Por Emiliano Saavedra
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Por Emiliano Saavedra
La tecnología de las tres dimensiones está revolucionando el mundo y ha alcanzado también al público infantil. Existen diferentes alternativas para estos tipos de trabajo. Tal es el caso de una familia del barrio Alto Comedero que elabora recursos didácticos, juguetes y otros productos a partir del uso de la impresión 3D.
La creatividad y el ingenio es lo que caracteriza a la familia Farfán. Son sus primeros pasos en el mundo del modelado 3D, pero mientras crean autos y dinosaurios se preparan para involucrarse en el área de la medicina.
Al respecto, Pamela Farfán, una de las integrantes de la familia, comentó a El Tribuno de Jujuy el trabajo que realizan en la elaboración de artículos con la tecnología tridimensional. "Nosotros realizamos artículos en impresión 3D. Esto se basa en la utilización de programas donde se realizan comandos que se envían a una impresora. Estos artículos son realizados con plásticos biodegradables. La impresora es una especial que utiliza filamentos plásticos", arrancó diciendo.
Estos plásticos se biodegradan mediante microorganismos, por lo que pueden reintroducirse en el ciclo natural del medio ambiente en forma de abono orgánico beneficioso para el suelo y con un período de tiempo de degradación mucho menor al de los plásticos convencionales.
Las horas de elaboración de un producto va a depender de cuánto material se ocupe. "La elaboración puede variar de 2 a 6 horas o más, teniendo en cuenta el tamaño del juguete que vamos a realizar. Lo bueno de la impresión 3D es que podemos realizar cualquier tipo de objeto que puede ser utilizado de diferentes formas", detalló Farfán.
También se refirió al interés del público en general cuando exponen sus artículos en diferentes ferias y en sus redes sociales (@ff3d_impresion3d). "Al ser un producto de innovación le llama mucho la atención porque son productos que recién se están lanzando al mercado. En la escuela también se está aprendiendo. Son cosas novedosas tanto para los niños como para los adultos", sostuvo.
Comparten la pasión
Desde pequeños, los chicos conviven día a día con el trabajo de sus padres. Como observadores silenciosos aprendieron los secretos de la vocación hasta que un día, lo que empezó como un juego se convirtió en una carrera. Un claro ejemplo de que la pasión y el talento se pueden heredar, es esta familia.
"Esto inició como un hobby y ahora lo vemos como una fuente de trabajo", relató Farfán agregando que "esto es un grupo familiar con mi papá (Antonio) y mi hermano (Franco). Entre los tres trabajamos y aportamos ideas. Esto surgió a través de mi papá porque le gusta mucho la informática. Siempre le gustó ese tema. Un día empezamos a investigar, compramos la impresora y de ahí salió el primer trabajo. Empezamos poco a poco a aprender entre prueba y error empezó el emprendimiento".
En un par de semanas este grupo familiar cumplirá un año en el rubro. "Tuvimos una gran repercusión, damos las gracias a todos porque en el 2022 tuvimos un buen trabajo, espero seguir así en este 2023", exclamó.
Involucrarse en la medicina
Por si esto fuera poco, la familia saldrá de su área de confort para realizar un aporte social desarrollando férulas en 3D para adultos y niños. "La idea es confeccionar férulas para tratamiento fisiológicos. Esto surge por la curiosidad. Mi papá vio que en otros países estaba funcionando así que lo quiere traer a la provincia. Nos estamos capacitando para, en un futuro cercano, poder hacerlo efectivo", indicó y agregó que "queremos involucrarnos en el tema de la medicina que nos despegaría un poco de los juguetes y otros artículos. Estamos por presentar un proyecto para ver si lo podemos llevar a esa área".
Para concretar esta meta de férulas en impresión 3D, todo el vínculo familiar se capacita con talleres virtuales que se brindan fuera de la provincia.