Un episodio insólito, con ribetes tragicómicos, es la noticia más comentada por estas horas en la localidad bonaerense de Necochea. El hecho, que recién trascendió ahora, ocurrió hace una semana. La historia es que dos choferes, cansados de la espera, el aburrimiento y el frío que calaba los huesos, decidieron tener relaciones sexuales en la cucheta de un camión, mientras aguardaban el movimiento de carga y descarga en Puerto Quequén, Necochea.
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Un episodio insólito, con ribetes tragicómicos, es la noticia más comentada por estas horas en la localidad bonaerense de Necochea. El hecho, que recién trascendió ahora, ocurrió hace una semana. La historia es que dos choferes, cansados de la espera, el aburrimiento y el frío que calaba los huesos, decidieron tener relaciones sexuales en la cucheta de un camión, mientras aguardaban el movimiento de carga y descarga en Puerto Quequén, Necochea.
Pero, para su mala fortuna, terminaron internados en la guardia del hospital, ya que tras la noche de pasión “no pudieron separarse”.
Los “rudos” camioneros sucumbieron a la tentación de la carne y se entregaron al placer, con la mala suerte de que terminaron en una situación “indecorosa”, internados en el centro asistencial municipal Emilio Ferreyra, de Necochea.
Ocasionales testigos presentes en el nosocomio comentaron que los trabajadores del volante “quedaron abotonados, no los podíamos separar”, según publicaron distintos medios locales.
Pero esta no fue la peor parte de la historia para los desafortunados camioneros, oriundos de las localidades de Lobería y Balcarce.
Lo más terrible vino después, luego de que uno de ellos informara a su empleador que había sufrido un pequeño accidente en Necochea.
Preocupado, el bien intencionado hombre llamó a la esposa del chofer y la acompañó al centro asistencial a reencontrarse con su marido “lesionado”.
Una vez en el hospital, y tras enterarse de lo ocurrido, la mujer del camionero armó un escándalo de proporciones mayúsculas al enterarse de la situación protagonizada por su esposo, lo que le puso el broche de oro a una insólita sucesión de hechos desafortunados.