Ernesto Sanz es el presidente de la Unión Cívica Radical y senador nacional, esta vez cumpliendo su segundo mandato en la Cámara Alta y también se anotó en la carrera presidencial para el año próximo.
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Ernesto Sanz es el presidente de la Unión Cívica Radical y senador nacional, esta vez cumpliendo su segundo mandato en la Cámara Alta y también se anotó en la carrera presidencial para el año próximo.
El dirigente mendocino estuvo en Salta participando del Precoloquio de Idea, espacio en el cual participan cientos de empresarios y dirigentes políticos de todo el país.
Su rol como titular del centenario partido le permitió y le permite recorrer el país de punta a punta lo que lo posiciona al interior del Frente Amplio Unen.
Sí, es cierto que tendrá duros competidores adentro de la alianza electoral. Su correligionario y también comprovinciano Julio Cobos es uno de los competidores más directos que tiene. También afirman que serán precandidatos Hermes Binner, Elisa Carrió y hasta se anotó el cineasta Fernando “Pino” Solanas.
En diálogo en exclusiva con El Tribuno, el senador radical ratificó sus intenciones de ser precandidato a presidencial y habló de las oportunidades que tiene la Argentina como país. Consultado por cómo piensan armar la fórmula presidencial prefirió evitar la polémica y destacó el preacuerdo que tiene con las demás fuerzas políticas al interior del Faunen. Respecto a la indagatoria a la que será sometido el lunes el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, advirtió que marca “el hastío de la sociedad”.
¿Cómo analiza hoy el momento político en la Argentina?
A diferencia de quienes creen que estamos ante un final de ciclo yo creo que hay un final de época. El ciclo es corto. La época es más grande. El ciclo solamente podría ser el kirchnerismo contando desde el 25 de mayo de 2003 hasta el año que viene.
¿Cuál es la época que señala que se está agotando?
Yo creo que es una época que supera los veinte años. Una época que nos ha llevado al mercadocentrismo de la década de los noventa. Parecía que era el único capaz de generar y distribuir riquezas. Fracasó, fracasó en todo el mundo esa idea. Y después el mismo partido político nos llevó al otro extremo del péndulo, al extremo del Estado. Se nos hizo creer que el Estado era capaz por sí solo de generar y distribuir riqueza. También fracasó en todos los lugares del mundo. Pero hay una misma matriz que los unifica. La matriz de corrupción, la que se aprovecha del Estado para hacer negociados personales, para profundizar el capitalismo de amigos, para tener impresentables como Boudou. Bueno, creo que todas esas cosas están terminando en Argentina. Hay una suerte de hastío de la sociedad con esta época. Y estará en nosotros, en los dirigentes políticos que nos sentimos fuera de ese esquema y en la sociedad ver la posibilidad de construir un futuro diferente.
¿Este hartazgo que usted señala tiene que ver con lo que hoy está pasando con el vicepresidente?
Te voy a decir algo que en sí tiene una buena y una mala noticia. La institución más sensible, con más olfato, con más sensibilidad a los cambios es la Justicia. Es una buena noticia porque hoy la Justicia está dando respuestas entonces no es solamente lo de Boudou, las nulidades con el memorándum de Irán, su inconstitucionalidad, algunas cosas que marcan que la Justicia está actuando. Pero a la vez es una mala noticia. La Justicia no debería estar sometida a la sensibilidad del momento, debería ser igual siempre. Debería juzgar al poder en todo momento. Lo notorio y distintivo que tiene el caso Boudou es que por primera vez en los funcionarios que tuvieron mucho poder recién aparecían en Tribunales 5, 6, 8, 10 años después que había salido del poder. Lo de Boudou es distinto. Tiene que ir el lunes ejerciendo la vicepresidencia de la Nación. Es una cosa muy fuerte. Frente a eso el ataque que está desempeñando en las últimas horas contra el juez y contra todo aquel que quiera investigarlo es una puesta a prueba de la Justicia a ver hasta dónde llega.
