La subasta se realizó pese a que diversas organizaciones judías criticaron la acción y reclamaron su suspensión por "indecente" y consideraron que la procedencia de esos bienes se debió a la "arianización" de propiedades de personas judías que huyeron de Alemania o que fueron asesinadas durante el holocausto.
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La subasta se realizó pese a que diversas organizaciones judías criticaron la acción y reclamaron su suspensión por "indecente" y consideraron que la procedencia de esos bienes se debió a la "arianización" de propiedades de personas judías que huyeron de Alemania o que fueron asesinadas durante el holocausto.
La colección que salió hoy a la venta está compuesta por más de 700 joyas y el valor total está estimado en más de 150 millones de dólares. Este miércoles se remataron en Ginebra 100 piezas y otras 150 serán subastadas este viernes. El resto serán adjudicadas a compradores online en noviembre.
Antes del inicio de la subasta, Rahul Kadakia, director internacional de joyería de la famosa casa de remates, repitió las explicaciones de los motivos por los que la compañía aceptó subastar esta colección de joyas a pesar de las críticas de las organizaciones judías.
"Todos los beneficios de la venta se donarán a una fundación (el patronato Horten), que apoya causas filantrópicas", insistió.
Además, dijo que "Christie's hará una donación significativa" de los beneficios a instituciones judías y a la educación sobre el Holocausto, que dijo que es de "vital importancia".
Esta semana, el Centro Simon Wiesenthal, la ONG dedicada por rastrear criminales de guerra nazis prófugos; el Comité Judío Americano (AJC) y el Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (Crif) pidieron que se suspendiera la venta.
La organización francesa calificó, este martes, la venta como "indecente", ya que el marido de Heidi, Helmut Horten, construyó su fortuna en Alemania durante el gobierno nazi, partido en el que también militó.
Una de las joyas más destacadas de la colección de Heidi Horten, fallecida en 2022, es un anillo Cartier con un rubí "sangre de paloma" de 25,59 quilates, cuyo precio se estima entre 10 y 20 millones de dólares.
Según la clasificación de Forbes, la fortuna de Heidi Horten ascendía a 2.900 millones de dólares, pero el origen del dinero de Helmut Horten, propietario de una de las grandes cadenas de almacenes de Alemania, genera críticas y dudas.
En 1936, tres años después de la llegada de Adolf Hitler al poder, Horten se hizo cargo de la empresa textil Alsberg, luego de la huida de sus propietarios, que eran judíos.
Después, tomó el control de varios negocios que pertenecieron a judíos que escaparon del nazismo.
Posteriormente, Horten fue acusado de beneficiarse de la expoliación de propiedades a personas de origen judío.
"Esta subasta es doblemente indecente: no sólo los fondos utilizados para adquirir estas joyas proceden en parte de la 'arianización' de propiedades judías llevada a cabo por la Alemania nazi, sino que la venta está destinada a financiar una fundación cuya misión es asegurar que pase a la posteridad el apellido de un antiguo nazi", denunció el presidente de Crif, Yonathan Arfi.
El Centro Simon Wiesenthal pidió que "no recompensen a aquellos cuyas familias pudieron enriquecerse gracias a judíos desesperados perseguidos y amenazados por los nazis".
El Comité Judío Estadounidense, por su parte, afirmó que la venta debe ser suspendida "hasta que se realice un esfuerzo serio para determinar qué parte de esta riqueza proviene de víctimas de los nazis".
Pese a todas las críticas, la subasta alcanzó los 115 millones de dólares y superó el récord establecido con la dispersión de los bienes de la actriz Elizabeth Taylor en 2011, que superó los 100 millones de dólares.
También superó el récord de venta de la colección "Maharajás y el esplendor mongol" en 2019.