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Pensando la historia con perpectiva de género

Tercer libro de Mario Rocabado con temática femenina e histórica.
Domingo, 26 de marzo de 2023 01:02

Mario Alfredo Rocabado es profesor de Historia e investigador, y se caracteriza por estudiar y analizar los hechos clon perspectiva de género. Recientemente publicó un tercer libro sobre la temática de la historia y la mujer en Jujuy, titulado “Las chicheras, como colectivo de resistencia femenina”, a través de editorial Cuadernos del Duende. Anteriormente publicó “Dulces, buenas y putas (sexo bajo control en Jujuy 1890 -1930)”, en el año 2016; y “Historias de violencia contra la mujer (cuerpo, pecado y delito) en el Jujuy del siglo XIX”, en el año 2020.

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Mario Alfredo Rocabado es profesor de Historia e investigador, y se caracteriza por estudiar y analizar los hechos clon perspectiva de género. Recientemente publicó un tercer libro sobre la temática de la historia y la mujer en Jujuy, titulado “Las chicheras, como colectivo de resistencia femenina”, a través de editorial Cuadernos del Duende. Anteriormente publicó “Dulces, buenas y putas (sexo bajo control en Jujuy 1890 -1930)”, en el año 2016; y “Historias de violencia contra la mujer (cuerpo, pecado y delito) en el Jujuy del siglo XIX”, en el año 2020.

Y ya está trabajando y escribiendo el próximo libro sobre “Historia de las Masculinidades”. El Tribuno de Jujuy conversó con el autor para profundizar en la temática de este último libro, sobre las chicheras (mujeres que fabrican la chicha- bebida alcohólica regional). Rocabado se aboca al tiempo desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX, y explica que se formó a nivel universitario sobre la perspectiva de género y por eso “no hago un relato nada más, sino que trato de ser crítico en cuanto a la opresión de las mujeres”.

Las chicheras

En este último libro “se cuenta la historia de las chicheras acá en Jujuy que ya figuran en el primer censo nacional de 1869. Había más o menos unos 70 u 80 chicheras en la capital de Jujuy y en la provincia”. Ellas fabricaban la bebida alcohólica que consumirían los hombres de los sectores populares que no tenían recursos económicos para acceder al vino o la cerveza, explica el profesor.

“Solamente era para la élite que hacían traer principalmente vino en el siglo 20. Mientras tanto y también en el siglo 20 va a ser la chicha lo que van a buscar los sectores populares y acá en la ciudad hay van a estar en todo el radio de la de la ciudad capital de hecho que la Municipalidad les cobraba una tasa municipal de acuerdo a dónde fabrican la chicha. Lo que cuento en el libro es que con ese seguimiento, no solamente van a controlar las chucherías del establecimiento, si no van a ordenar la moral de la mujer porque esta actividad las sitúa más cerca de la prostitución que de lo que debería ser la mujer”. En ese tiempo para ser una mujer honorable, se debía saber coser, hilar, cocinar, etc. “La chichera por el contrario, convivía siempre con los hombres. Y ya en ese entonces se desarrollan como colectivo” que resiste el intento de cambiar sus mentalidades.

La imagen de la iglesia

A través de lo que dice la Iglesia sobre las mujeres y sobre la cultura que tienen, por ejemplo, cuando las chicheras y las personas que se dedican a reunirse en la fiesta carnavaleras, se juntan en grupos para tomar. La iglesia, lo que hace es tratar de cambiar esas tradiciones”, comenta el investigador. “Históricamente para tener en cuenta, un dato importante es que las chicheras nunca se han perdido, esa es la cuestión de la resistencia porque yo estoy digamos hoy investigando”, expresa. “Este tema de las chicheras sirve para el debate, porque acá también se entrecruza el tema del género y la cultura.

Porque aparece el trabajo sexual de la mujer, es decir la división sexual del trabajo, que significa que las mujeres van a ser condicionadas al trabajo en la casa, al ámbito privado; y culturalmente el hombre va a tener acceso a una libertad de trabajo fuera de la casa y a una vida más social hacia afuera”, cuenta. Y concluye, “la mujer que se queda trabajando en la casa, tiene que elaborar la chicha para mantener a la familia, pero también tiene que cuidar a los hijos, y hacer todas las cosas que les corresponde en la casa. No disfruta de la cultura de la sociedad”. Desde este punto de vista, el varón podrá también acceder a la vida política de un pueblo, y la mujer no.

Anteriores publicaciones

Rocabado tiene dos libros anteriores que también están relacionados a la lucha de las mujeres con perspectiva de género. “Nuestra sociedad está formada desde el patriarcado. En el XIX comienzan a aparecer las primeras imprentas y diarios en Jujuy y los que escriben son los hombres. Las mujeres no tienen acceso a la educación”, explica. “En el primer texto sobre la prostitución cuento que en el censo de 1869, el analfabetismo de la mujer, supera el 90 %. En ese sentido, toda la sociedad está formada desde el punto de vista de los hombres, que son quienes dicen el deber ser de la mujer”, expone. Y su segundo libro es sobre la historia de la violencia sobre las mujeres, trata de explicar cómo la violencia sobre la mujer no es de ahora, sino que siempre estuvo, y aún no se ha erradicado del todo.

Sobre el autor

Mario Alfredo Rocabado es profesor de Historia egresado del Profesorado en Enseñanza Superior “Eugenio Tello” y Licenciado en Historia, recibido en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju). Además, es director e investigador del Centro de Estudios Indígenas y Coloniales “Daniel Santa María”, de la mis facultad, y realizó estudios de Género en el Colmex (Colegio de México); en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, Unam; en la Universidad Autónoma de la ciudad de México, Uacm; y en la Facultad de Filosofía y Letras UBA.