¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Monseñor Colombo consagró el templo a la Virgen de la Peña

Martes, 20 de agosto de 2013 02:19

El norte salteño honró a la Virgen de la Peña. La ceremonia fue presidida por el exobispo de la Diócesis de Orán Marcelo Colombo y tuvo lugar en el paraje Yariguarenda, de Tartagal

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El norte salteño honró a la Virgen de la Peña. La ceremonia fue presidida por el exobispo de la Diócesis de Orán Marcelo Colombo y tuvo lugar en el paraje Yariguarenda, de Tartagal

Santa María de Yariguarenda se encuentra ubicado en el departamento San Martín, 13 kilómetros al norte de la localidad cabecera. Nace a la vera de la ruta nacional 34 y se extiende hacia el oeste sobre las sierras homónimas. Alrededor de 60 familias, entre criollos y aborígenes guaraníes, residen en ese bello lugar, que recibió a miles de fieles y devotos de Santa María de la Peña. En la oportunidad se llevó a cabo la consagración del templo erigido en honor a la Virgen.

La ceremonia contó con la presencia del gobernador de la Provincia, Juan Manuel Urtubey; del intendente de Tartagal, Sergio Leavy, entre otras autoridades que llegaron hasta el lugar para participar del emotivo acto.

Fue el propio Colombo, recientemente nombrado obispo de La Rioja, quien abrió las puertas del templo para dar inicio a la ceremonia de consagración, de la que participaron devotos de la Virgen y servidores del santuario. Se pudo ver a gran parte de la feligresía con lágrimas en los ojos aplaudiendo emocionada este momento que dio paso a la misa de acción de gracias.

Agradecimiento

El sacerdote franciscano y guardián del santuario, Rubén Sica, principal impulsor para la concreción del nuevo templo que se levanta al pie de los cerros de Yariguarenda, fue el encargado de dar la bienvenida a los fieles.

En su alocución agradeció al obispo Marcelo Colombo, “porque apoyó la actividad pastoral en el santuario y en la concreción de este gran sueño”. También dio las gracias a los sacerdotes franciscanos y diocesanos, a las autoridades, arquitectos, artesanos y obreros que trabajaron en la obra. “Todos ellos con mucho amor se esforzaron a los fines de concretar esto que es un gran acontecimiento”, manifestó Sica.

El religioso agregó: “Este es un santuario que ha construido el pueblo en honor a la Virgen. Cada grano de arena y cada ladrillo fue gracias al amor que este pueblo le tiene a nuestra Madre, un lugar donde se conjugan la fe, la cultura y también la belleza”. Al dar inicio a la misa de acción de gracias, monseñor Colombo recorrió cada lugar del templo repleto de fieles esparciendo entre todos ellos agua bendita en medio de un emotivo canto a la Virgen de la Peña.

Larga historia de devoción mariana

“Yariguarenda” es una voz de origen guaraní que se compone de los términos “yarigua”, que significa sapo o rana, y “renda” o “rendá”, lugar. Como muchos parajes ubicados a lo largo de la ruta nacional 34 hacia el norte, Yariguarenda le debe su nombre a la cultura ava guaraní.
A fines del siglo XIX este pueblo ancestral ingresó por el norte desde el Chaco Boliviano hacia territorio argentino, para trabajar en la zafra azucarera. Llegaron por el camino de las misiones franciscanas, que hoy coincide con el trazado de la ruta nacional 34.
Yariguarenda es anterior a Tartagal, ya que en ese lugar solían reunirse a principios del siglo pasado los inmigrantes y criollos que comerciaban con el sur de Bolivia.
Cuando la población se trasladó a Tartagal, en ese lugar quedaron criollos y aborígenes guaraníes que se asentaron a la vera de la ruta 34. Hoy en día son familias de condición humilde, “esclavos de la Virgen”, como se definen ellos mismos.
La devoción por la Virgen de la Peña tiene sus inicios a principios del siglo XX, cuando la región usada por arrieros y mercaderes transformó a Yariguarenda en una de las tantas postas. Así comenzó la devoción a la Virgen de la Peña.
Fray Pedro María Borghini fue el franciscano que afianzó la devoción mariana, bajo la advocación de María de la Peña. Junto con Angélico Scipione, arribó a Tartagal en 1927. Ambos se plantearon evangelizar en la fe católica a los pobladores de Tartagal y de las comunidades cercanas. Con ese objetivo fundaron el primer centro misionero del norte, que dio lugar a la creación de capillas y parroquias. Borghini visitó Yariguarenda y el cerro en el que los lugareños aseguraban que la imagen de la Virgen se les aparecía. La primera imagen fue hecha por un orfebre de la época a pedido de fray Félix Bluxiaferri. Algunos años más tarde Fray Celso Testa y Fray Walterio Ansaldi iniciaron las peregrinaciones de creyentes desde Tartagal a Yariguarenda.
Todos los años los devotos de la Virgen participan de las celebraciones en su honor que dan comienzo con una novena y que concluyen el tercer domingo de agosto. Luego de la consagración del día sábado pasado, los devotos participaron de la peregrinación que partió a las 5 desde las diferentes parroquias y capillas de Tartagal y de otras localidades norteñas. Reunidos en Yariguarenda veneraron a la Madre de la Peña.

El esfuerzo de todo un pueblo

El intendente de Tartagal, Sergio Leavy, consideró: “El nuevo templo de Yariguarenda es la prueba material que cuando los tartagalenses se proponen algo lo logran”.

Señaló, además, que “la construcción de este santuario se logró por los festivales, la venta de rifas, en los que tartagalenses se sumaron a través de los años. Con esta obra se cambió el pensamiento colectivo de que todo tiene que hacerlo el estado. Así, se volvió al espíritu de participación y compromiso que guiaba a las generaciones anteriores y que tanta admiración y respeto nos siguen despertando”.

Leavy agregó: “La pavimentación del camino que une el paraje con la ruta 34, si bien se hizo con recursos del Fondo de Reparación Histórica, lo ejecutó la Municipalidad para equiparar costos. Se construyeron dársenas y garitas en la ruta, y se colocarán semáforos en la intersección para garantizar la seguridad de la gente”. Cabe señalar que los sacerdotes, los guardianes y devotos del santuario ya iniciaron las colectas para construir las escalinatas que llevan a la cima del cerro.

PUBLICIDAD