¿Le soltó la mano el Gobierno a Boudou?
No. Qué le va a soltar la mano. Lo está apañando. Lo está incitando a que salga a matarlo al juez. El Gobierno está buscando que se caiga Lijo de la causa para darle un mensaje a los jueces, que no investiguen al poder. No solo no le soltó la mano sino que la estrategia de Boudou de ir contra el juez responde a una estrategia del Gobierno.
¿En este final de época del que usted habla, qué parte le toca al frente que hoy integra el radicalismo?
Nosotros buscamos abrir una nueva época en donde podamos resolver problemas estructurales que tiene Argentina pero fundamentalmente que podamos aprovechar la oportunidad que el mundo le está brindando al país. Yo tengo una visión optimista, del vaso medio lleno no del vaso medio vacío. Y yo creo que hay muchos problemas estructurales para el país. Pero las oportunidades que tenemos son muchos más grandes que los problemas. En la medida que uno se dé cuenta de esto, hacia delante podemos pensar en una nueva época.
¿Cuáles son las oportunidades y cuáles son los problemas que usted ve?
Los problemas centrales: Argentina tiene un desequilibrio político que tiene que resolver. La foto del 2011, de la elección presidencial es una tragedia. Cuarenta puntos de diferencia entre el primero y el segundo. Esto es algo a resolver sí o sí. Por eso el Frente Unen se está proponiendo para convertirse en una opción, una alternativa confiable.
El segundo desequilibrio es el institucional, el federalismo en Argentina. Somos al mismo tiempo un país federal en la letra, unitario en la práctica pero con un unitarismo que inclusive es poco inteligente porque hoy tenemos un Gobierno nacional que no tiene una política de seguridad nacional, de educación, salud, pero concentra el 76 por ciento de los recursos. Es un tema central.
El tercer desequilibrio es el económico, fruto de que todavía no nos ponemos de acuerdo, cuánto mercado y cuánto Estado. Yo siempre repito una frase de Willy Brand, un canciller alemán de época de los noventa que decía: “Tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario”. El cuarto desequilibrio es el social, que nos marca el nivel de pobreza en el país. El próximo presidente va a asumir con ocho millones de pobres y un millón y medio de indigentes. Esa es una brecha de desigualdad donde tenemos que poner en juego políticas clientelares o políticas de desarrollo con inclusión. Y el último desequilibrio es el moral.
¿A qué se refiere con este último desequilibrio que usted destaca?
Desequilibrio moral es el que te genera violencia moral de arriba hacia abajo. Verlo al vicepresidente Boudou y su impunidad por ejemplo. Como Ricardo Jaime (exsecretario de Transporte de la Nación, procesado por la tragedia de Once) hasta ahora camina libremente por la calle. Primero se produce violencia moral, luego social. En las canchas de fútbol, en los recitales, en la escuela, en las calles, en una esquina. Entonces, en la medida que nosotros comencemos a resolver esos desequilibrios para los cuales hay antídotos, las oportunidades surgirán más fácilmente.
¿Cuáles son las oportunidades?
Vaca Muerta es una oportunidad. Por supuesto que hay que pensar que no nos va a sacar de pobres si conseguimos las inversiones. Para conseguir inversiones debemos tener previsibilidad y cumplir las reglas de juego. El mundo alimenticio es una oportunidad porque siempre requeriremos de alimentos. Con la soja a más de 500 dólares la tonelada es un buen precio. Y también abre oportunidades el mundo de las inversiones en general, sobre todo en América del Sur. En otros países del mundo antes ofrecían seguridades. Ahora ya no las ofrecen. Entonces los capitales buscan oportunidades. Nosotros las ofrecemos ¿Están viniendo los capitales? Sí ¿A dónde están yendo? A Brasil, Chile, Colombia, Ecuador. Nosotros tenemos que aprovechar esas oportunidades. Si coordinamos todo eso, ahí tenemos un plan de la nueva época.
