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Maryta y Nayaim se unen en “Kawsai”

Una canción diferente que ya está disponible en todas las plataformas digitales. Para hablar del estar bien del ser humano.
Martes, 21 de marzo de 2023 01:04

Nayaim y Maryta de Humahuaca, los dos son jujeños, están en distintos lugares y hacen músicas distintas, y las circunstancias y las búsquedas los unieron en una canción diferente, "Kawsai", que desde ayer está disponible en todas las plataformas digitales.

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Nayaim y Maryta de Humahuaca, los dos son jujeños, están en distintos lugares y hacen músicas distintas, y las circunstancias y las búsquedas los unieron en una canción diferente, "Kawsai", que desde ayer está disponible en todas las plataformas digitales.

Nayaim hace música electrónica, Maryta viene del folclore y en los últimos tiempos anda explorando sones latinoamericanos y de otros ritmos, incluso otros idiomas, porque la envuelve la necesidad de espiritualidad.

Él es muy joven y hace años que está radicado en Buenos Aires, y hace un tiempo que tiene ganas de hacer cosas con artistas de Jujuy.

Ella siente la necesidad hoy de cantarle más a lo ancestral que a lo netamente folclórico del paisaje, que es lo que hizo hasta hace poco y que la enorgullece.

Nehuén Schedan, tal el verdadero nombre de Nayaim, pensó en Maryta y no se animó en primera instancia a comunicarse con ella, hasta que un día, el 22 de diciembre de 2021, le llegó un mensaje de Instagram que decía: "Hola! tremendo tu proyecto", y desde entonces trabajaron juntos, más a la distancia, y luego se encontraron fugazmente. Después de más de un año, finalmente salió este tema que fusiona el canto ancestral y los sonidos electrónicos. Todo apunta a un fin que se cumple en tanto y en cuanto el oyente se entregue a la experiencia.

Nayaim comenzó con la música electrónica cuando se fue a estudiar en Buenos Aires, casi cuando estaba terminando su carrera universitaria, administración de empresas. Sí, trabaja en finanzas y hace música.

Vivió un tiempo en Inglaterra por cuestiones de estudio también, y allá comenzó a ir a eventos de música electrónica. Cuando regresó a la Argentina, comenzó a estudiar esta música, en escuelas como Sónica y actualmente con un gran maestro de Buenos Aires, Sidirum. "Él es mi coach, lo veo una vez por semana, le llevo mis proyectos, los arreglamos y seguimos", dice en conversación con nuestro matutino.

Hasta el momento, él tiene dos marcas, una con su nombre y apellido, Nehuén Schedan, de música house y tecno, que desarrolló desde el 2015 hasta que comenzó la pandemia. "Con la pandemia bajé los decibeles porque me parecía que esa música era demasiado para estar encerrado en la casa y comencé a incursionar en una música más tranquila, que es esto que estoy haciendo ahora", que es su segunda marca, Nayaim.

En jíbaro "Nayaim" es el cielo. El artista creció en Jujuy y tiene raíces hispanas y siriolibanesas. Nayaim compone su música en diferentes planos: hacia adentro se resalta lo sensorial, el silencio, la autopercepción. Hacia afuera el sentido de comunidad, la expresión corporal, la empatía y la danza. Fruto de su heterogéneo origen Nayaim recurre a instrumentos acústicos, sintetizados, nativos y modernos prestando particular cuidado a la atmósfera y la rítmica cabalgante, su música es atemporal, profunda, vibrante.

Él, después de un tiempo alejado totalmente de su tierra, de su cultura y de su música, tenía la necesidad de volver a conectar con sus raíces, y por eso buscaba trabajar en algo junto a artistas jujeños.

Le sugirieron varios, entre ellos, Maryta. "La empecé a seguir por Instagram, hasta que un día me habló ella y ni bien me dio pie le dije: 'Hagamos algo juntos ya'. Ella iba hacer la parte musical, melódica y letra, y yo me iba a abocar a la parte de las baterías, los bajos, los sintetizadores, los arreglos", cuenta.

Maryta, por su parte, explica que cuando se encontraron a través de las redes, "había pasado la época más dura de la pandemia. Yo estaba queriendo hacer otras cosas, estaba con la idea de que quería hablar más de la Pachamama y de las Cosmovisión Andina, abriendo esto al mundo. Justo apareció Nehuén con esta posibilidad, de poder conectar a personas de otros países y de otras formaciones de vida, que no tienen internalizado el concepto de Pachamama y de que todo somos parte de todo", explica.

