El celo es el periodo en el que las perras están sexualmente receptivas y pueden reproducirse.
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El celo es el periodo en el que las perras están sexualmente receptivas y pueden reproducirse.
Por ello, es importante señalar que el celo de una perra generalmente dura aproximadamente de dos a tres semanas, aunque puede variar de una perra a otra. Durante este periodo, se pueden distinguir diferentes etapas dentro del ciclo de celo.
La primera etapa se conoce como proestro y suele durar alrededor de nueve días en promedio. Durante esta fase, la perra puede experimentar hinchazón y sangrado vaginal, y aunque no es receptiva a la reproducción, puede atraer a los machos.
La siguiente etapa es el estro, que es la fase principal del celo. Esta etapa puede durar entre cinco y 13 días, pero generalmente alrededor de una semana. Durante el estro, la hinchazón vaginal disminuye y la perra se vuelve sexualmente receptiva. Este es el momento en que puede aceptar la monta de un macho y potencialmente quedar embarazada.
Después del estro, viene la etapa del diestro o metaestro, que es el período de inactividad sexual. Esta fase dura aproximadamente 60 a 90 días y, si no hay fecundación, la perra volverá a entrar en celo en algún momento después de esta etapa.
¿Cómo identificar el celo?
Cuando una perra está en celo, puede presentar una serie de síntomas que indican su receptividad sexual. Estos síntomas pueden variar de una perra a otra, pero los signos más comunes incluyen:
Hinchazón vaginal: Durante el celo, la vulva de la perra puede inflamarse y parecer más grande de lo normal.
Sangrado vaginal: Muchas perras presentan un sangrado vaginal ligero durante los primeros días del celo. Este sangrado puede variar en intensidad y color, desde rosado claro hasta rojo más oscuro.
Cambios en el comportamiento: La perra puede volverse más cariñosa y buscar la atención de los perros machos. También puede mostrar comportamientos de cortejo, como lamerse, levantar la cola o moverla hacia un lado para permitir el acceso al macho.
Aumento de la micción: Durante el celo, algunas perras pueden orinar con más frecuencia para marcar su territorio y llamar la atención de los machos.
Cambios en el apetito: Algunas perras pueden experimentar cambios en su apetito durante el celo, mostrando una disminución o aumento en la ingesta de alimentos.
Importancia del celo en las perras
Capacidad reproductiva: Durante el celo, la perra es fértil y puede reproducirse si se cruza con un perro macho. Esto permite la reproducción y la perpetuación de la especie canina.
Salud uterina: El celo contribuye a la salud del útero de la perra. Durante este período, el útero se prepara para la posible implantación de embriones y el desarrollo de cachorros. La contracción uterina durante el celo ayuda a mantener la salud del útero y reducir el riesgo de infecciones uterinas, como la piometra.
Regulación hormonal: Durante el celo, los niveles hormonales de la perra fluctúan, lo que es importante para el funcionamiento adecuado de su sistema reproductivo. Estas hormonas, como el estrógeno y la progesterona, desempeñan un papel en la ovulación, el desarrollo del ciclo reproductivo y la preparación del cuerpo para la gestación.
Comportamiento y socialización: El celo puede afectar el comportamiento de la perra, ya que puede volverse más receptiva a la atención de los machos. Esto es importante para su bienestar emocional y socialización. Sin embargo, si no se planea criar a la perra, se pueden tomar precauciones para evitar el contacto con perros machos no deseados y prevenir un embarazo no deseado.
FUENTE: SEMANA