Una hombre que en 2019 fue condenado a la pena de prisión perpetua, luego de asesinar a patadas a su hija de dos años, solicitó tener visitas íntimas en su celda, pero se niega a realizarse un test psicológico.
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Una hombre que en 2019 fue condenado a la pena de prisión perpetua, luego de asesinar a patadas a su hija de dos años, solicitó tener visitas íntimas en su celda, pero se niega a realizarse un test psicológico.
Se trata de Alan Misael "Chin" Navarro, que en octubre de 2019 había sido condenado a purgar la pena máxima que establece el Código Penal, luego de ser hallado autor material del asesinato de su hija de apenas dos años, quien junto a su actual pareja habían solicitado permiso para visitas íntimas en la Unidad Penal del barrio Gorriti de la capital jujeña, pero se niega a ser entrevistado por profesionales del gabinete de psicología del Servicio Penitenciario, uno de los protocolos que debe cumplir para acceder a estos permisos.
Durante el debate oral donde finalmente Navarro fue condenado, se ventilaron los informes del perito psicológico del Poder Judicial, a quien le había llamado la atención que el imputado no mostrara congoja o tristeza por la muerte de su hija, que solo estaba preocupado por el tiempo que pasará entre rejas, .