Gracias a su inquietud permanente de crecer y emprender desafíos en su vida, es que Lucas Strelkov decidió viajar para encontrar su destino en otro lugar del mundo. Es que este jujeño de 28 años, desde que era un niño de 6, tenía la idea de tomar rumbos diferentes para tener una mejor calidad de vida. El impulso que lo motivó a elegir otro país fue la economía inestable a nivel nacional y, desde luego, siguió su instinto a la hora de sentir placer en descubrir culturas. Italia y Estados Unidos estaban en su mente como objetivos a develar. Y en el año 2020, tuvo la posibilidad de gestionar la ciudadanía italiana por tener un familiar de esa nacionalidad, lo que le permitió gestionar el trámite durante dos años.
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Gracias a su inquietud permanente de crecer y emprender desafíos en su vida, es que Lucas Strelkov decidió viajar para encontrar su destino en otro lugar del mundo. Es que este jujeño de 28 años, desde que era un niño de 6, tenía la idea de tomar rumbos diferentes para tener una mejor calidad de vida. El impulso que lo motivó a elegir otro país fue la economía inestable a nivel nacional y, desde luego, siguió su instinto a la hora de sentir placer en descubrir culturas. Italia y Estados Unidos estaban en su mente como objetivos a develar. Y en el año 2020, tuvo la posibilidad de gestionar la ciudadanía italiana por tener un familiar de esa nacionalidad, lo que le permitió gestionar el trámite durante dos años.
"Una vez que tuve todos los papeles, vendí mi auto y un par de cosas, con los ahorros que tenía me fui a Italia con mi primo y su novia. Estuve ocho meses haciendo la ciudadanía hasta que me dieron el pasaporte", explicó este jujeño que admira la tierra italiana desde el punto de vista turístico. "Recuerdo que era abril y la primera vez que me iba tan lejos, la verdad que tuve un poco de miedo e incertidumbre, pero lo hice a pesar de esas emociones que pueden frenar", expresó Strelkov quien no tuvo una buena experiencia a nivel laboral.
"Llegué y era todo nuevo para mí. Está romantizada la idea de ver otro país como en las películas. Trabajé de camarero ocho meses allá y un mes me restaron 150 euros del sueldo porque inventaron excusas y me sacaron esa plata y a otro amigo también, fueron experiencias negativas", aseguró el joven que además notó que lo que más aman en Italia son las pastas. "Es muy lindo para pasear, pero no para vivir", sentenció este jujeño que trató de no crear expectativas, para no esperar nada y que le sorprenda el devenir.
"Cuando estuve en Italia haciendo la ciudadanía, sólo sabía los números, para manejarme con el tema del cambio y me fui de ahí hablando italiano. Me tocó gente buena onda que era súper paciente conmigo y me explicaron así que contento por ese lado", detalló el jujeño que con ánimo de hablar su lenguaje, volvió a elegir viajar e irse, esta vez focalizado en Barcelona, España. "Es un lugar lindo, pero tampoco me sentí cómodo para vivir. Como soy de Jujuy estaba acostumbrado a una ciudad chica, al movimiento tranquilo, donde agarrás un auto y en diez minutos estás en un lugar de naturaleza. Me gusta mucho pasear en ambientes naturales y Barcelona es una megaciudad que está explotada de gente. A cualquier lado que te quieras ir, tenés de 30 a 40 minutos en subte.
Estuve un mes y me fui", contó quien se siente agradecido de haber tenido esta vivencia que lo sacó de su zona de confort. El paso por España lo guiaría a Valencia, otra ciudad europea con historia pero de ambiente agradable. "En cualquier lugar que entres, te atienden súper bien son amables. El ritmo de la ciudad es parecido a Jujuy, es como más relajado", dijo el joven que -llevado por sus ganas de permanente cambio- sintió que ese tampoco era su lugar. "Tenía la sensación de que ya me iba y estuve sólo dos meses y medio en Valencia.
Entonces me surgió la posibilidad de venir a Estados Unidos así que fue prácticamente de un día para el otro". Y compró el pasaje para ir al país de sus sueños. "Me encanta Los Ángeles, es una ciudad más grande que Buenos Aires. Me di cuenta de que el argentino tiene demasiado de Italia y España, casualmente todo lo que no me gusta. Lo de encontrar un nuevo mundo lo estoy sintiendo ahora en Estados Unidos. En Italia y España casi no sentí la diferencia con Argentina, quizás con las comidas de cada lugar", aseguró Strelkov encantado con la estabilidad de la economía norteamericana. "En España pasaba que si ganaba 1.200 euros, la realidad es que se puede ahorrar poco. Yo estaba compartiendo departamento con un amigo y más o menos gastaba 850 euros al mes, entonces me quedaban 300 euros de ahorro pero la verdad, es que no es tanto. Se puede y estás tranquilo, pero tenés que vivir para trabajar; estás todo el tiempo laburando", aseguró. Desde la perspectiva de este joven, Estados Unidos se distingue por ser consumista.
"Te cruzás Lamborghinis, Ferraris, de todo lo que te imaginés. Aunque no me gusta la comida aquí porque me parece muy procesada e industrial. Por ejemplo, vas al supermercado y no tenés verduras como una verdulería; a la ensalada te la venden cortada y en una bolsa, probablemente llena de químicos", explicó por los alimentos que son -en su mayoría- listos para llevar.
Para finalizar, el jujeño instó a otros a animarse a volar porque se trata de un encuentro personal y único. "No es nada fácil irse, a nivel emocional. Soy súper apegado a mi familia y en Jujuy estaba súper bien, así que soltar esa comodidad cuesta pero es bueno para conocerse y descubrir otras posibilidades. En Italia fue re duro, España fue de aprendizaje y Estados Unidos, lo mejor".