¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

14°
19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Las familias salteñas se preparan para recordar a los difuntos

La tradición es centenaria. Fue una fusión de la cultura indígena y la cultura católica, y si bien ahora tomó auge gracias a las grandes fiestas que se realizan en Centroamérica, la celebración para recordar a los seres queridos que ya no están sigue estando presente en las tradiciones de muchos salteños.
Sabado, 30 de octubre de 2021 19:22

Con la masa del tradicional bollo, varias familias en Salta, ya comenzaron a armar y cocinar las figuras que se colocarán el próximo 1 de noviembre, en una mesa altar de la casa para recordar a los seres queridos que ya no están. En forma pájaros, corazones y niños, estas masas comienzan a tomar forma en las manos de quienes rinden memoria a los seres queridos que ya se fueron  y en este proceso recuerdan y cuentan las anécdotas de los abuelos, los tíos e hijos. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Con la masa del tradicional bollo, varias familias en Salta, ya comenzaron a armar y cocinar las figuras que se colocarán el próximo 1 de noviembre, en una mesa altar de la casa para recordar a los seres queridos que ya no están. En forma pájaros, corazones y niños, estas masas comienzan a tomar forma en las manos de quienes rinden memoria a los seres queridos que ya se fueron  y en este proceso recuerdan y cuentan las anécdotas de los abuelos, los tíos e hijos. 

Este lunes en la tarde, la mesa central de la casa tomará vida. En ella se pondrán las formas de masa, canastas con frutas - las que más que gustaban a los seres queridos que ya no están-, un vaso con vino, alguna otra bebida y por supuesto los platos salados y dulces, que se disfrutaban en otras épocas, todos juntos. 

En Salta, al igual que en distintos puntos del país pero en particular en el norte, la mesa de homenaje a los santos difuntos es una tradición centenaria. En algunos poblados de nuestra Salta, desde hace más de 100 años se recuerda a los difuntos, en una conjugación de viejas tradiciones indígenas que luego se fusionaron con las reglas de la Iglesia católica. Katia Gibaja, de la Fundación Ecos de la Patria Grande, contó que las tradiciones andinas recordando a los muertos era una forma de recordar sus enseñanzas y rendirles honores. El mes de noviembre en quichua significa “AyamarkaKilla”, que quiere decir “Aya-cadaver”, “marka- espíritu”, “Killa-mes”. “Este mes está destinado a todos los que se van”, expresó Gibaja, que se trata de la comprensión de la vida después de la tierra, y por esos que se hacen con música, porque se despide a esos espíritus que crecieron tanto que se van de la tierra. 

 

Este fin de semana, la familia Báez ya comenzó a trabajar en los honores que rendirá en un altar, a los difuntos de la familia. El primer paso es el armado de las figuras de pan de bollo, en donde cada uno de los personajes representará a los miembros de la familia. La producción en la casa de los Báez está a cargo de una de las abuelas de la familia, Rafaela Gaspar, que dispuso más de 5 kilos de harina y comenzó con el armado de las masas, bien pasó la lluvia. 

Para algunas familias, rendir honores a los seres querido que ya no están es una ceremonia, estrictamente privada e incluso los recuerdan tal vez sin tantas ofrendas pero seguro con una foto, un vaso de alguna bebida espirituosa y una vela que quedará para consumirse a lo largo de la noche. 

En otros países de Centroamérica

 El Día de los Muertos es una de las fiestas más importantes y significativas de México. La fecha es el 1° y 2 de noviembre, cuando se rinde tributo al retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a sus casas para convivir con sus familiares y nutrirse de las ofrendas que les dejan en altares hechos en su honor.
Los orígenes de esta festividad se remontan a la época prehispánica, donde los habitantes del actual México homenajeaban a sus muertos durante los dos primeros días del mes de noviembre: el primero, en honor a los más jóvenes; y el segundo, dedicado a los adultos.
Según la tradición mexicana, durante el Día de los Muertos las ánimas regresan a casa para convivir con sus parientes, que les preparan ofrendas con fotos, coloridas guirnaldas con flores de cempasúchil, sus bebidas y alimentos preferidos, además del pan de muerto. 
La flor de cempasúchil es uno de los elementos infaltables en las ofrendas, y se utiliza para crear senderos hacia los altares. Su color amarillo, que representa al sol, guia a las almas en su retorno a casa.
Otro de los símbolos es la imagen de La Catrina: adornada con flores y colores, representa una burla hacia quienes, por enriquecimiento económico, olvidaron sus raíces.

Creada por el caricaturista José Guadalupe Posada en 1912 bajo el nombre de Calavera Garbancera, y renombrada como La Catrina por el muralista Diego Rivera, es uno de los personajes favoritos para celebrar la cultura mexicana.

 Y no hace mucho, la película Coco, recordó la razón de porqué recordar a los fallecidos, mostrando historias y momentos, que a veces los vivos desconocen y por las que dejan en el olvido a sus seres queridos. 

Uno de los temas que que hizo  famosa la película fue Recuerdame, que hizo llorar a más de unos en las butaca de los cines. 

 

Miles de personas en el central municipio Santiago Sacatepéquez de Guatemala se reúnen cada año para volar cometas gigantes, una tradición local destinada a reconectar a los vivos con sus familiares fallecidos, en el marco de las celebraciones del Día de los Muertos que comenzaron en toda la región.

Si bien se pueden encontrar familias volando cometas más pequeñas durante todo el día, el festival gira en torno a una serie de gigantescas versiones circulares, adornadas con coloridos diseños locales y rematadas por banderas que ondean en la brisa.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD