La pumita que fue hallada por una familia de Abra Pampa y convivió con ella alrededor de tres meses, fue enviada el sábado último al santuario de animales de la fundación Tekove Mymba que funciona en la provincia de Entre Ríos. Autoridades del Ministerio de Ambiente jujeño destacaron que esta era la única alternativa posible, ya que la cría presentaba "un alto grado de troquelado, es decir comportamiento no natural muy probablemente debido al tiempo que pasó en compañía de seres humanos y animales domésticos", lo que dificultaba "su reinserción en el hábitat natural".
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La pumita que fue hallada por una familia de Abra Pampa y convivió con ella alrededor de tres meses, fue enviada el sábado último al santuario de animales de la fundación Tekove Mymba que funciona en la provincia de Entre Ríos. Autoridades del Ministerio de Ambiente jujeño destacaron que esta era la única alternativa posible, ya que la cría presentaba "un alto grado de troquelado, es decir comportamiento no natural muy probablemente debido al tiempo que pasó en compañía de seres humanos y animales domésticos", lo que dificultaba "su reinserción en el hábitat natural".
Además, "al haberse separado de su madre tan tempranamente las posibilidades de que regrese a su hábitat son muy bajas o nulas ya que no está apta para cazar y conseguir alimento por sí misma", sostuvo la titular del área, María Zigarán.
La funcionaria dio detalles del caso tras visitar el Centro de Atención a la Fauna Autóctona (Cafaju) a donde estuvo alojado el precioso ejemplar desde mayo pasado. Allí el secretario de Biodiversidad y Desarrollo Sustentable, Miguel Martínez; y el biólogo Eduardo Vargas le brindaron un informe sobre el destino del ejemplar.
"La pumita fue encontrada por una familia en Abra Pampa. La llevaron a su casa y convivió con ellos durante alrededor de tres meses. El 2 de mayo un técnico de nuestro Centro de Atención a la Fauna Autóctona (Cafaju) fue a retirarla", agregó Zigarán. Frente a la posibilidad de que no pudiera reinsertarse a su hábitat, "se buscaron alternativas para darle calidad de vida ya que este tipo de animales vive en cautiverio alrededor de 20 años y se requieren recintos grandes para su bienestar, como mínimo unos 50 metros cuadrados".
Así que fue consideraron que lo más adecuado era llevarla "a un lugar que cumpla con los estándares de bienestar que merece y pueda recibirla". Coordinaron entonces con el referente de la Fundación Tekove Mymba, Juan Manuel Paccot, la derivación y traslado del animal.
"La fundación Tekove Mymba tiene el primer santuario animal del continente latinoamericano con una extensión de 1.200 hectáreas ideales para que las especies que pasaron gran parte de su vida en situación de cautiverio continúen en un hábitat natural similar al de su origen. Confiamos en la adaptación y la recuperación de prácticas de la especie de la pumita que llevamos", expresó la ministra.
"Levantar cualquier cría de animal, que consideramos que está desprotegida, genera más un perjuicio que un beneficio. Lo que recomendamos en esos casos es dar aviso al Ministerio de Ambiente a través del Cafaju", destacó Zigarán. Mencionó en ese marco normas que protegen a la fauna nativa, entre ellas la Ley General de Ambiente N° 5.063 y normas nacionales e internacionales que prohíben y penalizan la caza, tenencia, comercialización y maltrato de la fauna silvestre nativa.
La mejor forma de actuar es no sacando animales de su hábitat natural, no comprando animales silvestres, denunciando a quienes los capturan o los comercializan y, en el caso de notar la presencia por convivencia, dar aviso al 911 o al whatsapp del Cafaju 3884 564931.
"Lamentablemente los animales domesticados luego de su paso por un hogar ya no pueden sobrevivir solos en su hábitat natural porque se acostumbran a recibir alimento, perdiendo habilidades para su supervivencia, como obtener alimento, buscar refugio, cazar o reconocer depredadores y saber ocultarse de ellos", remarcó.