En términos políticos son muchos los precandidatos presidenciables en el Faunen. Ustedes ya adelantaron que resolverán el candidato en las PASO¿La fórmula, cómo piensan armarla?
A ver, yo soy proclive a modificar la ley electoral y establecer que solamente se elija presidente y luego el electo tenga la posibilidad de elegir su vicepresidente. Ya sea, entre los que compitieron o de otro lugar. Esto ocurre en Uruguay y en Estados Unidos. Esto permite las primarias en esos lugares. Si no se aprobara la ley, el que gane de todos los que competimos tendrá que ir acompañado de quien se consensúe. Pero lo más importante es el acuerdo al que hemos arribado de que la regla de oro para definir nuestra candidatura es la primaria. Eso es muy fuerte, muy importante. Nos permite recorrer el país con la tranquilidad de tener reglas de juego preestablecidas, transparentes y sumando, entusiasmando, cada uno desde su lugar para que al final, el Frente Unen, sea el receptor de todo ese voto de la sociedad.
Hay una intención de siempre mostrarlos divididos y “mezclados”, ¿qué dice ante esto?
Y sí... Vamos a tener muchos embates porque administrar diversidad en Argentina no es fácil. Es un desafío de todos los días. Y la diversidad supone ser tolerantes y respetuosos con las diversas ideas lo que no significa que seamos un collage o estemos mezclados. A ver, yo soy de la iniciativa de crear la “Conadep de la Corrupción”. Hay algunos de Unen que no están de acuerdo con la idea porque creen que es banalizarla la Conadep de los años noventa. Sin embargo, estamos discutiendo qué hacer con la corrupción, sea Conadep o tenga otro enfoque. Armar una comisión de Etica Pública, por ejemplo.
Pino Solanas no está muy de acuerdo con el fracking como herramienta para extraer el petróleo y gas no convencional. Yo sí. Sin embargo, seguimos discutiendo el tema del medio ambiente. Yo sí quiero proteger el medio ambiente, el también y probablemente al final del camino encontramos la manera de extraer el petróleo cuidando el medio ambiente.
¿Si prospera su iniciativa de la Conadep de la Corrupción va a investigar a todos o solo a funcionarios?
Hay que investigar a todos. Esto no tiene que tener límites. Lo que tengo pensado es que la Conadep de la Corrupción funcione como un espacio o una comisión de ética que pueda ayudar a la Justicia. Mi intención es que no reemplace a la Justicia, porque los jueces son los jueces. Es un espacio para promover denuncias, generar investigaciones, acumular pruebas y que sea la Justicia la que decida.
¿Cómo analiza la situación del NOA senador?
El NOA y el NEA son las regiones más asimétricas de un país que se dice integrado y federal. No es integrado ni federal. Solo un dato. El gasoducto del norte. Eso de por sí ya debería de mostrar la vergüenza que significa tener un país que en los últimos diez años tuvo un excedente de recurso de 300 mil millones de dólares y que todavía no sabemos dónde fueron a parar. Podrían haber industrializado al NEA y al NOA, haber generado servicios.
Yo creo que nosotros necesitamos definir el país federal, porque sino vamos a vivir la contradicción que vive Salta. Tiene un enorme potencial en muchas áreas. Inclusive tiene un sector de la sociedad que puede aprovechar ese potencial y no le va mal. Y tiene otra parte muy importante de la población que está por debajo de la línea de la pobreza.
¿Están mal distribuidas las riquezas en Argentina?
Esta mañana a uno de los medios que visité me mostraban la foto de una escuelita de Rivadavia Banda Sur (informe de El Tribuno), donde los chicos tenían que salir afuera porque el edificio se les caía encima. Donde el valor de la dieta diaria es de $5,60. Cuando uno se da cuenta que se gasta cinco millones de pesos por día en publicidad para Fútbol para Todos, en vez de destinar el dinero para casos como este, uno dice que la Argentina todavía tiene mucho por resolver.