Un empresario jujeño fue condenado a la pena de un año de prisión en suspenso por la Justicia mendocina, luego de comprobarse el abuso sexual cometido contra una niña de 4 años durante el 2019.
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Un empresario jujeño fue condenado a la pena de un año de prisión en suspenso por la Justicia mendocina, luego de comprobarse el abuso sexual cometido contra una niña de 4 años durante el 2019.
El fallo dictado hace algunos días recayó en Andrés González de 45 años, dueño de locales gastronómicos y quien fue gerente en importantes emprendimientos de la provincia mendocina.
Llegó a juicio acusado y ahora condenado por tocar en sus partes íntimas a una niña de 4 años. Atravesó el proceso en libertad y logró esquivar la cárcel.
Andrés Alejo González nació en Jujuy, pero desde hace varios años está radicado en Mendoza, donde tuvo cargos importantes en un casino y en una cadena de farmacias. Actualmente tiene un puñado de locales gastronómicos de dos reconocidas marcas.
A mediados de 2019, el hombre quedó en lupa de la Justicia tras una denuncia por abuso sexual contra una niña de 4 años. El hecho ocurrió en junio de ese año cuando la niña se quedó a dormir en su domicilio -se reserva la relación entre víctima y victimario por pedido judicial- ya que el sospechoso también tiene tres hijos.
Según la denuncia, que luego fue ratificada por la menor en cámara Gesell, el agresor se encontraba viendo televisión en una habitación junto a la víctima y uno de sus hijos. Aprovechó esa ocasión para tocar a la pequeña en sus partes íntimas.
El caso fue calificado como abuso sexual simple y el empresario se presentó ante las autoridades. Fue imputado, pero como se trata de un delito excarcelable -de 6 meses a 4 años de cárcel- y no poseía antecedentes penales, quedó en libertad.
Fuentes judiciales detallaron que tras una larga investigación, que incluyó peritajes psicológicos para determinar si el relato de la niña era creíble, en los últimos días se realizó el juicio en contra de Andrés González. La estrategia defensiva fue negar el hecho o, al menos, plantear el beneficio de la duda.
Tanto la Fiscalía de Delitos Sexuales como los abogados querellantes solicitaron el doble de la pena mínima y esa fue la sentencia del juez Agustín Chacón, que encontró culpable al empresario acusado de abuso sexual y esta semana lo sentenció a 1 año de prisión en suspenso.
González quedó en libertad, pero deberá cumplir ciertas normas de conductas para que la pena no se convierta en efectiva, como no volver a cometer nuevos delitos y realizar un tratamiento psicológico o psiquiátrico.