban siempre a Choque porque ADP es el gremio con la mayor cantidad de afiliados y es quien al fin y al cabo siempre inclina la balanza definitivamente.
Su muerte dejaba significativamente un espacio central de poder donde se jugaban los salarios de unos 25 mil trabajadores en la provincia.
Salarios que recién en agosto de este año llegaron al aumento del 22 por ciento, pero que ya estaban desmantelados con el 30 por ciento de inflación real que se experimentaba desde enero.
Sueldos donde casi un 45 por ciento figura como adicional no remunerativo por lo que se perciben aguinaldos de 700 pesos.
Una composición salarial complejísima donde hay casos donde docentes que trabajan en el interior no cobran por Transporte ni mucho menos por Zona Inhóspita.
Más difícil de discutir cuando en la misma bolsa se mezclan los salarios de maestros, profesores secundarios, de las técnicas, especiales, auxiliares; en ese horno cayó Patricia Argañaraz.
Sucesora
De acuerdo al reglamento de ADP, la sucesora debía ser la secretaria adjunta, en este caso una docente de Nivel Inicial de Orán que desde un primer momento trabajó en diferenciarse de la anterior comisión directiva. En julio trajo a la titular nacional de Ctera, Estela Maldonado, y juntas prometían una lucha más contundente en favor de la recomposición salarial de los docentes.
Llegó octubre nuevamente y el Gobierno hizo la misma propuesta de aumento que la del año pasado; aunque más austera: el 20%, y escalonado.
Los gremios, sólo en un principio pidieron 30% y que se haga efectivo a partir de enero.
Al final, y luego de una novela con la intergremial cerraron por el 23.5%, escalonado y apostando a alguna mejora con las paritarias nacionales.
Los docentes dirán, con el sueldo en mano, que durante 2012 nada cambió significativamente, a pesar del recambio obligado en el gremio más fuerte de los docentes.
Las siglas que no dicen nada
En septiembre vino Hugo Yasky, que fracturó la CTA nacional y se alió con ADP local.
Esta última luego se distanció de SADOP, UDA, ATE, UPCN y AMET en el momento de mayor tensión en la negociación salarial.
A su vez DASA y Tribuna Docente los acusaron de no defender a los maestros y la pelea mediática se trabó en una cuestión: quiénes debían tener los fueros sindicales.
Al final, con tantas siglas gremiales, todos le dieron el “sí, quiero” al Gobierno, firmaron el acuerdo y no hay dudas que, como siempre, la inflación seguirá (durante 2013) comiendo el magro poder adquisitivo del salario docente y su dignidad como trabajadores.