Como el nombre de la película argentina ganadora de un Oscar, “El secreto de sus ojos”, la mirada de Walter Andrés Pérez (32), intenta ocultar parte de culpa, resentimiento y dolor, además de las evidentes cicatrices en su sien, que aún tiene huellas del disparo y evidencian la violencia de la trágica noche del 16 de abril de 2011.
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Como el nombre de la película argentina ganadora de un Oscar, “El secreto de sus ojos”, la mirada de Walter Andrés Pérez (32), intenta ocultar parte de culpa, resentimiento y dolor, además de las evidentes cicatrices en su sien, que aún tiene huellas del disparo y evidencian la violencia de la trágica noche del 16 de abril de 2011.
Ese día, el hombre, imputado en la causa caratulada como homicidio en grado de tentativa, privación ilegítima de la libertad y abuso sexual con el uso de armas, ingresó al domicilio de su expareja, Rosa del Milagro Ponce, en el barrio Castañares, en la zona norte de esta capital, y tras encerrarla durante toda una jornada, obligarla a mantener relaciones sexuales en tres oportunidades, agobiado por los celos le dio tres balazos en el cuerpo y luego se disparó la misma cantidad de tiros con el fin de acabar con su propia vida.
Increíblemente, tras una serie de intervenciones quirúrgicas ambos sobrevivieron al hecho y ayer se inició el juicio contra del atacante.
Sin embargo, antes del ingreso de los nueve testigos que prestaron declaración en la primera jornada de audiencias en la Cámara del Crimen II, integrada por los magistrados Angel Longarte, Bernardo Ruiz y Carlos Pucheta, Pérez dio una versión poco creíble de los hechos.
“Ese día yo llegué de Buenos Aires (de donde es oriundo) y quise darle una sorpresa a Rosa, que no me esperaba. Sin embargo, al llegar a "mi' casa la vi en la vereda lavando un taxi, por lo que me enojé y le grité, porque pensé que me estaba engañando. Desde ahí no recuerdo más, hasta que me desperté 32 días después en el hospital San Bernardo con tres tiros en mi rostro”.
“Sospecho -siguió- que el autor de los disparos fue Darío, el hermano de Rosa, quien trabaja en el Sistema de Emergencias 911 y me tenía muchos celos, porque yo ganaba mucho dinero trabajando en la construcción”.
Tras ser consultado por los testimonios aportados por la víctima, quien afirmó que Pérez es una persona extremadamente celosa, el acusado comentó: “Fui y voy a ser celoso toda mi vida. Nadie me va a cambiar y, además, ella tenía motivos para que yo la celara; su bello cuerpo es un ejemplo de ello”.
Además, agregó: “Nunca le hice daño a mi mujer porque la amo y sé que ella me amó, me ama y me va a amar siempre”.
Luego, tras los testimonios aportados por el personal de Criminalística, el imputado negó haberle escrito una dedicatoria amorosa en un ramo floral que fue encontrado en la habitación donde sucedieron los hechos.
El documento rezaba: “"Wal', por siempre tuyo”.
“Me están armando una cama para sacarme del medio”, cerró el hombre, tras casi cuatro horas de audiencia.
“Sola no salía a ningún lado”
La causa contra Walter Andrés Pérez (32), que comenzó ayer en la Cámara del Crimen II, tuvo nueve testigos en la primera jornada.
Además de los efectivos que trabajaron en la escena del hecho, ayer brindaron sus testimonios dos amigas de Rosa del Valle Ponce, la mujer que fue víctima de intento de homicidio, violación y privación ilegítima de la libertad.
Las jóvenes, identificadas como Gabriela Fabiana Alvarez y Gabriela Guaymás, aseguraron que el hombre mantenía una relación complicada con la damnificada.
“Rosa no salía sola a ningún lado si no estaba él (por Pérez). Pese a ser una mujer muy reservada, ella nos decía que Walter la asfixiaba y no la dejaba vivir tranquila. Por eso se habían separado”, comentó Gabriela Alvarez, quien es vecina de Ponce.
Por su parte, Guaymás confirmó: “A mí siempre me comentaba que Walter era muy celoso con ella, pero yo nunca vi que la haya atacado o golpeado”.
En la jornada de hoy, cuyo debate se abrirá a las 9, deberá declarar la víctima, aunque se supo que lo hará sin la presencia del imputado -lo pidió expresamente-, ya que se encuentra muy atemorizada.
Además, otros testigos también se presentarán en Ciudad Judicial.