¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

24°
27 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Pensaban que tenían un Jesús negro, eran hollín y suciedad acumulados durante 120 años

Una limpieza reveló que el Cristo de Lepanto, la imagen más venerada de Barcelona, es de varios colores. El hallazgo es "una sorpresa maravillosa", dijeron los restauradores

Jueves, 04 de mayo de 2023 18:33

Una de las principales atracciones de la Catedral de Barcelona acaba de cambiar para siempre. O, en realidad, volvió a su forma original. El Cristo de Lepanto, la imagen más venerada de ese lugar, fue exótico durante 120 años por ser completamente negro, pero una goma de borrar y un poco de agua caliente reveló la verdad: solamente estaba sucio. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Una de las principales atracciones de la Catedral de Barcelona acaba de cambiar para siempre. O, en realidad, volvió a su forma original. El Cristo de Lepanto, la imagen más venerada de ese lugar, fue exótico durante 120 años por ser completamente negro, pero una goma de borrar y un poco de agua caliente reveló la verdad: solamente estaba sucio. 

La confusión con el Cristo de Lepanto y su color era tal que los expertos consideraban que era una imagen renacentista del siglo XVI. Sin embargo, al hacer una restauración de las principales figuras de la catedral, los expertos descubrieron que el Cristo era en realidad blanco, que su pelo era marrón y que hasta tenía las gotas de sangre en rojo. Y que, en verdad, podría remontarse hasta el siglo XIII o a lo sumo XV. 

¿Qué pasó? “Era humo y suciedad y algún trocito que para igualarlo lo habían pintado de negro”, explicó la conservadora de la Catedral de Barcelona, Ana Ordoñez. La capa de suciedad que presentaba la imagen estaba formada por humo, barnices y hollín, bajo la cual se escondía una antigua policromía del siglo XIX, la más reciente sobre la imagen antes de que fuera oscureciéndose como consecuencia de los factores externos.

En una conferencia de prensa en el Museo Diocesano de Barcelona, el deán de la Catedral, Santiago Bueno, junto al conservador de patrimonio, Robert Baró, y las restauradoras Esther Gual y Ana Ordóñez, destacaron que el hallazgo es "una sorpresa maravillosa".

El nuevo Cristo viejo
Hasta ahora, la imagen era completamente negra por muchas capas de hollín y suciedad que se fueron acumulando en su superficie. Sin embargo, cuando las tareas de restauración comenzaron en 2020, descubrieron que la iconografía original es blanca y, de hecho, “la policromía estaba completa y muy bien conservada”.

Baró explicó que la imagen empezó a oscurecerse en los últimos 120 años por el humo y la suciedad que la rodeaban, pero que además la retocaron con partes negras para igualar el color general. Esta capa oscura se pudo retirar con facilidad, únicamente con el uso de una goma de borrar y agua destilada caliente. Ana Ordóñez, por su parte, detalló que la goma de borrar y agua destilada caliente permitieron "retirar fácilmente" la capa oscura exterior, recuperando así la policromía del siglo XIX del Santo Cristo de Lepanto, una de las figuras más veneradas en Cataluña.

“Nos habíamos acostumbrado a tenerla sucia, y ahora la tenemos limpia”, celebró Bueno.

La restauradora Esther Gual explicó que los estudios con luz ultravioleta y los análisis de la madera indicaron que el cristo está formado por una única gran pieza hueca de álamo y una cruz de pino "que fue intervenida a lo largo del tiempo": por ejemplo, en el siglo XIX se le añadió a la figura una barba y sangre que brota de la herida en su costado derecho.

Los expertos explicaron que una restauración del siglo XIX, con una barba y melena postizas, más el tizne negro acumulado, habría llevado a confundirla con una imagen renacentista del siglo XVI. Por lo que el resultado de los trabajos ha llevado a la conclusión de que la talla podría remontarse hasta el siglo XIII o a lo sumo XV. Aunque lo más probable, según el técnico de patrimonio de la Catedral, Nil Rider, sería que se trate de una talla gótica temprana de entre los siglos XIII y XIV.

Temas de la nota