Los elementos de pruebas testimoniales que se recepcionaron en la jornada de ayer en la audiencia por el femicidio de Alejandra Nahir Álvarez dejaron seriamente comprometido al joven procesado y si la defensa conservaba alguna estrategia, fue terminada de echar por tierra.
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Los elementos de pruebas testimoniales que se recepcionaron en la jornada de ayer en la audiencia por el femicidio de Alejandra Nahir Álvarez dejaron seriamente comprometido al joven procesado y si la defensa conservaba alguna estrategia, fue terminada de echar por tierra.
Rodrigo Villanueva llega a estas instancias judiciales acusado de asesinar a la madre de su hijo, que en ese entonces tenía apenas 6 meses, y el perito del Ministerio Público de la Acusación, que examinó el cuerpo de la joven, le dijo la Tribunal que tenía al menos 33 puñaladas en distintas partes del cuerpo, en el tórax, abdomen, cuello y rostro.
Momentos de tensión se vivieron en el recinto del octavo piso del Palacio de Tribunales, cuando los jueces llamaron a declarar a un joven, que según sus dichos, estuvo horas previas al crimen junto a Alejandra Álvarez.
El testigo ingresó a la sala y el inculpado rápidamente irguió su cuerpo, empuñó sus manos y se puso en posición de guardia.
Allí declaró que conocía a Nahir desde que eran niños porque sus padres son muy amigos, dijo que se mensajeaba por Facebook y días previos al crimen, Villanueva le sacó el teléfono celular, leyó la conversación que los jóvenes mantenían y estalló de furia.
La personalidad de Rodrigo Villanueva fue descripta por el licenciado en psicología del Ministerio Público de la Acusación, Pablo Vidaurre, como una persona que padece de "apego inseguro", teme ser abandonado y quedarse solo. Además, fue identificado como dueño de una estructura neurológica obsesiva y por sus respuestas durante las entrevistas que mantuvo con el profesional, se le detectaron sesgos machistas, misóginos y egocentristas.
Rodrigo Villanueva siguió a Alejandra Nahir la tarde del 9 de octubre de 2020 y la interceptó en inmediaciones de la rotonda de acceso al barrio Alto Comedero, a la altura de Agua Potable. Llevaba en su mochila un arma blanca, porque había planeado darle muerte a la madre de su bebé en el momento que descubrió que se mensajeaba con otra persona.
Perversidad
El cuerpo de Alejandra Nahir Álvarez fue hallado la tarde del sábado 10 de octubre, un tramo de la colectora de la ruta nacional Nº 66, al frente del Suri Rugby Club. Los médicos forenses describieron hasta 33 puñaladas en distintas partes de su cuerpo.
Los análisis genéticos hallaron sangre de Alejandra en el canguro celeste que escondió Villanueva, cuando llegó a su casa con cara de asustado y preguntó por la joven.
La noche del viernes 9 de octubre, mientras todos buscaban a Alejandra, Villanueva pasó por una barbería para cortarse el cabello, volvió a la casa de los Álvarez, miró a los ojos a sus cuñados, hizo dormir a su bebé, se mostró compungido porque Alejandra no aparecía, durmió en la habitación de su víctima y al día siguiente se fue a trabajar como si nada hubiera pasado.
Los informes dan cuenta de que Villanueva no muestra arrepentimiento por la muerte de la joven, que siente temor por la cantidad de años que permanecerá en prisión si llega a ser condenado y lo más espeluznante de su personalidad, es que veía a su hijo como un enemigo y pretendía disputar el amor de su pareja.