La importancia de la victoria de ayer radica en un hecho clave: ahora Gimnasia debe tener la mente puesta en alcanzar el octavo lugar para pelear por un ascenso y no en sumar para evitar perder la categoría. En el sprint final de la Primera Nacional, entonces, el "lobo" debe enfocarse en los puestos de vanguardia.
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La importancia de la victoria de ayer radica en un hecho clave: ahora Gimnasia debe tener la mente puesta en alcanzar el octavo lugar para pelear por un ascenso y no en sumar para evitar perder la categoría. En el sprint final de la Primera Nacional, entonces, el "lobo" debe enfocarse en los puestos de vanguardia.
En su estadio, el equipo de Marcelo Vázquez enfrentaba a Chaco For Ever por la 28º fecha de la zona B. Estaba obligado a ganar porque era un choque "bisagra", al tratarse de un rival directo en ambos frentes, sobre todo en los lugares de abajo.
Y la fortuna le guiñó un ojo de entrada. Es que en la primera llegada del encuentro, a la salida de un córner, Endrizzi envió un centro perfecto que Cosaro con un cabezazo perfecto cambió por festejo. El cronómetro marcaba el minuto 8.
Toda la planificación previa de Ricardo Pancaldo, entrenador de la visita que llegaba invicto a este duelo, se derrumbó como castillo de naipes. Se vio necesitado de adelantar las líneas y quedar expuesto a los contragolpes.
Pero sólo fueron por unos minutos, porque el ímpetu de Chaco se fue diluyendo y la lucha se centró en el mediocampo. Dellarosa cabeceó alto y Brandán probó desde fuera del área, siendo las dos únicas chances después del grito de Cosaro. Muy poco, por cierto, pensando en el muy buen marco de público que dijo presente en el estadio "23 de Agosto".
En el complemento fue otra la historia. De entrada, el recién ingresado Nicolás Silva habilitó a Bayk -falló Endrizzi en el salto- y fusiló a Alan Sosa, quien se lució bajo los tres palos.
Luego el "Uno" de los "albicelestes" voló abajo para evitar el festejo de Galetto, quien había entrado solo por derecha hasta campo rival.
Sin embargo, el local reaccionó con el "Turbo" Rodríguez. El tucumano, que había reemplazado a Ortigoza, fue eludiendo a rivales en la puerta del área grande hasta que encontró el perfil ideal y sacó un zapatazo que hizo estéril la estirada de Luciano Silva.
El dos a cero pareció definitivo y más cuando Allende trató de sorprender, y otra vez Sosa se lució abajo.
Sobre el cierre se produjo una jugada polémica que al entender de Mario Ejarque no mereció expulsión cuando Silva trató de salir jugando, perdió el balón ante Tevez -había ingresado por Miracco- y debió cortar el avance tocando el balón fuera de su espacio. Para el árbitro, ya habían cerrado Monteseirín y Faccioli, no siendo correcto mandar a las duchas al portero. En fin.
El "lobo" consiguió su tercer triunfo consecutivo en Jujuy y tiene derecho a ilusionarse con llegar al Reducido.
Eso sí, será fundamental cortar la sequía como visitante si pretende realmente pelear arriba. El próximo fin de semana enfrentará a Mitre en Santiago y allí deberá demostrar que está en condiciones de ir por un ascenso, dejando atrás una campaña más que irregular.
Es decir, pasó una gran prueba de fuego y el domingo está obligado a ratificar que no se trató de solo un partido nomás.
Simpatizantes solidarios
La gente dijo presente en el estadio “23 de Agosto” y Gimnasia les regaló un triunfo que hizo volver a los hinchas felices a sus hogares. Hubo promociones solidarias y la gente de Jujuy tendió su mano y colmó el estadio ubicado en barrio Luján para ver la victoria “albiceleste” frente a Chaco For Ever. Cada socio pudo llevar a un amigo/a que entró gratis llevando un alimento no perecedero. Esta recaudación fue exitosa y estuvo destinada a distintos comedores. En el estadio se pudieron observar también varias escuelitas de fútbol y escuelas primarias que asistieron en gran número para alentar al “lobo” aprovechando el buen gesto de la dirigencia del “lobo” con promociones para facilitar su ingreso al “23”.