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9 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Una perspectiva diferente para abordar la violencia de género

El libreto es de Natalio Bognanni y cuenta con una sublime actuación de Nayra Muñoz Arancibia. La obra, de extenso recorrido, abarca una temática sensible, sin mostrar violencia explícita.
Lunes, 10 de abril de 2023 00:57

El pasado sábado se repuso "Flores blancas", en el teatro "El Pasillo".

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El pasado sábado se repuso "Flores blancas", en el teatro "El Pasillo".

Si se llega a esta obra sin haber leído nada sobre ella, el título será una incógnita hasta el final, solo que el espectador lo deduzca sobre una pista dada en las primeras escenas.

Una escenografía sencilla nos lleva a ese patio donde se desenvuelve la obra; aunque pequeños movimientos de elementos nos trasladen de ambiente en algunos cuadros.

La música, compuesta exclusivamente para la obra por Demián Salerno, realmente matiza los momentos que el autor quiere contar.

Y, sin dudas, el punto más alto de esta producción pasa por la descollante actuación de Nayra Muñoz Arancibia.

Con un enorme trabajo corporal, la actriz lleva al espectador a vivir todos los climas por los cuales atraviesa Alicia, su personaje.

La obra es un unipersonal, pero Muñoz Arancibia se pone en la piel de tres personajes, Alicia, su marido y Ema, la vecina.

Ese cambio de roles denota la vasta tarea de disociar emociones que adquirió la actriz. Del tímido relato de un ama de casa abarrotada por la violencia, hay momentos en los que pasa al rol intempestivo y violento del marido, vuelve a la mujer, luego toma el cuerpo y la voz de Ema, una mujer independiente, que trabaja y está dispuesta a ayudar.

Las relaciones basadas en la sororidad son el eje transversal de esta obra. Un mensaje que pide a gritos no callarse y a la vez llama a escuchar y accionar.

La cercanía del público con los artistas es una virtud en esta sala. Y en este tipo de obras, en las que el susurro grita, se vuelve un elemento imprescindible para percibir con el alma.

Es una obra para todo público, porque la intención implícita es que el aroma a flores blancas, nos llegue a todos, para generar conciencia; para agudizar la observación de lo que pasa en nuestro entorno y no dejar que aflore la violencia, de ningún tipo, en ningún ámbito.

La necesidad de saber mirar el entorno para poder accionar

Luego de finalizada la obra, El Tribuno de Jujuy pudo dialogar con Nayla Muñoz Arancibia, protagonista de “Flores blancas”, poniéndose en la piel de Alicia. La actriz asume al teatro como una herramienta para llegar a corazones y emociones, que a veces, no vemos. “Para mí es un compromiso de vida interpretar esta obra. Hace varios años que vengo trabajando sobre la temática de violencia, intrafamiliar, de género, vulneración de derechos y la verdad es que esta es una forma de seguir reflexionando, de pensar en cómo podemos hacer para seguir mejorando”, expresó Muñoz, quien asume la tarea como parte de su militancia.

Para ponerse en el rol de Alicia, la actriz trabajó incansablemente en diversas técnicas, lo que les llevó, a ella y a la producción, algo más de un año, hasta lograr diferentes climas y ambientes. Desde tiempos idos, las mujeres no estuvieron exentas de este tipo de situaciones, las sufrieron nuestras madres, abuelas, tías.

DESCOLLANTE| LA ACTUACIÓN DE NAYLA MUÑOZ ARANCIBIA.

Es allí donde la actriz pone en juego su proceso y trabajo personal, interno, profundo. “Hay que recordar sin quebrarse, sin caer a tu historia, pero a la vez, trayendo esto que has vivido, entonces creo que es un esfuerzo. Siempre, después de la función, termino afectada y el personaje también”, manifestó la actriz. En esa línea, la protagonista agregó que “algunas veces puedo disociar al personaje de mi persona. Tiene que ver que con la historia de mi madre y de mi abuela. Uno se acuerda de eso y te lleva a la emoción, es una de las técnicas. La idea es no hundirse en la emoción.

Ahí tengo la obligación de separar a Alicia de Nayra”. Cabe resaltar la intención del autor de la obra, de puntualizar sobre la necesidad de abrirse con alguien si se vive este tipo de situaciones. Al respecto, quien encarna el personaje de Alicia, la víctima, pero también deja atisbos de su marido y toma el rol de la vecina, amiga, salvadora. “Si tocamos la temática violencia de género, estaría bueno dar información en torno a los espacios, a los organismos públicos, que acompañan estas situaciones de violencia; aunque, si bien hay espacios públicos que dan respuesta, muchas veces no lo hacen, vulneran los derechos, se revictimiza a las víctimas, justamente la obra plantea la parte de la sociedad civil, que podemos ser parte de la solución, hermanándonos, fijándonos cómo está la de al lado, mi mamá, mi abuelita”, contó la actriz sobre los pasos previos a la puesta.

Con el propósito de motivar esta presencia social, la obra se muestra en secundarios, para que desde todas las edades se despierte el interés de mirar el entorno e interpretarlo. Para finalizar, Nayra Muñoz Arancibia, dejó su interpretación sobre la metáfora de las flores blancas. “Para mí, tiene que ver con la flor del cactus que crece y cuando florece se cae; después pareciera que murió y que no se levanta más, pero en realidad resurge y vuelve a nacer un nuevo cactus de ese que se había caído. Es una flor de un día, que refleja como la esperanza puede estar en una persona, en un día”.