Otro año más, la falta de precipitaciones provoca desazón en el sector cañero, al ver afectadas sus plantaciones, materia prima para la zafra 2023. Cabe recordar que no es el primer año que se registra esta fuerte seca, sino ya suman tres años consecutivos, por lo que el daño provocado en algunas cañas es irreversible. Esto sin lugar a dudas traerá aparejada una difícil situación en lo que hace al tiempo de molienda y al alcance de la producción de toneladas de azúcar. Si bien la falta de lluvias es una de las causas principales, también lo es la mínima cantidad de agua que ingresa por el río Grande, que no alcanza a satisfacer las necesidades del sector productivo, teniendo en cuenta que la región es productora cañera por excelencia. Son dos ingenios, Río Grande y La Esperanza, además de los cañeros independientes con sus pymes o minipymes y los pequeños productores que tienen plantaciones de hortaliza. Es por ello que el pedido del sector productivo va dirigido a las autoridades gubernamentales, para que se revea lo que acontece con el caudal de agua que baja por el río Grande y se provea a la región de la cantidad de litros para satisfacer la demanda.
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Otro año más, la falta de precipitaciones provoca desazón en el sector cañero, al ver afectadas sus plantaciones, materia prima para la zafra 2023. Cabe recordar que no es el primer año que se registra esta fuerte seca, sino ya suman tres años consecutivos, por lo que el daño provocado en algunas cañas es irreversible. Esto sin lugar a dudas traerá aparejada una difícil situación en lo que hace al tiempo de molienda y al alcance de la producción de toneladas de azúcar. Si bien la falta de lluvias es una de las causas principales, también lo es la mínima cantidad de agua que ingresa por el río Grande, que no alcanza a satisfacer las necesidades del sector productivo, teniendo en cuenta que la región es productora cañera por excelencia. Son dos ingenios, Río Grande y La Esperanza, además de los cañeros independientes con sus pymes o minipymes y los pequeños productores que tienen plantaciones de hortaliza. Es por ello que el pedido del sector productivo va dirigido a las autoridades gubernamentales, para que se revea lo que acontece con el caudal de agua que baja por el río Grande y se provea a la región de la cantidad de litros para satisfacer la demanda.
En diálogo con El Tribuno de Jujuy, la administradora del Ingenio La Esperanza, Luz Vergara, expresó su preocupación por las consecuencias que tendrán en el rendimiento de la caña, por la continuidad de esta escasez hídrica. "El año pasado tuvimos un impacto negativo en las toneladas de caña cosechadas de nuestros cañeros del 15%. Para este año este impacto será mayor debido a que dichas plantaciones no se han desarrollado adecuadamente", apuntó.
Explicó que a la fecha la empresa tiene dos mil hectáreas de caña soca que no están en condiciones de ser cosechadas en esta zafra. "Además de haber invertido en la plantación de aproximadamente dos mil hectáreas, las mismas no tendrán el rendimiento esperado ante el faltante de agua. Esto genera también la postergación del inicio de la renovación del cañaveral ante la falta de desarrollo de la semilla y una marcada disminución de las hectáreas a plantar".
En ese sentido la administradora expresó que el menor rendimiento de la materia prima continúa resultando muy perjudicial, ya que determina directamente la cantidad de azúcar a producir. "Estas circunstancias nos afectan severamente en un momento crítico para este Ingenio, donde se deben continuar las inversiones necesarias que nos aseguren una molienda continua y de calidad. También amenaza la generación creciente de empleo que hemos venido cumpliendo durante este nuevo período de gestión", dijo Luz Vergara.
En otro tramo y al referirse a los cañeros independientes, manifestó que pudieron observar cómo los cañeros de la zona de La Esperanza están fuertemente perjudicados al recibir menos agua, por ser los últimos regantes del río Grande y por ser víctimas de robos constantes, por vía de canales informales. "Hay mucho trabajo por hacer entre las instituciones del Gobierno y los regantes para paliar esta situación que nos afecta a todos", finalizó.
Estrepitosa caída en las pymes
Por su parte, el productor cañero Héctor Daniel Jure lamentó la situación que atraviesa el sector que cuenta con productores que tienen pymes y micropymes, porque es el tercer año que la sequía golpea con fuerza al agricultor, disminuyendo cada vez más el rendimiento de la materia prima. “Creo que la cabeza del más pesimista podría imaginar tres años seguidos sin agua. En las cañas que son de 8 a 10 cortes, las secas consecutivas son acumulativas, es bueno que se lo explique para que se entienda, el daño se viene acumulando. El año pasado los cañeros independientes produjeron un 30% menos, en algunos lugares llegó al 50% menos, ahora se vuelve a repetir la caída de un 30% a un 50% sobre lo otro que ya había producido menos, entonces la caída es estrepitosa en las arcas de las pymes nuestras o micropymes”, se lamentó el productor y acotó que “quien visite los campos, se quedará impresionado porque este año estábamos plantando caña y sacando las cañas semillas que medían de tres a cuatro metros y hoy ninguna pasa un metro o la altura de un ser humano de dos metros que no sirve ni para semilla. Hoy no tenemos ni para plantar, es algo increíble, pero confiamos en Dios y tenemos la esperanza de que esto pasará y seguiremos trabajando como siempre”, finalizó Jure.