Jujuy promueve la producción de algarrobo blanco y ya tiene las primeras experiencias con creciente demanda para implantarlo ya que es nativa, se adapta, es resistente, permite recuperar suelos, combinar la actividad forestal, ganadera y proyectos de bonos de carbono. En 2021 en el vivero se produjeron 23 mil plantines y este año llevan 100 mil.
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Jujuy promueve la producción de algarrobo blanco y ya tiene las primeras experiencias con creciente demanda para implantarlo ya que es nativa, se adapta, es resistente, permite recuperar suelos, combinar la actividad forestal, ganadera y proyectos de bonos de carbono. En 2021 en el vivero se produjeron 23 mil plantines y este año llevan 100 mil.
"El algarrobo tiene múltiples propósitos, es una especie que aguanta los déficit hídricos que se pudieran dar en la zona y que otra especie no la podría tolerar, como el eucaliptus. Es una especie rústica y plástica, mejora los suelos, se adapta muy bien donde hay presencia de sales", explicó Arturo Segovia, ingeniero forestal y responsable de Vivero de la provincia de Jujuy en Arrayanal donde se producen plantines forestales.
Es una especie que arroja nitrógeno y carbono al suelo, lo mejora y se puede obtener no sólo madera sino productos no madereros como forraje para animales y harina de algarroba para celíacos. "Debido a eso algunos productores que están queriendo adquirir o cultivar esta especie en sus campos, algunos persiguen propósitos como el enriquecimiento de bosques nativos, el secuestro del carbono en el aire, es decir la huella de carbono y otros productores plantan con la intención de obtener la madera a futuro".
Detalló que es una especie heliófila, por lo que se busca que la luz solar le llegue en un 100% a la planta para que se pueda instalar y adaptar. "Es una planta que debido a sus aptitudes de poder captar el carbono del aire e incorporarlo al suelo, mejora la calidad del suelo y al ser cultivos recientes no hay resultados en Jujuy que se hayan obtenido maderas de algarrobo o producción de pasturas en plantaciones de algarrobo", precisó Segovia.
En tal sentido, Rodrigo Corbalán, gerente del Centro Foresto Industrial de Arrayanal, coincidió y precisó que el mercado de bono de carbono se pasa por el diferencial y la recuperación de lugares que tienen poca captación de bono de carbono. "De esta manera se puede combinar la actividad forestal con la actividad de los bonos de carbono, con la ganadería", dijo y consideró que la actividad forestal es una de las que más contribuyen al cambio climático. Dijo que hay firmas internacionales en Salta que están realizando proyectos de bono de carbono, como Agrobari y GMF que realizan proyectos de bono de carbono y buscan tener árboles que se adapten a largo plazo y tengan una alta tasa de supervivencia.
Detalló sobre la introducción del algarrobo y su potencial que busca enriquecer los bosques para luego poder producir madera en forma sustentable, brindando plantines, herramientas para su transformación, que en su ciclo genera menos contaminación contando mayor huella de carbón. Aclaró que se hace respondiendo a una necesidad de la sociedad, construcción, muebles, etc., en una etapa anterior a su declive que los árboles llegaron a su mayor tasa de absorción de dióxido de carbono, y que se reemplaza por otros árboles jóvenes.
Segovia sostuvo que Jujuy desde 2021 está haciendo plantaciones con algarrobo, pero que los bosques montanos de Yungas, de Chaco árido y semiárido tienen algarrobo de origen nativo, blanco y negro que no se plantó y es donde hay un plan de manejo forestal sustentable para producción.
Aseguró que para este año tienen un desafío silvopastoril, un productor de la zona de Reyes prevé plantar 10 hectáreas de algarrobo para después de sembrar pasturas en las interlíneas, y luego de un par de años introducir la hacienda. "De esa manera el algarrobo multipropósito estaría mejorando el suelo, generando la pérdida de evapotranspiración para que la pastura gane rendimiento por unidad de superficie, y la sombra para que la pastura gane rendimiento por cantidad de superficie y para que los animales puedan pastar en esos campos", dijo ya que así se logra rotación en el manejo de la pastura.
Explicó que con la planta de algarrobo, si se busca producir vainas en cuatro años, se puede cosechar entre 6 y 8 kilos por fructificación, para harina de algarroba o forraje de animales; y para producir madera 25 a 30 años, dependiendo de la calidad del suelo, lluvias de la zona y tipo de manejo de poda.
Las zonas más aptas para plantar algarrobo en Jujuy, según explicó, son las de aptitud forestal y si bien pueden prender donde hubo cultivos, es útil plantar donde se debe enriquecer el bosque nativo, como Vinalito, La Lucrecia, El Fuerte, Palma Sola y Siete Aguas, entre otros.
Capacitación
Debido a las iniciativas, se organizó una jornada en el Centro Forestal Arrayanal, que reunió a profesionales de Santiago del Estero, Chaco y Salta y permitió conocer sus experiencias en torno a diferentes temáticas de producción del algarrobo, en madera, sistema silvo-pastoriles y producción de vainas para forraje. Participaron productores forestales de Jujuy, empresas orientadas a ese cultivo, consultores ambientales, docentes de Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju), alumnos, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y la encabezó la secretaria de Desarrollo Productivo, Patricia Ríos.
El Vivero
El Vivero produce especies, pino y eucaliptus, y nativas como algarrobo; tiene una capacidad de 500 mil plantines, de producción eucalyptus dunis, eucalyptus grandis y pino pátula que produce desde 2016. Tiene habilitación de Senasa e Inase, en el 2021 se sumó el algarrobo blanco y compraron el prosopis alba hoy llamado neptuma alba.
En el año 2021 produjeron 23.000 unidades para un productor de Vinalito para hacer enriquecimiento de bosques nativos; en 2022 fueron 32.000 plantines, dos productores de San Salvador de Jujuy, en Pampa Blanca y otra empresa GMF Latinoamericana SA, que hace manejo forestal sustentable. En 2023 tienen que hacer 100.000 unidades algarrobos para Vinalito y dos empresas, GMF y Agrobari en Las Lajitas, Salta, además de 150.000 eucaliptus y 50.000 eucalyptus grandis, sumando 300.000 plantines.