Maryta vio en la música electrónica, la posibilidad de hablar de la Cosmovisión Andina, a nivel universal. Recordemos que ella ya trabajó en años anteriores con Diego Pérez en Tonolec y Nación Ekeko. Desde ahí venía viendo que esa era una posibilidad abrazadora para muchas personas del mundo. Me pareció muy copado hacer algo con Nehuén", comenta sobre este encuentro.

Nehuén por su parte cuenta que "yo buscaba una voz de mi tierra".

El tema

Ella explica que "el tema se llama 'Kawsai', que es como el concepto del buen vivir. En español, traducido directamente significa 'como yo soy, como mi vida', y entonces el tema empieza a decir lo que todos somos, no lo que yo soy. Aunque yo empiezo diciendo en el tema 'yo soy María Farfán', por mi nombre real, pero la idea es que cada persona se pueda nombrar a sí misma, y seguir 'yo soy luz, soy poder, soy canal, soy paz, soy un mensaje universal'. O sea que cada persona pueda empezar a creer en sí misma, y crear esa afirmación de todo lo que somos".

"En 'Kawsai' yo puse afirmaciones positivas, pero también existen las sombras dentro de nuestro propio ser. Y está bueno saberlo, pero lo que tenemos que intentar todos los días, es afirmar todas las cosas bellas que somos para tratar de tener un día mejor. Todos los días nos enfrentamos a un montón de situaciones negativas, que nos dificultan la vida. 'Kawsai' es tratar de alguna manera de que la vida de ese ser que somos, sea un poquito más amable, trata de llevar esa frecuencia de amor", explica Maryta, quien cantó la letra y armó la melodía.

Sobre sí misma, Maryta dice, un poco explayándose en su momento actual de evolución musical: "Maryta de Humahuaca me parece una gran artista que tiene que ver con la identidad de un pueblo y me encanta. Pero ahora estoy en otro camino, y siento que hasta quisiera cambiarme el nombre, porque siento que lo que estoy haciendo no es lo de la folclorista, de la música de raíz. Me gustaría llamarme con mi nombre ancestral. Que es Kusi Illa, que significa una alegría desbordante, 'Illa' es luz. Eso me representa mucho más ahora, porque siento que estoy jugando. La música folclórica es una estructura que hay que respetar, porque sirve para cantar, para bailar, y un montón de cosas, pero la música ancestral es como hacer lo que uno tenga ganas, lo que salga del alma. Me resuena mucho más eso ahora".

Nehuén explica por su parte que "desde la parte de arreglos, intenté darle más profundidad de pista, es una voz con un mensaje muy lindo. Lo que Maryta menciona del lado más oscuro de las personas, se puede apreciar desde la parte de los sintetizadores, de la parte baja del tema. Es algo muy alegre, pero tiene una base muy profunda, que si le sacás la voz, podés viajar a un lugar que puede ser muy piola, pero también puede ser sombrío. Esa dualidad me encanta y es lo que me caracteriza en mi música".

La comunidad

Cabe mencionar que el tema salió a través del sello Resueño, que se propone reunir a artistas para crear algo que solos no sería posible. “Juntos podemos llevar al oyente en un viaje profundo para encontrar equilibrio y paz interior. “, dice la comunidad. El 50% de las ganancias es donado a causas alrededor del Lago de Atitlán, Guatemala. En Guatemala las ceremonias de cacao y el baile extático han tenido una gran influencia en sus producciones y estilo de DJ. Es aquí donde fundó danzas regulares de cacao, donde los miembros de la comunidad tienen la oportunidad de sumergirse en el baile mientras se mantienen en un contenedor ceremonial. Sariel Orenda, por su parte, es un productor y DJ de Bulgaria. Su música es un viaje a través de una variedad de idiomas y culturas de todo el mundo. Por todo esto, el tema “Kawsai” de Maryta y Nayaim sale formando parte de un compilado que se llama “Cacao Dance”. Es una colección de una comunidad más grande. “Ese es hoy el camino, el comunitario”, expresa Maryta, “el camino no puede ser individual, tiene que ser en conjunto y solidario”. “Volver a la ancestralidad, con estos sonidos nuevos, es estar en la frecuencia, que nos pide la Pachamama”, concluyó la cantora.