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Las mejores peleas de la historia

Domingo, 18 de septiembre de 2011 22:09

Quedó para recordar un 20 de junio de hace 30 años, cuando se escribió una de las páginas más espectaculares en la historia del box mundial. Una verdadera guerra de titanes, dos colosos que chocaron en un ring de Montreal (Canadá), dos estilos de combate en su máximo esplendor. Señores, hace 30 años Roberto 'Mano de Piedra' Durán y Sugar Ray Leonard nos ofrecieron 15 rounds inolvidables en la llamada "Pelea del Siglo".

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Quedó para recordar un 20 de junio de hace 30 años, cuando se escribió una de las páginas más espectaculares en la historia del box mundial. Una verdadera guerra de titanes, dos colosos que chocaron en un ring de Montreal (Canadá), dos estilos de combate en su máximo esplendor. Señores, hace 30 años Roberto 'Mano de Piedra' Durán y Sugar Ray Leonard nos ofrecieron 15 rounds inolvidables en la llamada "Pelea del Siglo".

Ambos disputaron el título mundial de los Pesos Welter en la versión del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que estaba en poder del norteamericano, y los peruanos lo gozamos en vivo y en directo a través de la transmisión de Panamericana Televisión. Algunos recordamos todavía la narración en off del traductor (creo que es un ingeniero) y que combinaba sus conocimientos del idioma inglés con su pasión por este deporte.

El panameño Durán subió al ring del Olympic Stadium de Quebec precedido por un impresionante récord y esa fama de noqueador temida en todo el planeta. Un total de 57 nocauts (17 de ellos en el primer round) en 71 victorias y una sola derrota por puntos, hasta ese momento, hablaban por sí solo de esa mano de piedra. Había gobernado durante más de siete años la categoría de los ligeros, dejando en la lona o cuanto rival pretendía quitarle la corona. Más de diez defensas exitosas lo llevaron a pensar que no tenía nada más que hacer en esa categoría y subió de peso.

Leonard, por su parte, tenía lo suyo. Destacaba no solo por su condición de campeón invicto en 27 peleas, de las cuales 18 terminaron por la vía rápida, y el hecho de conocer esa ciudad porque cuatro años antes, ahí mismo, se había adjudicado el oro olímpico en los Juego de Montreal. Al norteamericano se le admiraba por la elegancia de su estilo de boxeo, su habilidad para evitar los golpes del rival y la rapidez con que salían sus golpes.

Cómo olvidar se desplazaba por el ring, ese juego de piernas que combinaba con la rapidez y contundencia de los golpes que martillaban al adversario y, especialmente, su 'bolo-punch' ese movimiento que hacía circular el brazo como un aspa de molino antes de dar el golpe (Ya nos referimos a ese golpe que se hizo famoso con el cubano 'Kid Gavilán').

El 'Cholo' -así llaman en Panamá a Durán- tenía previsto enfrentarse al mexicano Pipino Cuevas, entonces campeón mundial Welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), y extraordinario noqueador. Sin embargo, la aparición del exquisito estilo de pelea de Leonard,  la manera como destrozó al portorriqueño Wilfredo Benítez -otro extraordinario boxeador- para arrebatarle la corona en otra memorable pelea en noviembre de 1979 y la consolidación de una meteórica carrera en el deporte de los puños, lo pusieron en la mira de 'Mano de Piedra'.

La prensa especializada promocionó este combate con el título de "la Pelea del Siglo". Los rivales se dijeron de todo y animaron los días previos. En pleno entrenamiento, Leonard derribó de un golpe a un sparring. A Durán se le recuerda por su memorable frase cuando uno de sus colaboradores lo vió preocupado mientras se preparaba para la pelea: "Tengo miedo, tengo miedo de matarlo". Las noticias de entonces señalaban que Durán recibiría por la 'Pelea del Siglo' $ 1,5 millones mientras que Leonard recibiría más de $ 9 millones.

Llegó el 20 de junio de 1980. Ambos con pantalonetas blancas y rayas rojas subieron al ring. El histórico Angelo Dundee, entrenador de otros grandes campeones como es Muhammad Alí, estaba en la esquina de Leonard. Viejo zorro del box, recomendó a su pupilo moverse de un lado al otro del ring y evitar las cuerdas. Conocía de los dotes de gran fajador del panameño. Pero Leonard se había preparado para ganarle a Durán en el cuerpo a cuerpo. "No voy a correr", declaró antes de la pelea.

El árbitro fue el filipino Carlos Padilla, el mismo que tuvo a su cargo la tercera pelea de Alí vs Joe Frazier, en Manila, cinco años atrás. Al primer campanazo, ambos se fueron al centro del ring. La experiencia de Durán lo llevó a tomar la iniciativa. Buscaba que sus golpes llegaran al movedizo campeón. Leonard no huía. Aceptó el planteamiento de pelea del retador y una veloz combinación de golpes que llegaron al rostro del retador le hizo ganar confianza y creer que con esa fórmula le ganaría al 'Cholo' de Panamá. Craso error.

En el segundo asalto, Durán, más decidido, se abalanzaba sobre Sugar Ray Leonard. A la mitad del asalto, un gancho de izquierda hizo tambalear al campeón. Las cuerdas y los reflejos defensivos de Leonard evitaron que visitara la lona. Leonard no cayó, pero tampoco rehuyó y el deporte de los puños vivió uno de los mejores rounds de la década. El público presente en el Coliseo Olímpico de Montreal lo vio de pie.

La pelea siguió con el mismo trámite. Por momentos, Durán tomaba la iniciativa, pero en otros la velocidad de Leonard inclinaba la balanza a su favor. Padilla tenía mucho trabajo separando a los rivales. Los dos últimos rounds fueron memorables. En el 14, Leonard utilizó su 'bolo-punch', es decir, hizo girar su brazo derecho como hélice de avión, e impactó en el cuerpo del retador que seguía embistiendo. En el último, Durán hizo gala de su excelente preparación y estado físico, y un impresionante juego de cintura le permitió evitar los mejores golpes del campeón.

El campanazo final merece un comentario aparte. La pelea oficial había acabado, pero los dos se sentían ganadores. Durán interrumpió un salto triunfal cuando observó a Leonard con los brazos en alto. Lo empujó y, de no ser por su entrenador, tal vez el combate habría continuado indebidamente. Pero el show de Durán continuó mientras se esperaba el fallo. En un hecho que para muchos puede resultar grotesco, el panameño se dirigió hacia un grupo de hinchas de Leonard y se cogió sus partes íntimas. Las cámaras de televisión transmitieron esa escena al mundo.

Llegó el veredicto. Harry Gibbs dio 145-144 para Durán. Su personal de apoyo ya lo estaba levantando, pero lo bajaron cuando se anunció que el juez Angelo Poletti había dado 147-147 (fue un error de lectura porque la tabla decía 148-147 para el panameño) y, finalmente se anunció que el juez Raymond Baldeyrou dio 146-144. Las palabras del anunciador: "... and new campeón of the world" convirtió el ring en un loquerío.

Después de la pelea, Leonard declaró "hice lo que pude". Durán, por su parte, comentó: "Peleó con el corazón, por eso está viviendo (refiriéndose al norteamericano)". Cinco meses después, ambos protagonistas se enfrentaron en un nuevo y polémico combate. El tristemente recordado "No va más". Pero eso es otra historia y se lo comentaremos más adelante. Por ahora, suena la campana, nos vamos a nuestras esquinas y hasta la próxima.

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