No hay dolor más grande que el de una madre que pierde a su hijo, y esa herida se hace más profunda cuando esa pérdida se convierte en una eterna espera del hijo que nunca pudo volver. Fernando Fabián Zarzoso es uno de los jóvenes sampedreños que ofrendó su vida en la guerra de Malvinas cuando se produjo el trágico hundimiento del Crucero ARA General Belgrano. Desde aquel día que enlutó a todo el país, Gloria del Carmen Gómez de Zarzoso vivió con ese dolor inimaginable, pero desde la entereza y la esperanza de volver a ver a su hijo.
inicia sesión o regístrate.
No hay dolor más grande que el de una madre que pierde a su hijo, y esa herida se hace más profunda cuando esa pérdida se convierte en una eterna espera del hijo que nunca pudo volver. Fernando Fabián Zarzoso es uno de los jóvenes sampedreños que ofrendó su vida en la guerra de Malvinas cuando se produjo el trágico hundimiento del Crucero ARA General Belgrano. Desde aquel día que enlutó a todo el país, Gloria del Carmen Gómez de Zarzoso vivió con ese dolor inimaginable, pero desde la entereza y la esperanza de volver a ver a su hijo.
No hubo ceremonia de recordación de Malvinas en la que ella no haya estado presente, acompañando a los excombatientes que año tras año mantenían viva la memoria de su amado hijo Fernando y de tantos otros jóvenes que murieron en la guerra. Y así vivió por 39 años, que se hicieron páginas de recuerdos, desandadas lentamente, siempre con el mismo dolor, el mismo vacío en el alma, pero la misma esperanza. Aún hoy se vuelve presente su sentir cuando en una entrevista expresó: "Pido a Dios que me deje vivir muchos años para esperar a mi hijo, no vi su cuerpo, sólo recibí una carta donde me decían que había desaparecido en las frías aguas. Yo lo espero cada día" tal testimonio de amor la acompañó hasta sus 91 años, cuando finalmente y por mandato de la vida misma, cerró sus ojos un 18 de junio, para concretar ese abrazo eterno con su hijo, por el que esperó tantos años.
El ejemplo de Gloria de Zarzoso, madre de uno de nuestros héroes, quedará por siempre en la memoria de todos los sampedreños, jujeños y argentinos que acompañaron esa materia pendiente para todos los que vivieron el dolor de tantas ausencias que dejó la guerra. Desde su partida, en cada recordación de Malvinas, se extraña su presencia, es otro vacío que muchos intentamos cubrir con el recuerdo de su fortaleza y serenidad frente a esa incomprensible realidad que la vida le deparó y que el tiempo ni la Patria no pudieron reparar.
Gloria del Carmen Gómez nació en la gentil "Tacita de Plata", el 8 de julio de 1929, años después, sus padres, Sara Rubio y Víctor Gómez del Río, se trasladaron a San Pedro de Jujuy para dedicarse al comercio, abriendo la conocida tienda, que llevó el nombre de su hija primogénita, "Tienda Gloria". Su vida transcurrió junto a sus padres y a sus dos hermanas Pilar y Cristina. Tras cursar sus estudios primarios y secundarios, obtuvo el título de maestra y de profesora de violín. Las aulas de la vieja escuela "Esteban Leach", ubicada en la localidad azucarera de La Esperanza, fueron testigos de su tiempo de docente. Fue una maestra de alma y muestra de ello fue el afecto que recibió de sus alumnos, que, habiendo transcurrido los años, se acercaban para expresarle el agradecimiento y el gran cariño a "su querida señorita Gloria". En 1957 el amor llegó a su vida, y contrajo matrimonio con Alfonso Zarzoso, quien era empleado de Banco Nación, fruto de ese amor nacieron dos hijos, Gloria Susana y Fernando Fabián. Su hija mayor, con el tiempo, le regaló dos nietos, Andrés y Santiago. Mientras que Fernando Fabián, apenas concluido el secundario, partió un día a cumplir con la patria, siendo embarcado en el Crucero ARA General Belgrano, que fue atacado durante la Guerra de Malvinas.