La sonrisa de Lucas "Cachito" Jurado, el adolescente de 13 años que ha logrado sobrevivir a una leucemia linfoblástica aguda mediante distintos tratamientos, medicaciones, internaciones y operaciones, inundó los medios y las redes sociales generando una gran empatía en toda la comunidad sobre esta historia de superación.
inicia sesión o regístrate.
La sonrisa de Lucas "Cachito" Jurado, el adolescente de 13 años que ha logrado sobrevivir a una leucemia linfoblástica aguda mediante distintos tratamientos, medicaciones, internaciones y operaciones, inundó los medios y las redes sociales generando una gran empatía en toda la comunidad sobre esta historia de superación.
Este jovencito es fiel ejemplo de la lucha y fe. "Cachito", como es conocido por su vínculo de amistad y familiar, fue diagnosticado en 2013 de leucemia linfoblástica aguda, cuando apenas tenía tres años. Fue un proceso de diez años, el camino lo llevó a transitar para poder sobrellevar dicha enfermedad.
Luego de atender gentilmente el llamado telefónico, Lucas Jurado conversó con El Tribuno de Jujuy, recordó cómo fue atravesar el proceso de la enfermedad y la trascendencia que tuvo su caso en la comunidad jujeña.
"Hoy me siento bien. No me lo esperaba. Cuando me recibieron, me sentí muy feliz. Fue un recibimiento en el colegio y después mis compañeros del vóley. Yo pensé que era un festejo así nomás, pero se acercaron dirigentes de Gimnasia quienes me regalaron una camiseta, el conjunto para entrenar y un buzo", comenzó con su relato el joven que está iniciando su etapa en la secundaria con el Colegio Nacional Nº 2.
El amor y acompañamiento de su familia fue importante durante este trayecto que se vio coronado en la jornada del pasado martes 9 de mayo, cuando juntos recibieron la noticia de que «"Cachito"" fue dado de alta. "Es doloroso todo lo que me pasó a mí pero el apoyo de familia fue fundamental porque me dieron esperanzas cuando sentía que no podía. Recuerdo que yo le preguntaba a mi papá cuánto faltaba para irnos del hospital, yo me quería ir de ahí porque me hacía mal", sostuvo.
También agregó que "lo que me acuerdo es que le pregunto a mi mamá qué enfermedad tenía y me miró y se puso a llorar cuando me contó que tenía leucemia. También recuerdo que todo el tiempo era pinchazo tras pinchazo, ir a una clínica tras otra, me pusieron un catéter".
Lucas Jurado es ejemplo de superación y hoy con 13 años nos enseña que no hay obstáculos para superar cualquier traspié que nos puede poner la vida. Por tal motivo, este chico ganó una segunda oportunidad en la vida y se lo dedicó a quienes lo acompañaron en el camino. "Dios me dio una segunda oportunidad para disfrutar de la vida, agradezco a todos los que siempre me apoyaron, mi papá y mamá y a los profesores de Gimnasia", comentó con tono de emoción el hincha de Gimnasia y Esgrima de Jujuy.
Este triunfo para Jurado dejó sin dudas una enseñanza de vida. "Todo se puede en la vida, se puede salir adelante poniéndole ganas y esfuerzos con la ayuda de los padres. Hay que tener esperanza, todos tenemos segundas oportunidades y pueden seguir siendo felices", reflexionó el adolescente que sueña con ser jugador de vóley o abogado.
"Por mi hijo, todo"
El relato de Lucas Jurado enterneció a quien redacta este artículo pero el testimonio de su padre, Sergio Jurado, también tuvo su grado de emoción. "Fue como sacarme una mochila gigante. Estar en el hospital nos absorbía la energía, pero cuando salíamos de ahí la recuperábamos. Lucas nunca nos vio mal ni bajón, siempre estuvimos al pie del cañón, se le brindó fuerzas y cariño", contó el padre.
También recordó aquella vez que le mencionaron qué tenía su hijo. "Al principio pensábamos que tenía papera, nos atendieron en una clínica, luego nos derivaron al hospital, a los pocos días nos dieron el diagnóstico, no caímos en la noticia, se nos vino el mundo encima. El hecho que le haya dado leucemia no lo sabemos, nos tuvieron una semana con pinchazos y estudios", explicó muy angustiado al recordar ese momento.
Eso no fue todo porque también reconoció que lo más duro fue "comunicar a la familia no sé de dónde saqué fuerza para decirles a todos". Sergio Jurado señaló que al ser un bebé no entendía lo que pasaba, pero que fue duro para él porque "al ser bebé sus manos eran la principal herramienta que tenía, pero no podía utilizarla ya que en su dedo había una tableta para la canalización del suero, después le pusieron catéter y casi dos años y medio estuvimos con él haciendo el protocolo de la quimio".
En el proceso de la enfermedad, Lucas Jurado tuvo una operación de riesgo y el padre rememoró ese momento en que casi pierde la vida. "Cuando le quisieron sacar el catéter ya se había aferrado de la vena y era peligroso, otra junta de doctores lo querían sacar por medio de la ingle pero era muy complicado, hasta que lo intervinieron desde arriba y pudo resistir a la operación", aseveró.