Hoy, quienes ingresen a google.com podrán observar el dibujo de una mujer sonriente y de pelo castaño, acompañada de una bandera del orgullo LGBT+. Se trata de Diana Sacayán, la primera mujer trans en Argentina en recibir el documento con su identidad de género autopercibida como mujer.
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Hoy, quienes ingresen a google.com podrán observar el dibujo de una mujer sonriente y de pelo castaño, acompañada de una bandera del orgullo LGBT+. Se trata de Diana Sacayán, la primera mujer trans en Argentina en recibir el documento con su identidad de género autopercibida como mujer.
Diana trascendió en la historia argentina de la comunidad LGBT+ por ser una gran defensora y luchadora por los derechos del colectivo. Fue miembro del Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género y líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales. Además, fundó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación, que se dedicaba a mejorar los derechos humanos de la comunidad queer, centrándose en la inclusión en escuelas, lugares de trabajo y hospitales. En este sentido, abogó para que los centros de salud usaran los nombres correctos de las personas. También formaba parte del equipo del Programa de Diversidad Sexual de Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi).
Entre sus iniciativas, se encuentra la Ley de Cupo Laboral Trans Travesti, que tiene como objetivo ser una herramienta más para trabajar en la igualdad real para la comunidad trans/travesti. Dicha ley se sancionó en 2021 y establece un cupo mínimo de 1 por ciento de los cargos y puestos del Estado Nacional para esta población, aunque nunca llegó a verlo, dado que murió seis años antes.
En 2015, Diana fue asesinada por Gabriel Marino en un crimen odio basado en su identidad de género.El asesino fue sentenciado y condenado a cadena perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 4 de la ciudad de Buenos Aires y luego, la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal dejó firme la condena. Las querellas fueron la familia de la víctima y el Inadi.
En su veredicto, el Tribunal consideró que se trató de un crimen de odio, que medió la violencia de género según los incisos 4 y 11 del artículo 80 del Código Penal y reconoció el crimen, por primera vez en la justicia argentina, como un travesticidio.