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Los desafíos de Barack Obama

Miércoles, 07 de noviembre de 2012 19:43

.Sin tiempo para celebrar su victoria, Barack Obama, el primer presidente afroamericano de la historia de los Estados Unidos y reelecto ayer, deberá desde el primer día comenzar a lidiar con los principales temas del país en materia económica que tendrán consecuencia en los años venideros.

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.Sin tiempo para celebrar su victoria, Barack Obama, el primer presidente afroamericano de la historia de los Estados Unidos y reelecto ayer, deberá desde el primer día comenzar a lidiar con los principales temas del país en materia económica que tendrán consecuencia en los años venideros.

El principal desafío, será negociar con un Congreso que conservó su mayoría republicana en Representantes, lo que requerirá del trabajo conjunto de un partido republicano conflictuado internamente y que ahora, tras no haber recibido el apoyo de los ciudadanos para llevar a Mitt Romney a la Casa Blanca, deberá repensar su estrategia partidaria a futuro.

“Los republicanos tienen la medicina más difícil, amarga de digerir, porque creo en cuatro años es bastante predecible que la economía se recuperará, el ciclo económico recuperará el empleo y tendremos un "Obamacare" (la reforma sanitaria impulsada por Obama) funcionando”, comentó a esta agencia el analista político Chris Arterton.

Ante este escenario, “el liderazgo republicano va a tener que determinar sobre la dirección a tomar”, agregó el especialista. No obstante, Arterton señaló que será necesario que las decisiones estratégicas sean tomadas desde ambos partidos y bajo la condición de que “Obama proponga un paquete de negociación razonable para lidiar con ellos”.

Obama, con una fuerte campaña de voluntarios y de su base partidaria, logró captar el apoyo de votantes claves como los integrantes de la industria automotriz en Ohio, donde la implementación de un plan de salvataje al que Romney se opuso, logró salvar millones de empleos.

A su vez, tuvo a su lado el voto femenino que le aseguró varios estados necesarios para llegar a la Casa Blanca y, fundamentalmente, el alto porcentaje de voto latino, con el recuerdo aún fresco de la decisión del mandatario de legalizar a miles de jóvenes indocumentados que fueron traídos por sus padres de niños.

No obstante, los demócratas no pudieron convencer al hombre blanco votante, que Romney sí supo captar por una diferencia cercana a los 20 puntos y esto también fue analizado por Arterton.

“Si la demografía del electorado estadounidense de 2012 hubiera sido como la de 2000, Romney hubiera sido elegido presidente”, afirmó el analista. “Pero estamos viendo un crecimiento en dos sentidos: uno entre latinos que pasó de 8% a 10% entre 2008 a 2012; de los jóvenes que aumentó de 18% a 19%; mientras que el votante blanco cayó del 74% al 72%”, precisó.

En ese sentido, los analistas coinciden en que los republicanos deberán rever su adaptación a la nueva demografía del país y, sobre todo, a los hispanos como primera minoría para no seguir perdiendo votos.

Y este punto, teniendo en cuenta el tema de la reforma migratoria, “será el próximo de la agenda de Obama” una vez tenga resueltos los asuntos apremiantes de la economía, comentó el experto y profesor de la Universidad de George Washington.

En materia de política exterior, existe una coincidencia general entre los especialistas en que los principales puntos a abordar tendrán que ver con Medio Oriente.

“Qué va a pasar con Irán es el próximo gran tema en Medio Oriente”, dijo el analista demócrata Joe Baerlein, mencionando que eso “estará relacionado con lo que ocurra con Israel y todo Medio Oriente”, mientras que “el terrorismo continúa siendo una preocupación”.

Para Arterton, con Irán ya sobre la mesa, el presidente número 45 de los Estados Unidos “le dará atención al tema de las conversaciones entre israelíes y palestinos, en la forma que trataron de hacerlo en los primeros tres años de la administración”.

La nueva administración demócrata, “le dará más atención al área del Pacífico, particularmente a su relación con China” mientras que “desafortunadamente las relaciones con América Latina seguirán como han sido, sin demasiada atención para ese área del mundo en términos de prioridades”, concluyó el analista.

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