Un entramado novelesco de amores, infidelidades, mentiras y engaños aparece en la causa que investiga la muerte del martillero Víctor Flores, quien falleció de un ataque cardíaco al enterarse in situ que su esposa lo engañaba con un joven de 22 años. Según informó el diario entrerriano UNO fuentes allegadas a la investigación, en las primeras horas de la mañana del domingo 16 de diciembre, la esposa del martillero público denunció un robo y logró desviar la investigación. Forastieri dijo que dos ladrones ingresaron a su casa en busca de un dinero que su esposo habría cobrado en un reciente remate, que lo maniataron y golpearon, mientras a ella también le reclamaban plata y le sacaron los 1.500 pesos que tenía en la cartera. Flores sufría de hipertensión, no soportó la situación y murió de un infarto. Luego los delincuentes huyeron en el auto del matrimonio. Como la puerta no había sido forzada, la mujer explicó que la habían dejado abierta por el calor.
Cada día que pasa se conoce un nuevo elemento acerca de la verdadera historia detrás de la muerte de Víctor Flores, de 53 años, ocurrido hace una semana en la ciudad de La Paz. Al principio se barajó la hipótesis de un violento asalto en la casa de calle 3 de febrero 683. Luego se afianzó la teoría de un robo por parte de un delincuente con la complicidad de la esposa de la víctima, Alicia Forastieri, de 49 años. Finalmente, se sospecha que Víctor Flores sufrió un pico de presión cuando llegó a su casa el amante de su mujer, Luchi Valdez, de 22 años. Esto logró salir a la luz por la denuncia policial que hizo la novia del joven, al sospechar que la engañaba con la mujer de un par de décadas mayor que él.
La historia resultaba creíble y la escena había sido montada para ello. Horas más tarde el Chevrolet Astra fue hallado abandonado en las afueras de la ciudad, con una botella de whisky “robada”.
Sin embargo, ese día una joven se presentó en la comisaría y derribó la mentira. Denunció que su pareja se había ido de su casa, porque mantenía una relación con una mujer mayor que él. Dio el nombre, Alicia Forastieri, y el de su novio, Luchi Valdez, que estaba parando en un hotel de la ciudad. Los cabos sueltos se empezaron a atar. Del robo al drama pasional. En un procedimiento policial, Valdez fue detenido. Así nació la segunda hipótesis: el joven y la mujer pergeñaron el robo del dinero de Flores, simulando un asalto, pero todo se fue de las manos cuando la salud del martillero no resistió.
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Un entramado novelesco de amores, infidelidades, mentiras y engaños aparece en la causa que investiga la muerte del martillero Víctor Flores, quien falleció de un ataque cardíaco al enterarse in situ que su esposa lo engañaba con un joven de 22 años. Según informó el diario entrerriano UNO fuentes allegadas a la investigación, en las primeras horas de la mañana del domingo 16 de diciembre, la esposa del martillero público denunció un robo y logró desviar la investigación. Forastieri dijo que dos ladrones ingresaron a su casa en busca de un dinero que su esposo habría cobrado en un reciente remate, que lo maniataron y golpearon, mientras a ella también le reclamaban plata y le sacaron los 1.500 pesos que tenía en la cartera. Flores sufría de hipertensión, no soportó la situación y murió de un infarto. Luego los delincuentes huyeron en el auto del matrimonio. Como la puerta no había sido forzada, la mujer explicó que la habían dejado abierta por el calor.
Cada día que pasa se conoce un nuevo elemento acerca de la verdadera historia detrás de la muerte de Víctor Flores, de 53 años, ocurrido hace una semana en la ciudad de La Paz. Al principio se barajó la hipótesis de un violento asalto en la casa de calle 3 de febrero 683. Luego se afianzó la teoría de un robo por parte de un delincuente con la complicidad de la esposa de la víctima, Alicia Forastieri, de 49 años. Finalmente, se sospecha que Víctor Flores sufrió un pico de presión cuando llegó a su casa el amante de su mujer, Luchi Valdez, de 22 años. Esto logró salir a la luz por la denuncia policial que hizo la novia del joven, al sospechar que la engañaba con la mujer de un par de décadas mayor que él.
La historia resultaba creíble y la escena había sido montada para ello. Horas más tarde el Chevrolet Astra fue hallado abandonado en las afueras de la ciudad, con una botella de whisky “robada”.
Sin embargo, ese día una joven se presentó en la comisaría y derribó la mentira. Denunció que su pareja se había ido de su casa, porque mantenía una relación con una mujer mayor que él. Dio el nombre, Alicia Forastieri, y el de su novio, Luchi Valdez, que estaba parando en un hotel de la ciudad. Los cabos sueltos se empezaron a atar. Del robo al drama pasional. En un procedimiento policial, Valdez fue detenido. Así nació la segunda hipótesis: el joven y la mujer pergeñaron el robo del dinero de Flores, simulando un asalto, pero todo se fue de las manos cuando la salud del martillero no resistió.