Si bien la dieta mediterránea es un estilo de alimentación en el cual no se priorizan los carbohidratos, ni las carnes, sí apunta al consumo de alimentos como los vegetales y todos aquellos que estén compuestos de grasas insaturadas, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus.
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Si bien la dieta mediterránea es un estilo de alimentación en el cual no se priorizan los carbohidratos, ni las carnes, sí apunta al consumo de alimentos como los vegetales y todos aquellos que estén compuestos de grasas insaturadas, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus.
En este sentido, la salud, y por ende, el funcionamiento del cuerpo se ve favorecido porque los niveles de azúcar y colesterol -respectivamente- son estables, por lo cual se puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas e incluso crónicas como la diabetes.
Por ejemplo, uno de los alimentos principales de este plan de alimentación es el aceite de oliva, que tiene muchos beneficios dentro de la gastronomía y la medicina.
Beneficios del consumo de aceite de oliva
Considerado un superalimento, para la Fundación Española de la Nutrición (FEN) el aceite de oliva es producto de la presión a la que se someten las aceitunas, frutos que fueron principalmente cultivados por los romanos, llegando así, al Mediterráneo.
De hecho, en el mercado se puede encontrar en diferentes presentaciones como el aceite de oliva refinado, aceite de orujo de oliva refinado, aceite de oliva vírgenes y aceite de oliva extra virgen, este último el más saludable, ya que de acuerdo con Tua Saúde, su acidez máxima es de 0.8 %, lo que quiere decir que tiene grasas que favorecen el cuerpo.
De este modo, la Fundación Española del Corazón explica que el principal ácido graso del aceite de oliva es el oleico junto con el omega-3, una grasa que beneficia las neuronas porque las fortalece. Incluso le colabora a las lipoproteínas a ser más resistentes a la oxidación que guarda relación con enfermedades vasculares y coronarias, por lo cual puede proteger el cerebro.
Aceite de oliva y la memoria
Tal y como se mencionó anteriormente, el consumo de este alimento puede mejorar las funciones cognitivas porque sus ácidos saludables como el omega-3 fortalecen las neuronas. Esto lo corrobora el estudio “El aceite de oliva virgen extra mejora la actividad sináptica, la plasticidad a corto plazo, la memoria y la neuropatología en un modelo de taupatía”, publicado por la revista científica Aging Cell.
Los resultados en ratones demostraron que el consumo de aceite de oliva extra virgen mejora la memoria y puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo que guarda relación con la demencia, una enfermedad que en palabras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 55 millones de personas alrededor del mundo la padecen y, “más del 60 % de las cuales viven en países de ingreso mediano y bajo. Cada año, hay casi diez millones de casos nuevos”, añade.
Por tanto, es importante adoptar una dieta que cubra las necesidades del cuerpo como la mediterránea que según la Clínica Mayo a través de la doctora Maria Vassilaki:
“En el cerebro se ven cambios que se relacionan con la enfermedad de Alzheimer y uno de ellos es el beta amiloide, el cual es un fragmento proteico que se acumula en el cerebro. Descubrimos que las personas que cumplen estrictamente con la dieta mediterránea, o que más verduras consumen, son menos proclives a tener gran cantidad de beta amiloide en su cerebro”, recoge News Network del centro médico estadounidense.