La 37° Fiesta Nacional del Teatro que se está desarrollando desde el miércoles pasado, por primera vez en dos provincias simultáneamente (Catamarca y La Rioja), tuvo en la jornada del domingo, una instancia muy especial en La Rioja, más allá de las presentaciones de las diferentes obras que llegan de todo el país. Se trata del conversatorio “25 años de la Ley de Teatro”, que contó con la participación de ex secretarios generales del INT (Instituto Nacional del Teatro)”, que un día antes también se hizo en Catamarca.
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La 37° Fiesta Nacional del Teatro que se está desarrollando desde el miércoles pasado, por primera vez en dos provincias simultáneamente (Catamarca y La Rioja), tuvo en la jornada del domingo, una instancia muy especial en La Rioja, más allá de las presentaciones de las diferentes obras que llegan de todo el país. Se trata del conversatorio “25 años de la Ley de Teatro”, que contó con la participación de ex secretarios generales del INT (Instituto Nacional del Teatro)”, que un día antes también se hizo en Catamarca.
Recordemos que la fiesta está organizada por el Instituto Nacional del Teatro y el Ministerio de Cultura de la Nación, con la colaboración de las áreas de Cultura de las provincias anfitrionas. Se trata del mayor encuentro de las artes escénicas independientes de todo el país, donde cada provincia tiene su obra representante, y donde además se viven instancias de capacitación y reflexión.
Este año el lema de la fiesta es “El teatro es fiesta, y el teatro es democracia”. La intención es aludir y celebrar los 40 años de democracia. En este marco también se están celebrando los 25 años de la Ley Nacional del Teatro. El conversatorio en La Rioja se hizo en el paseo cultural “Castro Barros”, con la presentación de libro digital de Editorial INTeatro 25 años de la Ley 24.800, y la participación de ex secretarios generales del INT, como son Cristina Iriarte (2014), Oscar Nemeth (2002), Verónica Olarieta (2019) y Carlos Leyes (2006), quienes se refirieron al lugar ganado a partir de la ley: luchas, significados, resistencia. La ley nacional permitió la creación del INT, y desde entonces hay un organismo que apoya y fomenta la actividad teatral independiente con un sentido muy federal. La necesidad de hablar y reflexionar sobre la importancia de esta ley, tiene que ver sobre todo con la incertidumbre que surge a partir de ciertas propuestas políticas de los tiempos que se vienen, que ponen en riesgo su mantenimiento.
En la mesa de diálogo estuvo presente Graciela Holfeltz a cargo de esta publicación de la Editorial del Instituto Nacional del Teatro, quien presentó el libro, que además del prólogo y de las palabras del director ejecutivo del INT, Gustavo Uano, incluye los capítulos “La lucha por la ley”, “Antecedentes”, “Posición del Estado frente a su promulgación”, “La creación del INT”, “¿Qué es el Instituto Nacional del Teatro?”, “Desarrollo y ampliación de objetivos”, “Aciertos y errores de interpretación”, “El carácter federal de la ley Unitarios y Federales”, “Directores Ejecutivos: Improntas de gestión”, “Editorial INT”, “Iberescena”. “25 años del Instituto Nacional del Teatro” está disponible para lectura online y la descarga es directa desde la web del INT , inteatro.ar/editorial/25-aniversario-int.
Todos los integrantes de la mesa coincidieron en que esta ley costó mucho, que antes de estos 25 años significó muchos años previos de trabajo y lucha, porque fue muy resistida, y que se logró gracias a las voluntades de todos los teatristas del país. La responsable de esta investigación, Holfeltz, manifestó su preocupación porque se vienen tiempos políticos “perturbadores, y sabemos que la cultura y dentro de ella el teatro independiente, es siempre una variable de ajuste, porque se considera que la cultura es algo que se puede relegar, frente a otras necesidades urgentes. Y yo creo que es al revés, que una de las herramientas fundamentales para que una sociedad, un país, avance, es justamente la inversión y la promoción de la cultura”. Y mencionó que este libro es sólo un punto de partida, porque no se puede simplificar todo este tiempo, y abrió la invitación para que se siga registrando la experiencia. “Es un puntapié para seguir investigando”, concluyó.
Cristina Iriarte, teatrista salteña que se desempeñó en distintos cargos del INT, además de la secretaría general, expresó que “la ley ha sufrido muchos embates desde que nació, y no necesariamente por cambios de gobierno, pero que siempre hay un compañero en algún lugar que la sostiene”.
Y recordó el dictamen de la Procuraduría de la Nación que salió durante su gestión en la secretaría general. El conversatorio se realizó por alguna razón en el salón federal del paseo cultural, donde se retrata con esculturas y se revaloriza con biografías a los caudillos riojanos de la lucha federal de nuestra historia argentina, como Facundo Quiroga, Felipe Varela, Victoria Romero y Vicente Peñaloza. Casi como una coincidencia, aludió Carlos Leyes, este detalle, porque en su momento, quienes luchaban por una ley del teatro fueron considerados caudillos, y hasta “desacatados” coincidieron los miembros de la mesa.
Lo cierto es que la resistencia de esta ley tiene que ver con el compromiso de los artistas y con el federalismo que la caracteriza. Y quizás fue muy atacada porque otorga independencia al instituto, más allá de depender del Estado. Carlos Leyes, quien además es abogado, instó a resistir volviendo cada vez que sea necesario al “espíritu de la ley”, que es ni más ni menos que su fundamento, cuando surjan discusiones sobre su interpretación. Y recordó: “El INT es quien vela por el cumplimiento de la ley, es el órgano de aplicación”.
Verónica Olarieta expresó que los ataques a la ley no tienen ni tuvieron color político, “creo que el Estado quiere controlar y el INT es bastante autárquico”, y esa quizás sea la razón más fuerte por la que es resistido. La jornada del domingo en La Rioja contó con las presentaciones de las obras “Cuando el viento ruge” de Región Centro de Caba (títeres), “Y su oficio?”, clown y algo más de Corrientes; “Reflexiones caninas. Dudar no está mal”, murga de Tucumán; y “Siete perros” de Neuquén.