La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ( UNESCO) publicó un informe que examina el uso de la tecnología en la educación. Si bien señala que puede mejorar el aprendizaje en “algunos contextos”, advierte que estos beneficios “se desvanecen con el uso excesivo y la falta de maestros debidamente capacitados”.
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La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ( UNESCO) publicó un informe que examina el uso de la tecnología en la educación. Si bien señala que puede mejorar el aprendizaje en “algunos contextos”, advierte que estos beneficios “se desvanecen con el uso excesivo y la falta de maestros debidamente capacitados”.
Uno de cada cuatro países ya implementó prohibiciones totales o parciales sobre el uso de teléfonos inteligentes en las escuelas, ya que los estudios sugirieron que tales medidas mejoran el rendimiento académico, de acuerdo al reporte.
Si bien las inhabilitaciones absolutas son comunes en los países asiáticos, las naciones de Europa y América del Norte se centraron en el uso de ciertas aplicaciones y servicios, como TikTok, Microsoft Office 365 y Google Workspace, por cuestiones de privacidad y protección de datos, según Forbes.
El informe señala que, "más allá de un umbral moderado", el uso de teléfonos y computadoras conduce a un resultado negativo en el rendimiento académico, ya que son una "distracción para el aprendizaje".
Además, el organismo mundial advirtió que pasar mucho tiempo frente a la pantalla puede traer resultados mentales deficientes, que incluyen “menos curiosidad, autocontrol y estabilidad emocional; mayor ansiedad; y diagnósticos de depresión”.
La UNESCO también reconoce que la tecnología a veces puede servir como un "salvavidas" para la educación, como el aprendizaje remoto que se estableció durante el confinamiento por el Covid-19, que obligó a millones de estudiantes de todo el mundo a "aprender en línea".
Sin embargo, el organismo de la ONU advirtió sobre el acceso desigual a dicha tecnología, y señala que solo el 40% de las escuelas primarias en todo el mundo tienen acceso a Internet.
A su vez, señala que ninguno de estos avances debería suplantar la necesidad de alfabetización básica: "Los estudiantes con mejores habilidades de lectura tienen muchas menos probabilidades de ser engañados por correos electrónicos de phishing", afirmaron desde el organismo.
La UNESCO desconfía de los efectos beneficiosos de la tecnología en las aulas, ya que las pruebas a su favor proceden sobre todo de los países más ricos del mundo o de "quienes intentan venderla", informó el medio EuroNews.
La directora general del organismo, Audrey Azoulay, dijo que “para educar a los niños, la educación debería seguir centrándose en la interacción humana”.
De esta manera, el informe pretende abrir el debate sobre cuál es el espacio que debería ocupar la tecnología en el aula.
En los últimos 20 años, el papel fue sustituido por pantallas en muchas aulas, y los estudiantes abandonaron los pesados y antiguos tomos enciclopédicos por Wikipedia, que en 2021 tenía 244 millones de páginas vistas al día, de acuerdo a la UNESCO.
Según la organización internacional, alrededor del 50% de las escuelas secundarias de primer ciclo del mundo estaban conectadas a Internet con fines pedagógicos en 2022.
“Los recursos que se gastan en tecnología deberían destinarse a aulas, profesores y libros de texto para todos los niños de los países que carecen de acceso a estos recursos, para que ellos también puedan alcanzar la escolarización secundaria universal y unas competencias mínimas de aprendizaje", afirman miembros del organismo.
Qué dice la ONU sobre la Inteligencia Artificial
A pesar de su desconfianza por la utilización de artefactos tecnológicos en las aulas, la UNESCO remarcó que es posible que sea necesario desarrollar métodos de evaluación más nuevos si "las tareas escritas ya no indican un dominio de ciertas habilidades".
En junio, la ONU pidió la transparencia a las empresas cuyas plataformas usan herramientas de IA al mismo tiempo que busca alcanzar una posición común de los países para avanzar en una regulación sobre estas tecnologías.
La subdirectora general de Ciencias Sociales y humanas de la UNESCO, Gabriela Ramos, se pronunció sobre la correcta utilización de la tecnología en ámbitos como el medio ambiente, la salud y la educación:
“La transparencia es un vehículo fundamental para la no discriminación (…) y cuando hablamos de los datos tenemos que asegurarnos de que éstos se utilizan por el bien de la humanidad”, dijo la estadounidense.